Reclamos de indígenas, la evangelización y juicios eclesiásticos: el archivo histórico de la catedral de Ciudad Juárez

Reclamos de indígenas, la evangelización y juicios eclesiásticos: el archivo histórico de la catedral de Ciudad Juárez
Foto: La Verdad

*Esta nota fue realizada por La Verdad, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


Por primera vez en sus más de 360 años de historia de evangelización en Ciudad Juárez, la Iglesia católica expone el contenido de su archivo pastoral en un catálogo documental de sus registros eclesiásticos de 1662 al 2023, que fue coordinado por la historiadora e investigadora de la UACJ, Guadalupe Santiago Quijada

Por Rocío Gallegos / La Verdad Juárez

Ciudad Juárez– Desde la existencia de reclamos de indígenas por el cobro de los sacramentos de entierros y casamientos, la evangelización de los franciscanos, los nacimientos y defunciones desde la época de la colonia, hasta juicios eclesiásticos son una muestra de los registros en el Archivo Histórico de la Catedral de Ciudad Juárez (AHCCJ), que desvelan las dinámicas demográficas y las prácticas sociales y culturales en la historia de la región.

Por primera vez en sus más de 360 años de historia de evangelización en Paso del Norte –ahora Ciudad Juárez–, la Iglesia católica expone el contenido de su archivo pastoral en un catálogo documental que alberga registros de 1662 al 2023.

“Es una documentación histórica la que se generó, es la información que se generó durante la época colonial y en el siglo XIX en torno a la misión de Guadalupe” dice Guadalupe Santiago Quijada, historiadora y profesora-investigadora de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), quien coordinó la elaboración de este catálogo que permite localizar e identificar de manera organizada la documentación del AHCCJ.

“Queríamos conocer que podíamos encontrar en el archivo”, señala Santiago Quijada, “Queríamos trabajar nuestras propias historias, realizar nuestros propios trabajos de investigación”.

El registro y clasificación de los documentos pastorales llevó casi 10 años, compartió la historiadora durante la presentación pública del catálogo este 7 de febrero, en uno de los salones de la catedral.

Los trabajos de esta investigación iniciaron durante la gestión del sacerdote Ignacio Villanueva Muñoz como párroco de la catedral, entre 2009-2010. Él autorizó la entrada al archivo y el acercamiento inicial para su estudio. Después, el párroco Eduardo Hayen Cuarón permitió su continuidad. Esta actividad, coordinada por la maestra Santiago Quijada, la llevaron a cabo alumnas y alumnos de la licenciatura de historia de la UACJ – a quienes se les otorgó un pago simbólico, prestaron su servicio social o realizaron su estancia de investigación o prácticas profesionales–, reunidos de 3 a cuatro horas los días jueves.

El párroco Eduardo Hayen Cuarón explica que los archivos eclesiásticos son registros documentales que conserva una parroquia sobre toda la vida pastoral, sacramental y administrativa. “Son una documentación histórica de la iglesia católica”.

Para Leticia Solares Fuentes, presidenta de la Sociedad Paso del Norte por la Cultura de la Historia, el catálogo del archivo eclesiástico representa una joya documental para la construcción de la historia del norte de México.

“Es una fuente invaluable para comprender el desarrollo de la región, de la vida cotidiana, de sus habitantes, los cambios que han ido marcando nuestro  devenir histórico como ciudad, y su preservación garantiza el estilo del pasado para las futuras generaciones”, afirma Solares Fuentes sobre el catálogo, editado e impreso por la UACJ y que también puede consultarse en línea.

609 expedientes de historia

El archivo histórico está integrado por 609 expedientes y se ubica en el sótano de las oficinas de la catedral.

Libros del archivo histórico de la catedral. Fotografías: Cortesía Guadalupe Santiago Quijada

La historiadora Guadalupe Santiago Quijada documenta que se trata de uno de los archivos eclesiásticos más antiguos del norte de México, en el que se resguarda información que comenzaron a recabar los frailes franciscanos en la región, desde que inició la construcción de la Misión de Guadalupe, el 2 de abril de 1662.

Al hablar sobre su trabajo, la investigadora comenta que el registro de los documentos es útil para conocer las características demográficas (edad y calidades), de padecimientos y enfermedades, del funcionamiento de las misiones o parroquias, de los rituales religiosos y de la intervención de los monjes.

No todos los religiosos tuvieron cuidado al momento de recabar datos e inscribir los sacramentos que administraban, hay omisiones importantes como la edad, calidad o causas de muerte, advierte Santiago Quijada.

“En el caso del primer libro de bautizos de la Misión de Guadalupe, se encontró que se mantuvo el nombre o apodo de los nativos como apellido y les fue asignado un nombre del santoral”. Sin embargo, en el catálogo se menciona que ese primer libro de bautismos (1662-1689), en el que se anotó a los pobladores que se fueron arraigando al asentamiento y a los nuevos habitantes, solo se dispone de una copia digital. El libro está resguardado por las autoridades religiosas.

“Los libros de administración de sacramentos son la colección más completa, porque datan de la época colonial a la fecha”, se señala. “De los tres libros con los que dio inicio el proceso de evangelización en la región, y con ello el registro de la administración de sacramentos en la Misión de Guadalupe, se tienen los libros de bautizos y entierros, aún está extraviado el de matrimonios”.

En su trabajo, la historiadora documenta que los libros de administración de sacramentos como bautizos, confirmaciones, defunciones y matrimonios, se guardan de los siglos XVII, XVIII, XIX, XX y XXI. Los libros de confirmaciones se iniciaron en el siglo XIX y los de primeras comuniones en el siglo XX.

