“Contar y cantar historias feroces”: un taller para romper con los estereotipos de género

**Esta nota fue realizada por  Zona Docs, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.

#FIL2024

En el marco de la Feria Internacional de Libro en Guadalajara 2024 y como parte de las actividades de FIL Niños, se realizó el taller “Contar y cantar historias feroces”, un espacio que buscó crear contra narrativas para que las infancias encuentren su lugar en el mundo, pero sobre todo para que sean libres rompiendo con los estereotipos de género que están presentes en los libros y la música que consumen.

Texto y fotos por Alondra Angel Rodriguez / @AlondraAngelRo

¿Las infancias reproducen estereotipos de género? ¿Dónde aprenden dichos estereotipos? Bajo esas premisas es que en FIL Niños se presentó el taller “Contar y cantar historias”, el cual se desprende del libro “Rula busca su lugar” de Mar Pavón, el cual fue ilustrado por María Girón; en dicho libro se relata la historia de Rula, una niña cuya familia insiste en que su lugar está en casa realizando tareas domésticas y de cuidado; sin embargo,  un día Rula descubre los libros que su verdad su lugar en el mundo, está donde ella decida ir.

En la primera parte del taller se tomó el libro para abordar como la lectura te hace libre, y como independientemente del género y los estereotipos que se le atribuyen a cada persona, podemos hacer lo que nosotras y nosotros decidamos, lo que nos ayuda a salir de las normas. 

Además, se pone particular atención a las metáforas presentadas en el libro para hacer reflexión a partir de canciones, pero sobre todo como de la construcción de las canciones y de la reflexión de las historias que las canciones cuentan.

“Hay esta metáfora de que los libros son como pájaros, preguntamos a los niños porque creen eso y entonces es muy chistoso, porque luego dicen que la forma de las hojas, pero luego también hablan como me da claro los pájaros vuelan y con los libros podemos este imagina yo hablo también un poco como o pienso también como el libro como herramienta de libertad con respecto al conocimiento”, comenta Karina Casillas, tallerista. 

Posteriormente, tomando la metáfora de las aves como búsqueda de libertad se les pide a las y los niños participantes que coloquen en hojas con forma de aves que actividades les hacen sentirse libres. Luego de esto los mensajes y dibujos son colocados en las paredes del espacio del taller

En la parte final se cantaron algunas canciones que buscaban empoderar a las infancias, lo que se hizo con la idea de que cada quien viera que puede ser lo que quiera.

“Esta canción que cantamos tratamos de cambiar estas narrativas a partir de las posibilidades que la verdad es que lo que yo veo que sucede en el taller es que los mismos niños y niñas nos dan las posibilidades”, precisó Karina.

Las canciones que se cantaron en el taller fueron algunas que históricamente han perpetuado estos estereotipos para las mujeres y las niñas, razón por lo que se propuso cambiar algunas palabras para traer una contra narrativa, así lo expresó Citlalli.

“Proponemos un poco cambiar las palabras para que estas canciones entonces puedan como traer una contra narrativa y escribimos también una canción pensando en estas palabras sobre la libertad de los mismos libros que tenemos aquí en el taller y pues terminamos con eso”.

Con respecto a las actividades realizadas dentro del taller Karina consideró que es una manera de desobedecer la norma, pues implicó construir nuevas narrativas para dar nuevas posibilidades a las niñas y los niños:

“En lo personal puedo como interpretar el también salirse de la raya como de las desde la desobediencia, a mí me parece que encontrar nuevas formas tiene que ver un poco con la desobediencia, como romper estas narrativas a partir de las posibilidades que la verdad es que lo que yo veo que sucede en el taller es que los mismos niños y niñas nos dan las posibilidades”.

Con respecto a cómo es que se presentaron las temáticas dentro del taller,  Karina Casillas expresó que más que darles nuevas herramientas que son cosas que las infancias ya conocen, lo que se buscó fue brindarles pistas para poder identificarlas:

“Me parecería un poco como adultocentrista decirles cómo encontrar esas formas creo que ellos saben y tienen las herramientas bueno algunos y creo que entre el diálogo entre ellas mismas es la que les va dando como las pistas”, comentó Karina.

Con respecto al recibimiento del taller Karina expresó que las y los niños que participaron se mostraron muy interesados en las temáticas presentadas, pues participaron de manera activa, ya que les gustó la parte de las canciones, pero más el colocar esto en mensajes escritos en las aves de papel.

“La verdad es que se emocionaron mucho con las canciones y sobre todo con dejar el mensaje (las aves de papel) y leer también los mensajes. Van encontrándose con cosas parecidas a los mensajes que ellos colocaron”, expresó.

Al respecto, Citlali reafirmó estos aspectos positivos y destacó la importancia de estos momentos sensibles que hicieron que este espacio fuera valioso para las infancias:

“Es interesante lo que sucede cuando vienen las escuelas porque al final escribir o platicar de lo que nos gusta y nos hace sentir libres, es un momento sensible y de repente hasta vulnerable. Es un espacio para poder conocer las historias de las otras y de los otros y eso ha sido bonito”, compartió

Y sobre su participación como tallerista Karina se dijomuy contenta de haber estado en este tipo de espacios, pues destacó la importancia de hablar de este tipo de temas para las infancias

“Como que me hizo sentir mucho está importancia de dialogar sobre la libertad con las infancias desde cuáles son sus posibilidades y cuáles son como sus condiciones de libertad me parece muy interesante, me gusta mucho porque escucho muchas cosas y aprendo muchas cosas, de los y las niñas entonces bien, me siento contenta”, expresa la tallerista.

En relación a esto, también consideró que se buscó cambiar las narrativas dentro del ámbito literario, pues la idea era cortar otras historias:

“las narrativas tanto de los de los libros de los que hablamos como de las historias que nos cuentan los niños y las niñas y de las canciones hacen que, con esos lenguajes, ellos vayan más que encontrando, creo que reencontrándose con esas pistas que ellos tienen”, comenta la tallerista.