“Estado de Silencio”: un documental que retrata la labor de hacer periodismo en un México dominado por la violencia
*Esta nota fue realizada por (medio=, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
“Estado de Silencio” es un documental que explora el arduo camino de cuatro periodistas mexicanos que enfrentan la violencia del narcotráfico y la corrupción gubernamental en su compromiso por exponer la verdad. Dirigido por Santiago Maza, el filme muestra cómo estos periodistas se arriesgan al llevar al público las historias de las personas sobrevivientes de la “guerra contra las drogas” en México, veinte años después de su inicio. A través de un enfoque íntimo, el documental revela los desafíos que estos profesionales encaran al investigar y denunciar en un país donde el sistema narcopolítico tiene gran influencia.
El objetivo del documental es irrumpir en la visión deshumanizada del periodista, invitando a la audiencia a reflexionar sobre el valor y la vulnerabilidad de quienes informan en contextos violentos. Estado de Silencio permite que el público conecte emocionalmente con sus protagonistas, destacando la importancia de proteger la libertad de prensa como un derecho fundamental. Para el director, este esfuerzo no solo honra el trabajo de las y los reporteros, sino que llama a la sociedad a valorar y defender la labor periodística en México.
Por Vanessa Briseño / @nevervb
“Estado de Silencio” (State of Silence), es un documental que retrata el viaje de cuatro periodistas mexicanos quienes, comprometidos con la verdad en un contexto marcado por la violencia del narcotráfico y la corrupción gubernamental, colocan en riesgo sus propias vidas. A través de sus vivencias, el filme muestra cómo se sumergen en la complejidad de la vida cotidiana de otras personas, quienes aún viven las secuelas de la “guerra contra las drogas” dos décadas después de su inicio.
Su trabajo, además de fungir como puente entre las historias de las sobrevivientes y la exposición de sus vivencias, encaran diversos riesgos al colocarse enfrente de un sistema narcopolítico que domina gran parte del país. El documental dirigido por Santiago Maza no solo es un homenaje a la complejidad del trabajo periodístico en México, sino un llamado a proteger la libertad de expresión, enfatizando la relevancia global de esta lucha y la urgencia de defender este derecho fundamental.
Santiago Maza explicó para ZonaDocs que la motivación que les llevó a crear Estado de Silencio nació del deseo de romper con la inercia de desprestigio y deshumanización que suelen rodear a las personas periodistas en México.
“Queríamos tratar de romper esa inercia de desprestigio contra los periodistas, de la normalización de la violencia, de reducir la violencia contra ellos a números en lugar de la historia y a personas”, compartió el director, resaltando la necesidad de reestablecer una conexión empática con quienes arriesgan su vida para informar.
Con el documental, buscaban sumergir al público en la realidad de estos periodistas, y para ello decidieron abordar la libertad de prensa desde una perspectiva íntima y humana, en lugar de recurrir a un enfoque de reporteo o estadístico.
El acercamiento de Santiago y su equipo a cada protagonista se enfocó en mostrar el equilibrio entre las distintas experiencias y la universalidad de los riesgos que enfrentan, sin importar su región o tipo de cobertura.
“Escogimos estas cuatro historias porque también en estas historias sentimos que hay una cosa como de balance… Independientemente de la región en la que trabajes o del tipo de periodismo que hagas, la violencia siempre prevalece”, explicó. Santiago también destacó que ”al final son miles de historias las que deben ser contadas”, sin embargo, en los testimonios de Marcos, Jesús, Juan de Dios y Mar encontraron no solo un retrato personal de la lucha, sino una representación del mapa general de violencia hacia la prensa en México.
Así mismo, sus vivencias fueron moldeando la estructura narrativa de Estado de Silencio: “pensábamos en hacer esta cosa como que tuviera una estructura coral y entender la parte más de la intimidad y el día a día de los periodistas… entender qué hacen hoy”, comentó el director.
Santiago destacó que el periodismo actual difiere notablemente del de hace décadas. Las y los periodistas de hoy, ya no dependen de oficinas ni estructuras rígidas. Esta realidad les permitió capturar “la esencia” de un periodista “todoterreno” en 2024, alguien que realiza su labor desde el campo, el coche, o cualquier lugar en que se encuentre. Este enfoque les permitió mostrar cómo la información se recolecta y se reporta en condiciones actuales, en un contexto en el que la violencia persiste y los recursos de protección son escasos.
