“Expulsan” a médico y enfermera de hospital estatal de Guadalupe y Calvo; pobladores marchan a su favor
*Esta nota fue realizada por Raíchali, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
El pueblo de Guadalupe y Calvo salió a las calles para exigir la restitución en sus puestos a médico y enfermera en el hospital comunitario, una vez que fueron despedidos sin justificación y de manera irregular
Por Patricia Mayorga/Raíchali
Un representante del área jurídica de la Secretaría de Salud del gobierno estatal despidió sin justificación a la licenciada en Enfermería, Gloria Loera Urtuzúastegui y al médico César Fernando Díaz de León Hernández, lo que originó una manifestación por el personal de salud del nosocomio y una marcha con alrededor de 500 personas de todo el pueblo en apoyo a los profesionales de la salud.
Sin un oficio formal y con la amenaza de que no podían estar en el hospital comunitario más tiemp, les dijeron que sólo recibirían 14 mil pesos como liquidación, a pesar de que tienen 26 y 25 años de servicio, respectivamente.
Al negarles la notificación de la Secretaría de Salud por escrito, Gloria Loera realizó un oficio a mano, antes de abandonar el hospital el sábado pasado, ya que sólo laboraban los fines de semana. La narración de los hechos que hizo la profesionista es la siguiente:
El día sábado 23 de noviembre me presento a laborar checando la entrada y posteriormente recibo una llamada del compañero de recursos humanos, que suba (al área de Recursos Humanos). Al llegar me dice que pase a la oficina, en donde se encontraba el Lic. Sepúlveda y el Dr. Díaz de León. Primeramente me dice que apague el teléfono, posteriormente se dirige a ambos y nos dice que hasta hoy laboramos con ellos, por lo que solicita que abandonáramos el hospital. Le solicitamos los motivos e informa que no los hay, que sólo sigue indicaciones de su superior, la Lic. Gilda Rodríguez.
Documento escrito por enfermera para dejar constancia del despido irregular
Preguntamos al compañero Abraham de Recusros Humanos, que si tiene quejas, a lo cual él responde que no, lanzó el comentario debimos de haber hecho algo muy grave, el doctor en su área y yo en la mía, para ser acreedores del despido. Pregunto si se puede solucionar, a lo que responde que siendo sinceros, a veces sólo hay que moverse en las altas esferas, solicitamos notificación por escrito, que no la hay, que sólo sigue indicaciones y que nos mandarán liquidar con un cheque de 14 mil pesos, y que si nos retiramos por favor, que ya no laboramos y da indicación al compañero de Recursos Humanos que cierre el checador.
El escrito está firmado por Gloria Loera, el doctor Díaz de León y por dos testigos: Víctor Alfonso Almazán y Abraham Márquez.
El lunes siguiente, el personal de salud salió de las instalaciones del hospital para manifestar su apoyo con pancartas y consignas: “Hoy ellos, mañana tú”, “Derechos laborales igual a derechos humanos”, “Defender los derechos laborales es defender la ¡Justicia!”.
El martes 26 de noviembre, alrededor de 500 personas -familias completas- recorrieron las calles de la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo, desde el hospital hasta la Presidencia Municipal, donde hicieron públicos testimonios de pacientes y amigos de Gloria Loera y César Fernando Díaz de León.
Las personas manifestantes gritaron durante todo el recorrido: “Médicos sí, despido no”, “Gloria, aguantea, el pueblo te levanta”, “No están solos”. Y en pancartas exigían “Reinstalación y mejor servicio para la ciudadanía”, “Que vuelvan al servicio”, “Derechos laborales, igual a derechos humanos”, entre otras.
El Sindicato de Salud en el estado de Chihuahua, les ha brindado su apoyo y está atento a la situación de los dos profesionistas, de acuerdo con los dos denunciantes.
ANTECEDENTES DEL HOSPITAL EN EL QUE HA RESISTIDO EL PERSONAL MÉDICO DE GUADALUPE Y CALVO
El hospital comunitario de Guadalupe y Calvo fue construido en 1998, al finalizar el gobierno de Francisco Barrio Terrazas, como un hospital general por las demandas de salud de la ciudadanía, principalmente por los altos índices de muertes por desnutrición y muertes maternas.
Guadalupe y Calvo es un municipio tradicionalmente minero, pero su actividad principal en más de 50 años fue la producción de mariguana y amapola. Actualmente el principal problema es la tala ilegal y desplazamientos forzados masivos, sobre todo de comunidades indígenas rarámuri y ódami.
Cientos de pobladores de esta región, que forma parte del Triángulo Dorado, han tenido que huir para conservar la vida. En la actualidad la violencia se ha recrudecido de nuevo.
