La carrera por los minerales y la paz en Ucrania

La carrera por los minerales y la paz en Ucrania
Foto: Especial

*Esta nota fue realizada por Pie de Página, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.

Detrás del fin de la guerra ruso-ucraniana, y de la expulsión de Zelensky de la Casa Blanca, la guerra por los minerales se extiende a Europa del Este, repitiendo los patrones del colonialismo extractivo y las zonas de sacrificio

Texto: Redacción

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CIUDAD DE MÉXICO. – El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, fue expulsado de la Casa Blanca este viernes 28 de febrero durante una reunión con Donald Trump para negociar la explotación de minerales en Ucrania.

El encuentro, que buscaba definir un acuerdo sobre los recursos estratégicos de Ucrania, derivó en un intenso intercambio verbal frente a medios estadounidenses.

La disputa no es menor, pues según un reporte de Al Jazeera , Ucrania alberga reservas críticas de tierras raras (como neodimio y disprosio) y minerales esenciales (níquel, litio y grafito), vitales para tecnologías verdes, defensa y electrónica. Estas reservas, ubicadas en el este del país y Crimea (actualmente bajo ocupación rusa), representan un botín geopolítico en medio de la guerra.

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Diplomacia inviable, el trasfondo de la guerra por los recursos

Cuando Zelensky señaló que la diplomacia entre países europeos le parecía inviable, JD Vance, vicepresidente de Estados Unidos, respondió: «Con respeto, creo que es irrespetuoso que vengas a la Oficina Oval y discutas esto ante la prensa».

Volodimir Zelensky respiró hondo y propuso: «Empecemos desde el principio». Luego describió la realidad de vivir en guerra y destacó las ventajas geopolíticas de EE. UU. por sus fronteras marítimas.

En contraste, Ucrania —con solo un 20% de sus yacimientos explotados, según Al Jazeera— enfrenta obstáculos logísticos y de seguridad para capitalizar estos recursos, mientras China y la UE compiten por acceder a ellos.

Trump interrumpió: «No nos digas qué sentir. Intentamos resolver un problema, y tú no tienes autoridad para imponer condiciones aquí». Zelensky, con firmeza, replicó: «No lo impongo, respondo a una pregunta».

Las voces se elevaron cuando las frases de ambos se superpusieron. «Estás jugando con la vida de millones», afirmó Trump, en alusión a la dependencia ucraniana de apoyo militar estadounidense para proteger regiones mineras clave. Tras una pausa, las interrupciones continuaron: Trump no permitió que Zelensky completara sus ideas. «Me invitaron a hablar», recordó el ucraniano, mirando a Vance.

En la misma reunión, Trump declaró a una periodista: «Será difícil concretar el acuerdo si su actitud no cambia. El problema es que lo empoderé para ser un líder fuerte, y sin EE. UU. no lo logrará».

Este comentario refleja la tensión por el control de los minerales ucranianos, que, según analistas citados por Al Jazeera, podrían reducir la dependencia occidental de China, actual proveedor del 60% de tierras raras a nivel global.

El debate concluyó con el silencio casi total del mandatario ucraniano. The Washington Post calificó el episodio como «un hecho sin precedentes en la historia moderna».

Acuerdos de paz para explotar la tierra

La tensión coincide con advertencias previas sobre los riesgos de acuerdos de paz apresurados. En un artículo de opinión de Al Jazeera, expertos señalaron que «un tratado que ignore la soberanía ucraniana sobre sus recursos naturales y territorios ocupados solo prolongaría el conflicto, pues Rusia usaría las reservas minerales para financiar su guerra». Además, subrayaron:

«cualquier negociación debe garantizar que Ucrania mantenga el control de sus activos estratégicos, clave para su reconstrucción económica».

Al día siguiente, Zelensky reconoció que el apoyo de Trump y la alianza estratégica con EE. UU. son vitales para Ucrania, pero subrayó: «El acuerdo actual no basta. Quiero que Estados Unidos se posicione más firmemente de nuestro lado». Sin embargo, como advirtió Al Jazeera: «la explotación minera en zonas en conflicto podría incentivar a actores externos a priorizar intereses económicos sobre una paz duradera», especialmente si no se atienden demandas ucranianas como el retiro total de tropas rusas.

En paralelo, organizaciones internacionales han alertado que, sin un marco legal claro, la carrera por los minerales ucranianos podría repetir patrones de colonialismo extractivo, donde potencias externalizan costos ambientales y sociales.

«La paz no será posible si Ucrania se convierte en un campo de saqueo», concluyeron analistas.