¿Qué es el estrés térmico? La amenaza más seria para la salud en Chiapas
*Dicha problemática se presenta como uno de los efectos más devastadores provocados por el cambio climático.
El Instituto Nacional de Salud Pública de México publicó un articulo denominado “Estrategias comunitarias de salud para evitar el impacto de calor en áreas rurales del Soconusco Chiapas, México”, en el cual se alerta de las consecuencias visibles del cambio climático expresado en el estrés térmico que podrían sufrir poblaciones.
El artículo hecho por Antonio Trejo Acevedo, Norma Edith Rivero Perez, Marco Alessio Sandoval Bautista considera al calentamiento global como un problema ambiental de preocupación, ya que aumenta la frecuencia, intensidad y duración de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
Dentro de los más evidentes se encuentran las olas de calor. De acuerdo con los pronósticos del tiempo, están aumentando en intensidad y duración y serán cada vez más frecuentes, por lo que sus efectos devastadores en las últimas décadas son un importante problema de salud pública para todas las naciones.
El estado de Chiapas es bien conocido por sus bellezas naturales, su amplia biodiversidad de especies de animales y plantas, con bellos sitios y paisajes como la selva Lacandona, la costa del océano Pacífico, sus manglares y montañas. En cada uno de estos lugares, el factor característico bien conocido es la alta temperatura que predomina durante el año, describe el artículo.
El Soconusco, en específico, es una región con clima cálido y semicálido, donde prevalecen el clima cálido, subhúmedo y húmedo, con abundantes precipitaciones en el verano. Durante el periodo de mayo a octubre, el promedio de la temperatura mínima es de 22°C y la temperatura máxima, de 35°C.
En la región predominan dos temporadas. La de lluvias o invierno, como los habitantes la denominan, inicia en el mes de junio, prolongándose hasta noviembre; mientras que la segunda temporada es la de sequía o de estiaje, que es de diciembre a mayo, presentando picos máximos de temperatura por arriba de los 40°C durante los meses de marzo a mayo.
La población en la región está acostumbrada a vivir con altas temperaturas y altos porcentajes de humedad, pero ahora tienen que soportar los incrementos y cambios de temperatura con calor sofocante ocasionado por las olas de calor, lo que conlleva una amplia gama de efectos sobre la salud, la mayoría relacionados con problemas de salud preexistentes. Ante esta situación hay preocupación por el riesgo y los efectos a la salud, por la exposición al calor excesivo que puedan sufrir las poblaciones más expuestas o vulnerables de esta región, ya que ninguna población puede evitar la exposición ante el aumento de la temperatura ambiental, menciona el diagnostico.
En este sentido, las personas más vulnerables son las mujeres embarazadas, los adultos de la tercera edad, los deportistas al aire libre, los pobres, los trabajadores que llevan a cabo sus actividades en condiciones extremas de calor, los lactantes, los niños y niñas. Inclusive, podría ser peligroso para los bebés por tener un ritmo cardiaco más rápido.
El calor extremo causado por las olas de calor afecta la salud humana ocasionando deshidratación, calambres, fatiga, dermatitis, desmayo, hinchazón, agotamiento, síncope y golpe de calor (temperatura corporal por encima de los 40.6°C), causando accidentes cerebrovasculares agudos, enfermedades pulmonares crónicas, enfermedades cardiacas, trastornos renales y enfermedades psiquiátricas.
El estrés térmico causado por exposición a altas temperaturas representa una amenaza muy seria para la salud, sobre todo si no hay medidas de refrigeración disponibles, consideraron.
El artículo insta a generar una protección a las comunidades ante el estrés térmico que viven y vivirán, en vista de que cuando las temperaturas interiores aumentan, las personas pueden sufrir enfermedades potencialmente mortales, como agotamiento por calor y golpe de calor.
Los habitantes en las comunidades recomendaron, deben ser conscientes de utilizar e implementar estrategias eficientes para mitigar los efectos de las altas temperaturas y las olas de calor, como el uso de ventiladores eléctricos, aparatos comúnmente utilizados que no enfrían el aire, solo lo hacen circular y da la sensación de refrescarnos al evaporar el sudor.
Su uso debe ser más eficientemente, que no giren libremente, deben ubicarse para formar canales de vientos al colocarlos en las habitaciones y lugares para extraer el aire caliente o atraer aire fresco, y evitar su utilización en lugares cerrados. Si las ventanas de las casas reciben sol durante el día, es recomendable utilizar cortinas que impidan el paso del sol, reduciendo la exposición, añadieron.
También utilizar o construir estufas ecológicas que ayuden a disminuir la exposición a los productos generados en la quema de biomasa y alternar con otras fuentes de energía, como el gas natural.
Abrir puertas y ventanas que permitan refrescar el aire interior de los hogares. Considerar la construcción de pequeños anexos en los hogares, fabricados con materiales de la región, como la palma del cocotero, y soportes de madera, conocidos como palapas o ramadas.
Asimismo, tomar en cuenta la construcción de viveros comunitarios para producir árboles y reforestar áreas alrededor de las casas y comunidades, que ayuden a tener una temperatura más agradable. Además, se debe evitar llevar a cabo actividades en el exterior exponiéndose a la acción de los rayos solares.
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