El crimen busca oro en las playas de El Patole, Sinaloa
*Esta nota fue realizada por Revista Espejo, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Sinaloa.- En las playas de El Patole, una región costera del municipio de San Ignacio, Sinaloa, el Cártel de Sinaloa hace hoyos, apila arena y usa agua de mar para combinarla con químicos en esas fosas para extraer oro de forma ilegal.
Esa extracción se hace alrededor de la desembocadura del río Piaxtla, el único de los 11 ríos que hay en Sinaloa que no cuenta con presas, pero sí con una alta concentración de empresas mineras sobre la zona serrana.
“En San Ignacio la minería está muy controlada, acosada por el narcotráfico y a esto se han prestado muchos presidentes municipales, principalmente Báez (Iván Ernesto Báez Martínez, ex alcalde de San Ignacio)”, dijo un representante minero que pidió anonimato.
“Muchos pequeños mineros han tenido que dejar la actividad porque les cobran, los presionan, los amenazan o los sacan. Seguimos esperando que las autoridades pongan un alto a esto. Lo hemos denunciado de forma directa, ellos lo saben perfectamente bien”.
Sobre la playa hay motores que sirven como aspiradoras de agua que toman del mar. Esa agua es vaciada en las fosas por hombres que excavan para buscar el oro. El mineral que se extrae de ahí son residuos que han viajado kilómetros por años por la gran actividad minera en la sierra.
Habitantes de El Patole han denunciado esta actividad sin mayor atención de autoridades, provocando el desplazamiento forzado para evitar represalias. Esta región es turística, considerada como un área de surfeo, además forma parte del área natural protegida de la Meseta de Cacaxtla.
Sobre las playas de esta zona hay anidación de tortuga golfina, tortuga negra y tortuga laúd.
Apenas en noviembre del 2023 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales rechazó una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) a Grupo CAXXOR, firma que busca construir un puerto offshore en esta misma región debido al alto nivel de problemas ecológicos que podría causar al área natural protegida.
Sin embargo, la minería en la playa se ha desarrollado de forma amplia, sin que se haya hecho una intervención gubernamental.
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