Piden garantías de seguridad hijas de Adela, maestra encarcelada

“Aplácamelos o me llevó a toda tu familia (minuto 0:35)”, grita a la maestra Adela Gómez, un hombre robusto, vestido de rojo, quien dijo era comandante de la Procuraduría General de Justicia e Chiapas (PGJE). Mientras hace esta amenaza, golpea con fuerza el vidrio de la camioneta donde se encontraba refugiada la mujer.

La noche de ese 15 de agosto, el hombre de rojo -apoyado por una decena de agentes de la procuraduría, y una cantidad igual de policías- pasó de la amenaza a los hechos, y en medio de los gritos de vecinos de la colonia La Pimienta, que trataban de apoyar a Adela y su familia, jaló con fuerza a Pavel, su hijo de 13 años

“Órale órale, súbeme a este, súbeme a este (minuto 0:58)”, grita de nuevo y los policías se llevan al niño.

Se escuchan más gritos. Esa noche, los agentes se llevaron detenidos a Adela Gómez, a su esposo Noé Hernández, a dos de los hijos del matrimonio: Pavel y Tania.

“Durante la detención, como familia fuimos encañonados, detenidos durante 5 horas y abusados”, detalló Tania, en entrevista.

Con golpes y empujones, subieron a Pavel y Tania en la góndola, en dos camionetas diferentes; mientras Adela – convaleciente de una quemadura en la mano izquierda y una reciente operación en el tobillo derecho – y Noé eran llevados hacia otro rumbo en otras camionetas, narraron en una denuncia que hicieron ante el Centro de Derechos Humanos, Fray Bartolomé de las Casas (Frayba).

Según los testimonios, cuando Pavel y Tania se encontraban en las góndolas de las camionetas, fueron inmovilizados, puestos boca abajo, mientras les daban golpes, les insultaban y amenazaban, diciéndoles: “no se metan, si no, ¿saben qué? se le va a cargar la chingada”.

Posteriormente fueron llevados a las instalaciones conocidas como “Los Pájaros”, ahí los bajaron a punta de golpes, conducidos a la planta alta de la casa, donde por al menos cinco horas, fueron sometidos a un interrogatorio extrajudicial, les tomaron fotos y les hicieron desnudar; en la revisión, Tania fue abusada sexualmente por una mujer policía.

Poco más de un mes después de estos hechos, mientras sus padres siguen encarcelados y acusados de los delitos de motín y extorsión –por haber participado en una manifestación campesina- las hijas denunciaron que durante los días siguientes a la detención, su hogar y ellos mismos, fueron sujetos de una constante intimidación y vigilancia policiaca.

“A nosotros nos soltaron, pero mis padres siguen encarcelados (…) Tememos por nuestra seguridad, pedimos garantías para salvaguardar la integridad nuestra familia”, explicó en entrevista la Tania.

En compañía de sus hermanos, Tania sostuvo que la detención de sus padres fue por motivos políticos, “porque ellos son activistas sociales y han trabajado al lado de campesinos”, contraponiéndose pese a las exigencias del gobierno de Chiapas, para que aceptaran firmar un acuerdo mediante el que se comprometen a no realizar ninguna manifestación social.

Tania, la mayor de las hijas de Adela, explicó que como el motivo de la detención fue porque el pasado 8 de agosto sus padres acompañaron a campesinos a manifestarse en la capital del estado, y en la zona conurbada, para denunciar la falta de condiciones de desarrollo para el sector campesino.

Fue una semana después de esta manifestación cuando los encarcelaron.

Detalló que al ser sus padres inocentes de los delitos que les acusan, pese a las amenazas hacia ella y sus hermanos, como familia continuarán pugnando a través de diversos medios, hasta lograr la libertad de Adela Gómez y Noé Hernández.

Sin embargo, advierten que en han continuado las  amenazas y acciones de hostigamiento, por lo que exigen a las autoridades de Chiapas, se les garantice su integridad. 

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