“Habrá otra información que está en otros archivos que está en otras bibliotecas”, dice, “pero esto es todo lo que hay (en la catedral) y eso también era nuestro propósito mostrar qué podríamos encontrar”

Describe el resultado de su trabajo como una fotografía del archivo histórico eclesiástico de la ciudad “eso es lo que hay, lo que tenemos, eso es lo que hay disponible”.

“Es la fuente primaria para los que se dedican a hacer historia”, agrega.

Fotografía del primer libro de defunciones que se localiza en el archivo de la Misión. Fotografía: Cortesía Guadalupe Santiago Quijada 

En su investigación documentada, la historiadora y profesora universitaria explica que el AHCCJ está organizado en dos fondos: el de la Misión de Guadalupe, que cubre el periodo de su fundación a 1957, y que se dividió en gobierno y justicia; así como el de la Catedral de Ciudad Juárez, desde que se erigió en 1958 a la fecha.

En estos se encuentran registros sobre bulas – documentos papales que concedían indulgencias y privilegios espirituales– sobre la edificación de las misiones, la construcción de un panteón ventilado, edictos, reglamentos, padrones, causas criminales, libros de bautizos y defunciones, así como inventarios y diligencias de matrimonios y, entre otros archivos, expedientes de conflictos matrimoniales.

Precisamente sobre esto último, en la sección de justicia, que incluye los documentos en los que se conoce la participación de los jueces eclesiásticos ante alguna petición o demanda de los pobladores, destaca una serie de expedientes en los que mujeres, habitantes de Paso del Norte, solicitan el reconocimiento de separación matrimonial.

También se documentan correspondencia diversa, en una de ellas, que data del 28 de abril de 1826, se menciona la existencia e incremento de reclamos de los indígenas por el cobro de los sacramentos de entierros y casamientos que se les exige por la administración de la iglesia. En otra carta, del 14 de septiembre de 1929, la providencia del supremo gobierno exhorta a la iglesia para que se administre pronta y cumplida justicia a los indígenas, ya que afirman que “ellos son incapaces de cuidarse a sí mismos”.

José Mario Sánchez Soledad, empresario e historiador, considera que este catálogo es una descripción de la fundación de Ciudad Juárez,  de lo que ha sido la vida cotidiana de esta comunidad y de la fundación de la iglesia católica en la región.

Documentan desde el uso de apodos en los registros parroquiales, los pagos de los diezmos, de las colectas, los impuestos, los registros de las epidemias, y hasta de la organización de kermeses desde los años 50, reseña al hablar sobre el catálogo.

“El hecho de que nosotros tengamos un conocimiento continuo de nuestra historia nos permite poder construir futuro”, afirma Sánchez Soledad.

La conservación de la historia

El resultado de este trabajo permite conocer una reseña de la historia de la ciudad extraída de documentos religiosos que actualmente no están disponibles para su consulta pública.

No pueden consultarse directamente, porque hay que cuidarlos, dice la historiadora Salgado Quijada, quien explica que justamente otro objetivo de su trabajo es exhibir las condiciones en las que se encuentran para encaminar acciones para su preservación, “no queremos que se pierda nada más”.

En su investigación documenta que faltan algunos libros, pero afirma que sí es posible formar amplias series de información poblacional con la información existente.

Archivo eclesiástico. Fotografía: Captura de una imagen del catálogo del Archivo Histórico de la Catedral de Ciudad Juárez. 

Del siglo XX únicamente hay una carpeta con algunos oficios y recibos que corresponden a la administración de la parroquia de Guadalupe. De igual forma, hay un archivero con documentación emitida por la administración de la Catedral, que se considera como “archivo muerto”. No hay documentos del siglo XXI, se menciona.

Aunque no se puede afirmar con precisión las circunstancias en que la mayor parte de los papeles antiguos se extraviaron, es evidente que faltan documentos, se asienta en el documento.

Por ejemplo, menciona que el primer libro de defunciones de la Misión de Guadalupe, donde se documentan los entierros y bautizos que se realizaron de 1662 a 1689, estuvo fuera del archivo durante 108 años porque fue sustraído por el investigador norteamericano John Curd durante los días de la Toma de Ciudad Juárez, en mayo de 1911. Pero en 2018 fue regresado al archivo de la catedral por las autoridades de El Paso Public Library.

Tampoco se localizan de manera física documentos de El Carrizal, que fueron inventariados y microfilmados por UTEP, se indica.

El sacerdote Hayen Cuarón dice que parte del trabajo de la profesora Santiago fue conseguir materiales adecuados para preservar los documentos, “pero aún así no estamos completamente satisfechos con lo que se tiene, es decir, está resguardado el archivo, pero sí creo yo que necesita algo más”.

Algunos de los libros perdieron sus pastas, solo son hojas sueltas, otros registran daños por la humedad y el paso del tiempo. “Se tienen las condiciones mínimas de resguardo, lo ideal es cambiar esas condiciones”, dice el párroco de la catedral.

Tanto Hayen como la historiadora coinciden en que para la conservación de los documentos del archivo se requiere cierto tipo de clima, uno frío, vitrinas especiales, y otras condiciones, por ejemplo para proteger ciertos documentos se requiere papel arroz y se puso papel china; sin embargo, para eso se requiere recursos económicos que no se tienen por ahora.

Todo lo que se logró conservar en el Archivo Histórico de la Catedral de Ciudad Juárez es muy valioso para la reconstrucción de la historia, afirma la historiadora Guadalupe Santiago Quijada, por ello debe resguardarse y preservarse.

No comments yet.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Leave your opinion here. Please be nice. Your Email address will be kept private.