Música de protesta desde una mirada trans

Música de protesta desde una mirada trans
Foto: Camilo Ocampo

*Esta nota fue realizada por Pie de Página, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


Ariel y su Venadito aparece en la industria musical como una artista emergente que busca denunciar las injusticias contra la comunidad trans, pero también denunciar lo que pasa en su entorno

Texto y fotos: Camilo Ocampo

CIUDAD DE MÉXICO. – Entre sones del Istmo de Tehuantepec y reggaeton chilango, nace un proyecto musical que  busca visibilizar la lucha de la comunidad trans y rescatar la memoria histórica de las comunidades indígenas, así como cuestionar al gobierno por medio de la canción .

Lia Ariel Hernandez Serrano o Ariel y su Venadito, es una artista emergente de 24 años, oriunda de la capital mexicana, pero de sangre oaxaqueña. Toda su vida ha vivido al oriente de la capital, entre Iztapalapa y los límites del Estado de México.

Influenciada por la música de protesta de Silvio Rodriguez y Mercedes Sosa, Ariel se convirtió en una luchadora social que sabe que otro mundo es posible, si se trabaja desde la música.

En entrevista para Pie de Página, Ariel cuenta su historia.

De sonoaxaqueño al reggaetón

Ariel es una artista que comenzó interpretando sones istmeños, pero a lo largo de su carrera ha ido experimentando con géneros musicales como los huapangos, sones jarochos, la ranchera, los boleros, la cumbia y el reggaeton. Su intención es mezclar la música tradicional con la música del mundo.

–¿Cómo nace esta propuesta musical? 

–Yo estaba pasando por una depresión terrible, no sabía hacia qué rumbo iba mi vida y un día me llega una solicitud de amistad de una bailarina de contemporáneo y después de una semana de plática, ya estábamos armando un show, yo sin previa experiencia musical, sin formación vocal (…)  pero tenía  estas ganas de hacer música y hacer algo diferente.

“Después del primer show dije: wow, yo me quiero dedicar a esto, quiero hacerlo toda mi vida porqué llena y  me da esa fuerza que ahorita necesito.”

–¿En qué momento te diste cuenta que la música sirve para hacer un cambio en la sociedad?

–Cuando era más joven, me tocó vivir estos sexenios de Calderon y Peña Nieto,  me daba cuenta de la  represión que había hacía los periodistas, el magisterio, los estudiantes y eso fue formándome dentro de la canción de protesta. Siempre hay que cuestionar al gobierno y siempre he tenido presente que con la música se logran cambios, cuestionar y hacer enojar a la autoridad”.

“Quiero que la música sirva de algo. Yo siempre he creído que la música cumple su objetivo cuando logra una emoción en los seres humanos, y que mejor que una canción que te haga reflexionar”.

Ariel Lia Herndez Serrano, es una artista chilango-oaxaqueña que radica en el oriente de la capital, sin embargo su inspiración siempre es el estado del sur.

Algo más allá que un show

Ariel es una mujer transgenero, que a lo largo de su vida ha visto y escuchado las exigencias de su comunidad, como leyes que dejan libres a transfeminicidas, un sistema que las invisibiliza y malos tratos por parte de personal médico.

– ¿Qué buscas visibilizar?

-Yo quiero visibilizar a mi comunidad, a las mujeres trans y las problemáticas que pasamos. Pero también quiero cuestionar a los políticos, a la clase privilegiada, quiero visibilizar el racismo, el avance de la derecha a nivel global…”

¿Cuáles son los obstáculos a los que te has enfrentado?

–Por ejemplo, cuando me topo con músicos tradicionales que no saben lo que es ser una persona LGBT o no saben diferenciar a una persona homosexual de una persona trans. Cuando conviven conmigo, cuando les explico, les cuento mis experiencias, cuando nos reunimos y fluye el arte y fluye la música, se derriban estas barreras, este odio, prejuicios e ignorancia.

