Con Spiral Pole Fitness & Dance, dos años rompiendo estigmas: Alejandra Oropeza

En agosto del 2011 creó Spiral Pole Fitness & Dance. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

La emoción de aquel día de 2010 en que llegó su primer tubo a la casa e instaló en su cuarto, se rompió con el escándalo que le hizo su madre y su encolerizado hermano. Pero la abogada de profesión, Alejandra Oropeza, ya estaba preparada, salió en defensa del Pole Dance o el baile del tubo como es conocido popularmente.

Desde su estudio-escuela Spiral Pole Fitness & Dance se ha dado a la tarea de dignificar esta activación física y pretende por todas las vías que se deje de encasillar como una actividad de centros nocturnos, lucha contra el estigma social y los prejuicios que sobre el baile del tubo persiste en nuestra sociedad, aún en el siglo XXI.

Todo comenzó hace poco más de tres años cuando Alejandra acompañaba a una de sus amigas en San Luis Potosí, que iba a sus clases de tubo o pole dance.

Recuerda que se emocionó tanto que vino decidida a aprender más y conocer sobre esa actividad que se perfila como una disciplina deportiva a futuro, gracias al esfuerzo de asociaciones internacionales que pugnan por ello en el Comité Olímpico Internacional (COI).

En agosto del 2011 fundó su academia

En las redes sociales ha sufrido ataques y ofensas, de hombres que preguntan si hace “privados” o “cuánto cobra”. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

Convencer a su familia no fue nada fácil, creyeron que eso sería un capricho pasajero de Alejandra, pues le habían dado todo su apoyo para ser una abogada pero su giro más fuerte lo terminó dando alrededor del tubo de acero.

Oropeza dice que se metió de lleno en esta actividad física y recreativa. Al ver que en Chiapas no había una academia o centro de adiestramiento se propuso crearlo ella misma. Fue así como compró el equipo necesario en Estados Unidos.

En agosto del 2011 creó Spiral Pole Fitness & Dance. Desde su creación hace dos años, han pasado más de 400 alumnas, y uno que otro alumno. Aunque se ha encasillado como una disciplina para el género femenino, refiere que no es exclusivo para ellas, también los hombres han destacado en esta rama.

A dos años de haber abierto la escuela, ha tenido muchas satisfacciones pero también se ha tenido que enfrentar a ofensas, acoso e insultos de quienes siguen ligando el pole dance como una actividad de centros nocturnos y trabajadoras sexuales.

Principalmente en las redes sociales ha sufrido ataques y ofensas, de hombres que preguntan si hace “privados” o “cuánto cobra”.

Señala que no ha sido fácil romper barreras, romper prejuicios. Reconoce que si bien el baile del tubo o pole dance tuvo un origen en esos lugares, al conocer el esfuerzo y la disciplina que se necesita para ello, la actividad dio un salto a otros escenarios para ser practicado como una sexy disciplina de ejercitación física.

Refiere la joven abogada que muchas mujeres llegan con dificultades y se sienten torpes al principio, pero con disciplina y práctica poco a poco se convierte en unas habilidosas con el tubo.

Le han tocado alumnas que son  enviadas por sus propios esposos, animadas por sus parejas quienes se sienten complacidos por ello e incluso las acompañan. Pero de igual forma, mujeres que llegan en contra de la voluntad de sus parejas o familia. Incluso hay quienes llegan a escondidas con el pretexto o mentiras de que van a yoga o pilates pero en realidad se vienen a Spiral Pole Fitness & Dance.

Se siente estimulada en seguir con la academia porque ya son 412 alumnas las que han pasado. Alguna sesiones van desde dos y hasta nueve personas que el número de tubos que tiene en su estudio. Las edades fluctúan entre los 10 y hasta los 46 años.

