La marcha de la independencia
Más si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡oh patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
Entraron al centro de la ciudad, después de varios kilómetros recorridos, entonando el himno mexicano y el himno a Chiapas, uno que invoca a la guerra y otro a la paz. Con la misma energía cantaban las estrofas de ambos.
Ayer, se realizó en Tuxtla Gutiérrez la tercera mega-marcha convocada por el magisterio en contra de las reformas de Enrique Peña Nieto. Alrededor de 60 mil manifestantes marcharon de la entrada de la ciudad –La Pochota- al centro de Tuxtla Gutiérrez.
A diferencia de las otras manifestaciones, la de ayer fue más diversa: más padres de familia, organizaciones sociales, ciudadanos de a pie que manifestaron su apoyo al movimiento magisterial.
Las y los manifestantes llevaban banderas ondeando durante todo el recorrido, portaban los grandes sombreros mexicanos, las mujeres iban con trenzas y listones como las “Adelitas”.
Desde los diferentes altavoces que iban a lo largo de la marcha se gritaba una y otra vez “¡Viva Hidalgo!, ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡Viva José María Morelos!” También gritaban a todo pulmón “¡Viva Zapata!”.
“México lindo y qué herido si muero aquí, que digan que fue luchando contra las ratas del PRI” gritaban a todo pulmón los maestros. Pedían en sus consignas no asistir al Grito de Independencia “No hay nada que celebrar” decían, pero a la misma vez su marcha era toda una fiesta: gritaban, cantaban, corrían, saltaban.
“Hay que leer, hay que leer, sino como Peña vas a ser..burro” cantaban los maestros mientras saltaban en un gran círculo que formaban en plena avenida central.
La energía que se veía y transmitía ayer en la marcha no se había visto en otras marchas. Ayer la manifestación era en contra de la represión sufrida en el centro del país.
Los maestros no alcanzaron a llegar hasta la plaza central. Rompieron filas desde la segunda poniente de la avenida. La plaza central se mantuvo amurallada con vallas metálicas para que por la noche fuera dado el Grito de la Independencia por el gobernador, Manuel Velasco.
Los maestros después de la marcha se quedaron en sus campamentos instalados afuera de la muralla metálica. Se dedicaron a preparar el Grito de la Resistencia, que darían por la noche. Se mostraban emocionados de participar en un Grito, en donde por primera vez, gritarían entre puros compañeros “¡Vivan los héroes que nos dieron Patria!”.
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