Tienditas por OXXOS. Así fue la imposición del gigante de Femsa en México
*Esta nota fue realizada por Oxxo, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
En entrevista, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, habla sobre su nueva investigación, donde analiza el crecimiento de las tiendas de conveniencia OXXO y su impacto en la salud y la economía popular
Texto: Kau Sirenio
CIUDAD DE MÉXICO. – Para el director de la revista El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, hace falta mayor interacción entre el productor y el consumidor de alimentos en las ciudades por lo que el Estado tiene que trabajar para que los mercados sean la fuente de alimentos y no los OXXOS.
Su afirmación deviene de una investigación publicad el 16 de julio en El Poder del Consumidor, donde analizan el auge de la cadena de tiendas de conveniencia OXXO que está desplazando a las tiendas de abarrotes en las colonias.
En conversación con Pie de Página, Alejandro Calvillo afirma que este es uno de los principales problemas que enfrentan los ciudadanos, pues la mayoría de los productos que se ofrecen en estos establecimientos son alimentos ultraprocesados, asociados a enfermedades crónico degenerativas, la obesidad y el cáncer.
“Estamos trabajando mucho sobre la epidemia de la obesidad. Tenemos más de 17 años en este tema porque toda la evidencia internacional indica que esto tiene que ver con ambientes alimentarios. En la introducción que hago sobre este trabajo menciono cómo han ido cambiando, desde hace dos o tres generaciones, las tiendas que había en los barrios, que principalmente eran recaudarías donde podías comprar frutas y verduras” recapitula, el periodista.
Los desiertos alimenticios
Entrevistado vía telefónica, el especialista en el mercado de alimentos chatarra señala que, con el tiempo, «vinieron las tiendas de conveniencia, lo que cambió el régimen alimenticio porque desaparecieron las comidas saludables, ahora lo llamamos desiertos alimentarios”.
Calvillo sostiene que el cambio de expendios de frutas y verduras a las tiendas de conveniencia con mucho poder como los OXXOS, también viene con un cambio en los hábitos alimenticios. Esto, porque es lo que la población tiene al alcance.
Ante esto, Calvillo propone:
“El crecimiento de OXXO es enorme. Entonces, nos queda generar conciencia entre los consumidores de que en esas tiendas no van a encontrar productos saludables, pero también a nivel de gobierno y de la propia industria para que empiecen a ofrecer comidas sanas y dejen vender cigarros y bebida alcohólicas”.
Los recursos contra la salud
En su trabajo, Calvillo revisa los distintos procesos legales con los que la cadena OXXO ha esquivado la justicia para seguir vendiendo cigarrillos y tabaco en sus establecimientos.
“El OXXO se amparó en contra de la prohibición de exposición de tabaco, una política recomendada a nivel internacional».
Otro caso, expone los daños producidos por la venta del alcohol: “A mayor punto de la venta de alcohol, mayor consumo, mayor violencia, violencia intrafamiliar, violencia de género, violencia con la infancia y esto daña mucho a los sectores más vulnerables”.
Calvillo es claro, y sostiene que una de las forma para resolver este conflicto tendrá que ser a través de programas del Estado que vuelvan más accesible los alimentos naturales y frescos a la población. Esto, reflexiona, pasa desde mover directamente el producto de central de abastos hacia los mercados de barrios y colonias populares.
Recordó que a mediado del siglo 20 se vendían bolsas de frutas y verduras a precio accesible, “en esos años te vendían esas bolsas a 40 o 50 pesos, pero eran bolsas con alimentos sanos».
La alternativa, dice, sólo será segura si los gobiernos «se comprometen a hacer frente a este capitalismo salvaje que lo único que busca es la ganancia, no importa lo que te venda, inclusive si esto genera daño a la salud».
Este sistema, asegura, además de los daños a la salud merma la economía popular, al afectar a las tiendas de conveniencias. Y aparte, añade, generan basura.
¿No todo está perdido?
Aún con todas estas debilidades, Alejandro Calvillo hace voto de confianza para que estos expendios empiecen a vender frutas y verduras, semillas integrales y cereales, «como se ha hecho en varios países al respecto, también generar más información al consumidor”.
De acuerdo con el reportaje, en México la cadena OXXO “ha logrado abrir una tienda cada 14 horas». Y además, proyecta «establecer una sucursal a 8 minutos de sus potenciales consumidores, trayendo repercusiones en la salud de las personas al modificar el entorno alimentario”.
El estudio, se afirma en el texto, «se hizo con más de medio millón consumidores provenientes de CONAPO, INEGI, y de la propia Secretaría de Salud que muestran que hay una relación entre mayor presencia de tiendas de conveniencia aumenta el índice de mortalidad”.
–-¿Usted cree que se puede hacer frente a este problemas con boicot?
–Mira, la dimensión del problema es mayor, y en un país inmenso es difícil recurrir a este método porque no tiene ni un sentido, pues no vas a tener ni un impacto. Lo que hay que hacer es política gubernamentales.
Y agrega que hay que “retomar experiencias de otros países en donde se invita a estas tiendas de conveniencia a que al entrar tengan una oferta de frutas y verduras en el centro».
Esas acciones, añade, les daban incentivos y reconocimientos a las cadenas comerciales, algo que también invita a los consumidores a que vayan a comprar a estos espacios.
“Secretaría de Salud podría dar un sello que se colocaría afuera de la tienda como señal de que más de la mitad de estos productos están calificadas como saludables”.
Y concluye con una reflexión:
“Donde no haya mercado, que las frutas y verduras se vendan en la tiendas Diconsas para que los consumidores no se enfermen tan seguido como ocurre en las ciudades”.
El reportaje completo lo puedes leer en el siguiente enlace.
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