Sin embargo los obstáculos no sólo dentro de la música tradicional, también dentro de la comunidad trans ha tenido que enfrentarse a estereotipos y rechazo por hacer algo que se sale de lo popular.

“Cuando yo me quería presentar en un bar de nuestra comunidad, en el bar Rico, yo pensaba que no me dirían que no, ya que es de nuestra comunidad  (…)  pero me topé con pared, me dijeron que no, porque cantaba música tradicional, que si no me armaba un show drag o algo con mucho show, no me  presentaba. Yo dije, que incongruencia, si somos de la misma comunidad..

“No quiero que sea nada más maquillarme, ponerme las pestañas postizas y subirme al escenario”.

Bajo esta convicción, Ariel ha buscado espacios donde pueda visibilizar su lucha. En ese ir y venir, logró ser la primer mujer transgenero en presentarse en Los Pinos y en el Senado. Desde entonces ha buscado más lugares para exponer las problemáticas a las que se enfrenta ella y su comunidad, que no solo es la comunidad LGTIQ+, sino también el barrio y su historia.

Las raíces y las influencias

Ariel es chilanga de nacimiento, toda su vida ha vivido al oriente de la capital, entre Iztapalapa, Agrícola Oriental y Ciudad Nezahualcóyotl, ese entronque cultural ha sido un pilar importante para formar el proyecto músical, que apenas comienza.

–¿Cómo ha influido el entorno en tu música?

–De alguna manera está esto de toparme día a día con la realidad del barrio.

“En el barrio te topas mucho con que la gente ignora quiénes somos las personas de la diversidad sexual, en especial las mujeres trans.

«Además, te topas con la inseguridad y la droga, pues ahí están los narcomenudistas, que aunque son chiquitos, tú sabes que están aunque no los veas.

«Esa es la realidad del día a día de mucha gente, y creo que eso me mantiene con los pies en la tierra. Puedo ir a cantar  al Senado o  a Los Pinos, pero al final regresar a mi barrio me mantiene”.

Además de ser de barrio, Ariel tiene raíces oaxaqueñas, lo que influye en su música, pues muchas de sus canciones las interpreta en náhuatl, zapoteco y mixteco para reivindicar sus orígenes, por lo cual siempre se informa antes de hacer una interpretación.

–¿Cómo es interpretar temas en un idioma originario?

–Yo siempre soy muy respetuosa de las interpretaciones. Siempre que voy a interpretar una melodía en zapoteco, mixteco o Náhuatl me acompaño de lingüistas que son mis amigos, que me ayudan a como interpretar la canción, la fonética, la pronunciación y  la traducción.

“Lastimosamente las generaciones más actuales, más jóvenes, ya no tuvimos ese acceso a aprender los idiomas originarios que nuestros abuelos hablaban debido a la discriminación. Y perdimos ese acceso a aprenderlos”.

“Taparle el ojo al macho”

En su primer tema escrito por esta artista emergente, en una base de reggaetón, cumbia y un son istmeño, con su voz politonal, narra cuales han sido las dificultades al relacionarse con hombres heterosexuales.

–¿De qué habla tu primer tema? 

-Habla sobre estos vatos con los que me relacioné pero me querían tener en la clandestinidad, que les importaban mucho el ¿Qué dirán? y al final ahí va un dejo de transfobia, al final no nos aceptan como mujeres, al avergonzarse o el miedo de que los juzguen como personas homosexuales-

La historia que la inspiró, está basada en  su relación con un hombre que se dedicaba a la charrería, lo describe como un hombre que cumplía con el concepto de “Macho”, el cual afirmaba que cuando estaba con ella se  sentía libre y se sentía otra persona, después de bastante tiempo de un noviazgo formal, al momento de querer conocer a su familia comenzaron los problemas.

Por preguntas como “¿Qué  dirá mi familia?” y cuestiones culturales muy arraigadas, la relación tuvo que terminar, y esa es solo una historia de las tantas que ha vivido ella y cientos de personas transgénero.

Eso es lo que busca exponer en su primer lanzamiento y con lo que comienza su carrera de compositora de música para denunciar.

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