Crisis económica afecta la celebración de San Judas Tadeo

San Judas Tadeo es la imagen religiosa más celebrada después de la Virgen de Guadalupe.

Doña Luvia asegura que  gracias a San Judas Tadeo su hijo encontró trabajo. Carlos llega a las festividades de San Judas Tadeo para agradecer que no haya vuelto caer en el alcohol. Maricela es devota de San Judas como lo fue su madre y su abuela. La imagen que carga entre sus brazos ha pasado de generación en generación.

Después de la Virgen de Guadalupe, la imagen religiosa más celebrada en México es San Judas Tadeo, el Santo Patrono de las causas imposibles. El 28 de Octubre es su día.

“A él nada se le está negado” dice doña Luvia mientras termina de comer en el patio de la Iglesia de San Judas Tadeo en la colonia Los Manguitos en Tuxtla Gutiérrez. Desde hace nueve días empezaron los festejos en este lugar en honor a su Santo Patrono.

Adentro de la iglesia se escucha la música de mariachi, se siente el olor a flores amarillas. Acaba de concluir la tercera celebración de la eucaristía de las siete que se tienen previstas. La última será a las 8:00 de la noche.

A pesar que el número de devotos es suficiente para llenar la iglesia, doña Luvia al igual que otros fieles, que acostumbran  llegar cada año a la iglesia de la Colonia Los Manguitos, dicen que el número de visitantes ha disminuido. Se ve en las flores, las veladoras, es menos la gente que vino este año y menos aun la que les dio el dinero para comprar algo para traer al Santo.

El sacerdote de la iglesia, José Antonio Pérez Urbina reconoce que disminuyó el número de personas que llegaron a festejar a San Judas Tadeo, pero considera que se debe a la crisis económica.

Los propios feligreses reconocen que el dinero no les dio para traer flores, veladoras o inclusive para pagar el mariachi. “Hice un gran esfuerzo para cumplir con mi promesa porque no me han pagado, pero se la debía a San Juditas” dice una maestra, que entrega imágenes del Santo en la puerta de la Iglesia.

La crisis económica le ha llegado a todos, hasta a San Judas Tadeo que no se llenó de tantas flores y veladoras como otros años, pero sí de muchas plegarias “a él nada de se le está negado”.