La narrativa del documental también evolucionó conforme surgían nuevas situaciones en la vida de los periodistas. Santiago relató cómo eventos inesperados durante el rodaje, como el ataque hacia uno de los periodistas, les llevaron a reabrir la filmación. Aunque esta constante adaptación forma parte natural del documental, el director enfatizó la importancia de encontrar el momento adecuado para cerrar el proceso y definir un retrato final, mientras las historias de sus protagonistas permanecen activas y cambiantes en su propia realidad.
En ese sentido, el camino no estuvo exento de obstáculos. Desde el inicio, el equipo asumió riesgos significativos, tanto en lo financiero como en lo personal, y enfrentó las dificultades propias de trabajar en zonas denominadas como peligrosas. Santiago recordó que, en los cinco años y medio de producción, la situación de violencia hacia los periodistas no mejoró, y con frecuencia recibían noticias sobre más periodistas que habían sido víctimas de asesinato o desaparición.
“Nunca hubo una esperanza clara de que iba a haber un cambio”, compartió. No obstante, estas circunstancias reforzaron su compromiso con el proyecto y su propósito de concluirlo, para aportar al debate público sobre la importancia de una prensa libre y segura.
Más allá de los obstáculos, el equipo de Estado de Silencio mantuvo siempre consigo el objetivo principal: “hacer que el público general conecte con las y los periodistas” y que se aprecie el valor del derecho a una libertad de prensa protegida.
“Creo que el público de hoy en México y en todos lados está muy acostumbrado a que la información les llegue por sí sola… pareciera que la información emana de forma natural y se nos olvida que leemos puntos de vista”, agregó Santiago, subrayando que esas perspectivas están moldeadas por personas inmersas en las realidades que describen.
Tras un exhaustivo trabajo, el también productor del documental expresó haber sentido una mezcla de satisfacción y pesar al finalizar el documental. Por un lado, él y el equipo se sienten orgullosos del resultado y de haber concluido un proyecto tan importante. Pero al mismo tiempo, mencionó que este es un tipo de película “que no debería existir”, ya que la realidad de violencia y hostigamiento que enfrentan quienes hacen periodismo no debería suceder. Este sentimiento es algo que han percibido también en el público, que suele expresarles una especie de gratitud, hasta cierto punto, incómoda, como “gracias por hacer esta película, pero es una película que no debería existir”.
Santiago remarcó que, como creadores, compartir esta sensación con el público también los acerca a un sentimiento de responsabilidad y respeto hacia las personas a las que han retratado.
También, Santiago ha observado que la película resuena con audiencias internacionales, desde Colombia y Brasil hasta España e Italia, donde el público suele acercarse a comentar que, aunque “medio sabía” sobre esta realidad, no conocía los detalles ni la magnitud de los riesgos que implica ser periodista en contextos violentos. Estas reacciones lo llenan de satisfacción, pues confirma que el documental es, en sus palabras, “una carta de admiración y respeto a todos los periodistas”, un tributo a su labor y un llamado para que el público valore su papel fundamental en la sociedad.
El director finalizó expresando que espera que Estado de Silencio no solo invite a reflexionar, sino que motive a la ciudadanía a involucrarse más allá del consumo pasivo de noticias, transformando la percepción pública sobre las personas periodistas y su trabajo. De acuerdo con sus palabras, “el poder… ha logrado desvirtuar la imagen del periodista”, haciendo que mucha gente piense que “el periodista es como buscapleitos y se mete donde no le toca”, normalizando la violencia que sufren. Si el documental logra que la audiencia se sensibilice ante esta situación, Santiago considera que sería un cambio fundamental.
Él imagina una ciudadanía que apoye al gremio de periodistas, que exija un cambio en su protección, y que colabore activamente con su labor. Para él, esta empatía y apoyo son la base para fortalecer la libertad de prensa y la seguridad de quienes ejercen esta profesión.
“Estado de Silencio” (State of Silence) fue realizado bajo la compañía productora La Corriente del Golfo. Se estrenó este 2024 y ha participado en diversos festivales de cine alrededor del mundo. Desde el pasado 17 de octubre se encuentra disponible en la plataforma Netflix.
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