El personal de salud del hospital de Guadalupe y Calvo ha sido víctima de la violencia que ha enfrentado la región, sobre todo a partir de 2008 (por la llamada “guerra contra el narcotráfico”). Entre 2011 y 2012 vivieron escenas de terror que obligaron a la mayoría de los médicos a dejar el municipio porque fueron víctimas de amenazas, secuestros, asaltos, entre otros. Otros médicos y enfermeras más han resistido.
Personal de salud apoya a profesionales despedidos
Foto: Cortesía
En ese lapso, el hospital bajó de nivel: de ser un hospital general ahora es un hospital comunitario desde aquella época. Los médicos han atendido a heridos por proyectiles de arma de fuego que pertenecían a uno u otro grupo y sobre todo en aquella época, fueron víctimas de amenazas si no salvaban a sus pacientes. Ginecólogos, pediatras, internistas y otros profesionistas dejaron el hospital y se quedó poco a poco sin personal suficiente.
Se fueron doctores y doctoras con más de 20 años de antigüedad, que habían aceptado vivir en Guadalupe y Calvo para trabajar en ese nosocomio. Eran originarios de estados como Puebla, Guerrero, Baja California, Distrito Federal, Sonora y Chiapas, Jalisco y Chihuahua, según documentó la revista Proceso.
De acuerdo con los datos que ha documentado de Raíchali, en diciembre de 2010 hasta 2012, grupos armados entraron al hospital para intimidar al personal y mantener el control. Algunas veces entraban a preguntar por determinado paciente para asesinarlo ahí mismo, a otro más lo sacaron y lo mataron afuera. En otras ocasiones, sólo ingresaban en grupo con armas, para tomar bebidas embriagantes e intimidar al personal médico.
Médicos y enfermeras tuvieron que hacer frente a la situación durante todo ese tiempo, ya que ni autoridades del nosocomio, ni policías, ni militares, actuaban con prontitud.
Posteriormente, cuando la violencia expuesta bajó, médicos y enfermeras denunciaron actos de corrupción a través de diferentes oficios enviados al sindicato y a las autoridades de salud. Han hecho plantones públicos para exigir medicamento y equipo adecuado, ya que la falta de estos ha ocasionado muertes, principalmente de niñas y niños indígenas.
Desde el 5 de julio de 2009, el personal médico denunció al ex gobernador del estado, César Duarte Jáquez, actos de nepotismo, falta de seguridad física, maltrato, hostigamiento laboral, autoritarismo, lenguaje y trato denigrante por las autoridades del nosocomio, que habían afectado a los pacientes, la mayoría indígenas.
Aquella ocasión alertaron sobre la situación que han vivido y que han arriesgado la vida de pacientes. En febrero de 2012 enviaron de nuevo otro oficio, pero hasta no fue respondido.
Manifestación enfrente de la Presidencia Municipal
Foto: Cortesía
“Esperando que en esta ocasión si se tome en cuenta nuestra petición, no es la primeva vez que se hace un escrito de esta naturaleza basado esto en escrito elaborado en julio de 2009 y recibido por nuestro representante sindical de la sección 52, Rigoberto Machado Lozoya, el 13 de julio de 2009, al cual se le hizo caso omiso”, indicaron en un oficio enviado en 2012, que fue recibido en el despacho del Ejecutivo, y que también fue ignorado.
El oficio en aquella ocasión fue respaldado por 37 firmas dirigido al gobernador el 22 de febrero 2012 y recibido el 11 de abril por la secretaría del despacho del Ejecutivo. Sin embargo, varios de ellos ya renunciaron por miedo, por salud física y mental o porque fueron cambiados de hospital. El gobierno pasado también denunciaron actos que ponían en riesgo la vida de niñas y niños.
Tal fue el caso de cinco menores rarámuri que se infectaron con una bacteria por las condiciones insalubres que había en el hospital durante años. Fueron médicos y enfermeras quienes denunciaron a Proceso, ya que habían fallecido 4 niñas y niños, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) inició una queja de oficio.
Ese mismo año, la CNDH emitió una serie de recomendaciones a las autoridades estatales y municipales. Realizaron algunas remodelaciones y llevaron mejor equipo. Sin embargo, las denuncias por desnutrición han continuado.
https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Recomendaciones/2018/Rec_2018_025.pdf
Han denunciado públicamente el déficit de personal médico durante una década, nepotismo en el nosocomio, pero como respuesta han recibido hostigamiento con cambiarlos de turno, según han denunciado ellos mismos a diferentes a medios de comunicación en los plantones que han efectuado.
De acuerdo con habitantes de Guadalupe y Calvo, Gloria Loera y Díaz de León apoyaron la candidatura de la senadora Andrea Chávez y esa situación puede ser la causa de los despidos, como revancha política.
Raíchali solicitó la versión de la Secretaría de Salud estatal. El área de comunicación social dio a conocer que el área jurídica revisa los expedientes para dar a conocer la información.
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