Visibilizar y recordar: Transforma Colectivx realiza un altar en homenaje y memoria de la comunidad trans
*Esta nota fue realizada por Zona Docs, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Dentro de las actividades del día de muertos, Transforma Colectivx, lx primer colectivx trans en el ITESO, instaló un altar frente al edificio V en memoria de las personas trans que han perdido la vida, con el propósito de visibilizar las vivencias de la comunidad trans dentro y fuera del campus. La iniciativa que surgió tras la organización del evento Ballroom Crystal Kiki Ball, donde sus integrantes se dieron cuenta de la cantidad de personas trans en la universidad, derivó en la conformación de un grupo de apoyo mutuo.
El altar, que fue un esfuerzo colectivo y requirió superar varios desafíos, incluyó una instalación sonora y 93 retratos, 55 de personas fallecidas este año, con el objetivo de invitar a la reflexión sobre la violencia y exclusión que enfrenta esta comunidad en México, donde la expectativa de vida de personas trans es de apenas 35 años.
Este acto de memoria y resistencia, se realizó con la motivación de transmitir a la comunidad trans la seguridad de que no están solas, y que si algún día enfrentaran una tragedia, serían recordadas por su verdadera identidad. El altar representa así un espacio de dignidad y resistencia, un llamado a cuidar y reconocer a las personas trans, quienes, pese a su invisibilización, son parte vital de la comunidad universitaria y de la sociedad.
Por Vanessa Briseño / @nevervb
Frente al edificio V del ITESO, lx Colectivx Transforma, primer colectivx trans en la universidad, instaló un Altar de Muertos en memoria de las personas trans que han perdido la vida, iniciativa que nace de la necesidad de visibilizar las vivencias de la comunidad dentro y fuera del campus. Además, como parte de las actividades de lx colectivx, se elaboró un segundo altar de muertos en “Kenkeni Café”.
Este proyecto fue creado en colaboración con Secuencias Producciones, una productora audiovisual y de eventos con perspectiva queer, bajo la dirección de Arséne Discordia. Más que un acto simbólico, el altar invitó a la comunidad universitaria a detenerse y reflexionar sobre la realidad que enfrentan las personas trans en un país donde su expectativa de vida es de apenas 35 años.
Arséne explicó para Zona Docs que la idea de formar lx colectivx y, por ende, este tipo de actividades surgió durante la organización de la Crystal Kiki Ball en mayo de este año, evento de la escena ballroom liderado, en su mayoría, también por personas trans. “Nos empezamos a dar cuenta que sí, sabíamos que había gente trans aquí adentro, pero no nos conocíamos, ¿sabes? Y no sabíamos cuántas éramos”, comentó Arséne.
Este encuentro permitió a sus integrantes llevar a cabo un sondeo que identificó a unas 50 personas trans en el ITESO, de las cuales 42 se han sumado activamente al colectivx. Desde entonces, se reúnen semanalmente para “conocernos, saber quiénes somos, ubicarnos, apoyarnos”, relató Arséne, quien destacó que el grupo ha servido para brindar apoyo en casos de violencia y ofrecer un espacio seguro para la comunidad.
El altar presentado en el marco de las actividades del 2 de noviembre en el ITESO, es un reflejo de ese apoyo mutuo y de la conciencia que Transforma Colectivx desea transmitir. Inspirado por el trabajo de su colega Gore, quien también realizó un altar durante el Pride, el proyecto busca generar diálogo en torno a la violencia y las condiciones de vida que enfrentan las personas trans en México. “Queremos que se detuvieran y vieran que es un problema fuerte y real, y que dejen de pretender que no lo es”, comentó Arsené. En este sentido, el Altar de Muertos se convirtió en un espacio para recordar, honrar y exigir el derecho de las personas trans a vivir con dignidad y sin temor.
Arséne también relató que el proceso para crear el altar en el ITESO fue arduo, marcado por desafíos para conseguir los materiales necesarios y coordinar los horarios de lxs integrantes de Transforma. “Nos costó mucho trabajo. Fue un trabajo largo conseguir el espacio y ver cómo lo podíamos hacer aquí en el ITESO”, explicó.
