¿Qué son las velaciones dentro de la cultura yoreme en Semana Santa?

¿Qué son las velaciones dentro de la cultura yoreme en Semana Santa?
Foto: Revista Espejo
*Esta nota fue realizada por Revista Espejo, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Tehueco, El Fuerte, Sin.– Dentro de las fiestas de Semana Santa en el centro ceremonial de Tehueco, se desprenden algunas otras tradiciones yoremes que no son tan conocidas fuera de sus comunidades o zonas urbanas de Sinaloa.
Una de sus costumbres muy arraigadas son las velaciones, que para las autoridades cuaresmales son una forma de recaudar fondos para financiar las celebraciones mayores, en la que también son partícipes los habitantes del pueblo.
¿En qué consisten las velaciones durante la Cuaresma?
De esto habló Raúl Guerrero Valdez, un habitante originario de Tehueco, quien explicó que una velación es cuando los integrantes de una familia tienen la intención de hacer una manda, que básicamente es una promesa que le hacen a Jesucristo.
Para ello, la familia tiene que anotarse en una lista con meses de anticipación, dado que la idea es trasladar por unos días a su casa al Cristo mayor del templo del pueblo, y no son pocas las familias que desean adorarlo dentro de sus propiedades.
“Muchas veces las velaciones las hacemos por un acontecimiento que tuvimos en la vida. Nosotros dijimos: ‘¿Cómo vamos a salir de esto?’ Y mediante la creencia, es pedirle la ayuda a Él (a Cristo), hacer un compromiso y agradecerle de alguna manera si se cumple. En este caso, con una manda y una velación en nuestra casa por tres años”, detalló en entrevista para Espejo.
Una vez que la velación es autorizada, la familia tiene que hacer ciertos preparativos para recibir la figura de Cristo, como instalar una ramada afuera de la casa, como se conocen a los altares en la cultura yoreme, elaborada a partir de carrizo y adornada con flores de colores de papel china. Frente a esa base, a unos cinco metros de distancia, se clava una cruz de álamo.
Posteriormente, una parte importante de las velaciones es la participación de los judíos o fariseos del pueblo, por lo que una vez lista la ramada y la cruz, la familia acude con el mandón o jefe de judíos de Tehueco.
“Entonces, buscamos a un mandón porque él trae a los judíos, y ya nosotros nos ponemos de acuerdo qué día queremos que él venga. Ellos vienen y traen al Cristo con los que ellos se pasean”, comenta Raúl Guerrero.
“Tiene que estar todo el tiempo la persona de la manda y el mandón, el que trae a los fariseos, ya que son los que cuidan a Cristo, y alrededor de la cruz ellos bailan”, prosigue.
Una parte importante también es la atención de los judíos, principalmente cubriendo su alimentación, debido a que una velación puede prolongarse por 24 horas seguidas. Es decir, la familia que recibirá al Cristo tiene que tener alimento suficiente para preparar el desayuno, comida y cena de ellos.
Luego, la familia que vela tiene la obligación de sacar al Cristo de sus casas y llevarlo a otras para recibir una bendición a cambio de una cooperación, fondos que serán entregados a los judíos para las fiestas de Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado de Gloria, aparte del apoyo económico del hogar donde se hace la velación.
“La Semana Santa es una tradición porque habla de la vida y muerte de Jesucristo, es una forma de adoración, de vivir el viacrucis que él vivió. Esto es una creencia que nos inculcan nuestros padres y antepasados, aunque la tradición también ha evolucionado y cambiado en algunos aspectos, pero sigue siendo el mismo fin”, destaca Raúl Guerrero.

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