En otros países el pole dance es visto ya sin prejuicios

Tiene un certificado como instructora del Advanced Pole Fitness, otro de la Federación Mexicana de Fisicoconstructuvismo, AC y uno más de la Federación Mexicana de Pole Fitness. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

Ella tiene un certificado como instructora del Advanced Pole Fitness, otro de la Federación Mexicana de Fisicoconstructuvismo, AC y uno más de la Federación Mexicana de Pole Fitness. A Alejandra se le ve la fortaleza en sus músculos. No cualquiera puede sostener el peso de su propio cuerpo pendido en un tubo como lo hace ella con suma facilidad.

Indica que hacer pole dance a las mujeres que llegan a dominar el tubo les da mucha satisfacción, fortaleza física, seguridad y les ayuda en el autoestima. Psicológicamente ha visto grandes cambios en sus alumnas que muchas lloran de emoción de ver que pueden hacer lo que no creían que era posible, dominar el tubo.

Dice que en países como Estados Unidos, Inglaterra y Australia, la práctica es vista ya sin tabúes. Señala que en México, la urbes como Guadalajara, México y Monterey, empezaron con las escuelas de pole dance, pero se expandió ya  otros estados como San Luis Potosí, Chiapas y todo el sureste mexicano. Sólo en Oaxaca no se ha reportado el primer centro de adiestramiento. Ella tiene el privilegio de tener el primero y el único en la entidad.  Ahora todas las escuelas del país buscan crear la Federación Mexicana de Pole Dance que es diferente a la de Pole Fitness.

Menciona la maestra del pole dance que desde el ámbito internacional se busca por todas las vías incidir en el COI para que la reconozca como una disciplina deportiva. De hecho a la par de las olimpiadas en Londres se realizó en ese país el torneo internacional del pole dance como una forma de demostrar que debe ser considerado porque tiene técnica y también hay reglamentos que se deben respetar.

Precisa que hay exponentes mexicanos como Dante Hernández que ha ganado torneos internacionales en el 2011 y 2012. En este año, Érika Pliego será la representante mexicana en el torneo internacional que se realizará en Singapur.

En la capital del estado, la tarea de Alejandra Oropeza no ha sido fácil, pues ha ido picando piedra, dice, para que esta actividad física se gane el respeto que se merece y se le deje de estigmatizar como algo exclusivo de centros nocturnos para caballeros.

El sábado 24 celebra dos años de su academia

Ha tenido 412 alumnas que van desde los 10 y hasta los 45 años desde el 2011. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

Este sábado 24 celebrará su segundo aniversario y lo hará en el auditorio  de lo que antes se llamó como el  Instituto del Deporte. Que pudo haberlo hecho en un antro o en un bar la fiesta-exhibición del segundo aniversario, pero que es precisamente contra lo que ella está peleando, que no sea encasillado en ese ámbito.

Al contrario, fue intencional buscar un auditorio de una instalación deportiva para que deportistas y autoridades del deporte vayan conociendo más sobre el pole dance, pues aún en ese sector también los prejuicios persisten.

El sábado 24 por la noche, las exhibiciones de más de 15 de sus alumnas y otras participantes que vienen de otros estados, se entremezclan con actividades culturales para desmitificar e ir rompiendo barreras.

Una de las actividades interesantes del pole dance, es dedicar un día al año al pole callejero o pole urbano. Es decir, la instructora y sus alumnas salen a las calles a buscar los tubos expuestos en parques, espacios públicos o edificios privados para hacer una demostración a los citadinos que se sorprenden y emocionan con las chicas y su habilidad por el tubo.

Entre el morbo y el interés por esta sexy actividad física, Alejandra Oropeza se abre paso todos los días y planea expandir su presencia en Tapachula o San Cristóbal de Las Casas.

Alejandra Oropeza tiene una excelente condición física. Su habilidad y experiencia lo transmite día con día a sus alumnas: Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

El calentamiento es una etapa previa antes de ejercitarse en el tubo. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

Para Alejandra Oropeza no ha sido fácil tener una academia del pole dance, pues se ha tenido que enfrentar a muchos prejuicios. Foto Isaín Mandujano/Chiapas PARALALEO

Indica que hacer pole dance a las mujeres que llegan a dominar el tubo les da mucha satisfacción, fortaleza física, seguridad y les ayuda en el autoestima. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO