“Incertidumbre en periodistas jaliscienses, tras desaparición de Jaime Barrera”
*Esta nota fue realizada por Zona Docs, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Durante la administración de Enrique Alfaro se han cometido 69 agresiones contra periodistas y medios de comunicación, así lo confirman los informes anuales que realiza la organización Artículo 19; la preocupación del gremio periodístico sobre su seguridad se hicieron más que presentes tras la desaparición del periodista, Jaime Barrera Rodríguez, quien fue privado de su libertad el 11 de marzo de 2024 en Zapopan, y localizado con vida dos días después en el municipio de Magdalena.
En rueda de prensa, tras la localización de Jaime Barrera, Enrique Alfaro no sólo aseguró que en el estado hay condiciones para ejercer con seguridad el periodismo, sino que además dijo que éste siempre ha sido respetuoso con los medios y los periodista de Jalisco, a pesar de que en reiteradas ocasiones ha utilizado palabras como: “periodiquito”, “pasquín” y “gatilleros” para referirse a medios o periodistas que han sido críticos con su gobierno.
Pero qué es lo que piensan las y los periodistas jaliscienses, qué sensaciones tiene tras la desaparición de Jaime Barrera; aquí sus sentipensares.
Por Aitana Rodríguez / @aitanaerg y Darwin Franco / @DarwinFranco
Fotos: Leslie Zepeda / @lesszep2
La noticia de la desaparición de Jaime Barrera llenó a la prensa de angustia e incertidumbre; entre las y los periodistas que se movilizaron en Plaza Liberación para exigir su localización con vida, existía esa incertidumbre sobre qué pasaría si fueran ellas o ellos, las víctimas, pues en el estado no todos los que ejercen el periodismo tienen un nivel de visibilidad como lo tuvo y lo tiene el titular del noticiero nocturno de Televisa Guadalajara.
José Carlos Toral, profesor de la Universidad de Guadalajara, reportero y amigo de Jaime, compartió su sentir:
“A mí francamente me deja una sensación de incertidumbre. Uno pensaría que una persona así de visible como Jaime no está expuesta como quienes están en la calle reporteando. Entonces, de por sí, estamos en un país con tanta violencia, en un estado con tantas desapariciones y sabemos que cualquier persona está en riesgo, pues ahora, con mayor razón, porque para mí, no hay duda de que esto tiene que ver con el trabajo periodístico de Jaime”.
Por su parte, Siboney Flores, periodista de Animal Político señaló que existe una necesidad de la articulación para poner en marcha de protocolos, mecanismos de seguridad, cuidado y defensa en el gremio periodístico: “no es posible que alguien salga de su trabajo en un programa de radio y lo priven de su libertad sin más… no es posible que nadie supiera por horas de él, no hubo mecanismos no hubo una organización gremial.
Además, la periodista explicó que a pesar de no tener un antecedente histórico de desaparición de periodistas en Jalisco, lo ocurrido es un mensaje del riesgo que lamentablemente persiste para todo el gremio.
“Jaime es un periodista con una trayectoria de 33 años, es un referente del periodismo en Jalisco, es una persona muy pública y el hecho de que lo hayan desaparecido, para mí, es un mensaje claro de que si a él le pasa eso ¿qué nos queda el resto?, al resto que somos más humanos, menos conocidos, menos públicos, menos defendidos por el resto…” compartió.
Otro de los periodistas que se encontraba en la movilización fue Lauro Rodríguez, colaborador en distintos medios de Guadalajara y codirector de El Suspicaz, un medio independiente del sur de Jalisco, éste no sólo expresó su preocupación por el significado de la desaparición de Jaime para el resto de las y los reporteros, sino que señaló el fallo de las autoridades estatales y federales para garantizar la seguridad.
“Si tuvieran políticas de prevención adecuadas, Jaime no habría sido desaparecido, no estaríamos hablando de la desaparición de Jaime… como no estaríamos hablando de la desaparición de miles de personas que hay en el estado de Jalisco; desde ahí estamos hablando de cómo todo está fallando y no, no falló nada más Alfaro, no falló nada más la fiscalía, no falló la Comisión de búsqueda, falló también el Presidente de la República y las anteriores administraciones”.
Agresiones a la prensa en Jalisco, una acción constante
En Jalisco, en los último cinco años, la organización Artículo 19 ha registrado 69 agresiones contra periodistas y medios de comunicación, la mayoría de éstas cometidas por funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno; aunque destacan como uno de los principales agresores del gremio local: funcionarios de la Fiscalía del Estado, así como integrantes de las policías municipales.
A estas agresiones hay que sumarles aquellas que fueron cometidas, a través del discurso del Gobernador, Enrique Alfaro, quien de manera reiterada durante su gobierno ha llamado a medios y periodistas críticos: “medios basura”, “pasquines” e, incluso, “gatilleros de la información”.
En la investigación titulada: “Recuento de las amenazas de Enrique Alfaro al ejercicio de la libertad de expresión de los medios y los periodistas en Jalisco (2019-2022)”, realizada por las académicas de la Universidad de Guadalajara: Gabriela Gómez, Rosa García y Paola Torres, identificaron un total de 25 agresiones verbales cometidas manera presencial o virtual por el Gobernador de Jalisco hacia medios de comunicación y periodistas.
Sin embargo, su análisis fue más allá al recuperar las actitudes agresivas que el político ha tenido con la prensa y los periodistas desde que éste fue presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga y Guadalajara; algunas de las conclusiones a las que llegaron tras analizar sus discursos fue que:
“Respecto a los comentarios de Alfaro Ramírez sobre los medios, se destaca la baja tolerancia que tiene hacia la crítica. Todos los eventos tienen en común que, previamente, se había cuestionado o revelado información, con la cual el mandatario no estaba de acuerdo, y eso parece ser la razón que provoca su desestima a la labor periodística”.
Esa actitud, para las investigadoras deriva en acciones violentas en las que los medios son culpables de muchas cosas; por ejemplo, de generar miedo en la sociedad cuando dan cobertura a hechos de violencia que acontecen en el estado:
“Esto no solo demuestra la falta de capacidad que tiene Alfaro Ramírez para aceptar errores, sino que su Gobierno no ha sabido hacer frente a los grandes problemas que se presentan en el estado de Jalisco. Como podemos observar, su intolerancia y reclamos a los medios y periodistas se han concentrado más en el periodo en que ha sido gobernador del estado. Cuanto más poder ha tenido, mayor es su intolerancia a las críticas de parte de los medios”.
Este estudio sumado a los registros de organizaciones como Artículo 19 sugieren que quienes ejercen el periodismo en Jalisco lo hacen bajo un modelo de tensa calma, pues por un lado salen a trabajar en un contexto con altos índices de violencia en delitos como homicidios dolosos y desapariciones, pero por otro lado se enfrentan a gobernantes intolerantes a la crítica y los cuestionamientos, lo que se traduce en agresiones verbales constantes que quedan impunes.
En Jalisco, las agresiones contra periodistas con mayor visibilidad han sido la desaparición de Jaime Barrera (ocurrida el 11 de marzo de 2024), la agresión con arma blanca contra Susana Carreño (1 de julio de 2022), los ataques con uso de explosivos a las instalaciones del periódico Mural (17 de abril de 2013); sin embargo, es importante no olvidar que también han sido asesinados tres periodistas:
- José Emilio Galindo Robles, director de Radio Universidad de Guadalajara en Ciudad Guzmán, quien fue encontrado sin vida en su domicilio, el 24 noviembre de 2009.
- José Reyes Brambila de Milenio Vallarta, fue asesinado el 17 de septiembre de 2005 en Guadalajara. El reportero de 38 años fue encontrado en la cajuela del automóvil que era propiedad de la empresa en la que trabajaba.
- Jonathan Rodríguez del semanario El Costeño, quien fue asesinado el 15 de mayo de 2017 en Autlán, luego de un ataque armado que sufriera junto a la también periodista Sonia Córdova, madre de Jonathan y directora de información de El Costeño.
Los tres casos, a la fecha, permanecen impunes.
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