Sin embargo, el esfuerzo valió la pena para lx colectivx, ya que era un proyecto que les importaba profundamente. “Sí se siente como un alivio muy fuerte de que sí lo pudimos lograrlo, porque a todo el mundo le importaba mucho, simplemente era un trabajo grande… es un altar grande,” afirmó Arséne, quien expresó satisfacción por haber concretado este proyecto colectivo durante el semestre.
Al ver el altar terminado, Arséne experimentó una mezcla de emociones intensas, pues la imagen de los 93 retratos de personas trans, 55 de las cuales fallecieron este año, es motivo de una gran sensación de tristeza. “Es algo horrible, es horripilante… son personas súper jóvenes, hermosas, y pensar que no han tenido probablemente una despedida digna de este mundo es muy triste”, compartió.
Al mismo tiempo, destacó la belleza del homenaje en sí, como una expresión de dignidad y memoria colectiva. La instalación sonora que acompañó el altar buscaba provocar una reflexión sobre el futuro:
“Esperamos del futuro que no nos gustaría que esta siguiera siendo la realidad… Hay que reconocerla y nombrarla para que la gente vea que es un problema”.
En esa línea, pese a los obstáculos en la planeación y desarrollo del altar de muertos, todas las horas de trabajo colaborativo se hicieron presentes en el altar instalado en la explanada del edificio de arte y creación. Helena, integrante de lx colectivx, expresó haber disfrutado mucho la experiencia, pues la emoción de participar le dió la energía de seguir trabajando, además que le emocionaba ver todo lo que pudieron lograr en equipo pese al poco presupuesto que tenían.
Así mismo, Helena compartió que el altar es una muestra para toda la gente sobre la existencia de las personas trans, de:
“todas las personas trans que hemos perdido, en las muchas que perdemos todos los días y que es parte de nuestra realidad. Que puedan empatizar y que vean que es parte de la vida que vivimos todos los días”, enfatizó.
Por su parte, Sammuel Novelo, quién también es integrante de Transforma Colectivx, compartió que él también había tenido una gran experiencia elaborando el altar pese a los obstáculos, sin embargo, la participación conjunta de todxs en lx colectivx “le da mucha vida al altar y le da mucho sentimiento”, aseguró. Así mismo, Sammuel, como su capañerx Helena, esperaba que su trabajo resonara en quienes lo vieran:
“que estuvieran conscientes de las personas que ya no están, las personas que fueron asesinadas, (…) que supieran que eran personas y que cada una de ellas tenían nombres”, aseguró.
Igualmente, Arséne expresó que esperaba que el altar lograra despertar en quienes lo observaran una reflexión sobre la realidad cotidiana de las personas trans, marcada por situaciones de violencia y exclusión. “Creo que es lo que creo que tiene que pasar,” comentó.
Explicó que las personas trans se enfrentan constantemente a la discriminación y desafíos, desde cuestiones aparentemente simples como encontrar un baño inclusivo en el campus hasta lidiar con una crisis muy fuerte de violencia específica. Para ella, esta visibilización es crucial, ya que muchas personas no comprenden la profundidad de estas experiencias y sus implicaciones emocionales.
Además, Arséne deseaba que el altar transmitiera a las personas trans la certeza de que son vistas y escuchadas, que alguien está al tanto de lo que atraviesan y se preocupa por ellas:
“Me gustaría mucho saber que si a mí me pasara algo así habría gente que me quisiera recordar, pues tal y como soy, con mi nombre, con mis pronombres, de la manera que me visto y pues siendo Arséne.”
Para ella, el reconocimiento de la identidad y la dignidad de las personas trans es fundamental, tanto en vida como en la memoria colectiva, y espera que este altar simbolice esa conexión, brindando un espacio de cuidado y comunidad.
Finalmente, Arséne mencionó la tristeza de pensar en quienes, por falta de visibilidad o reconocimiento, podrían no ser recordadxs si llegaran a perder la vida:
“Pienso, por ejemplo, qué pasaría si yo no estuviera aquí, o qué pasaría si alguno de mis hermanxs, por ejemplo, de ballroom, les pasara algo… probablemente nadie diría nada.”
Este altar, para ella y para las personas que conforman Transforma Colectivx, es un acto de resistencia y un recordatorio de que las vidas trans importan, con la esperanza de que en algún momento, si alguien enfrentara una tragedia, el recuerdo de su identidad perdurará y se honrara.
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