Se rebelan jóvenes de Celaya contra violencia: “Estamos hartos de sobrevivir”

Se rebelan jóvenes de Celaya contra violencia: “Estamos hartos de sobrevivir”
Foto: Pop Lab

*Esta nota fue realizada por Pop Lab, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


Reprobaron la criminalización a los estudiantes de medicina que hizo medio de comunicación con filtración de Fiscalía de Zamarripa. “No eran narcojuniors”


Por Carmen Pizano y Edith Domínguez

El multihomicidio de seis jóvenes en Celaya movilizó a estudiantes de diversas universidades que tomaron las calles del municipio para exigir justicia y seguridad, además de honrar la memoria de Fabián Orozco Mateos, Jesús Virgilio Orozco Mateos, Bryan Jesús Amoles, Pedro Francisco Mateos Puente y José Eduardo Freire Ortega, todos estudiantes de medicina en la Universidad Latina de México.

«Estamos hartos de sobrevivir, queremos vivir, queremos entregarles un título de egresados a nuestros padres, no un acta de defunción con nuestros nombres», reclamó una estudiante de la Universidad Latina de México.

Los cinco jóvenes identificados tenían entre 18 y 23 años de edad. Dos de ellos son hijos de la ex regidora y ex directora del DIF municipal de Celaya, la panista Fabiola Mateos Chavolla. Uno más es su sobrino.

Durante la marcha de este martes, la comunidad estudiantil sumó a ciudadanía que mostró su apoyo no solo al unir sus voces en las consignas, sino que marcharon hombro a hombro hasta las puertas de la presidencia municipal que encontraron cerradas.

«Tengo nietos estudiando, una de 18 que está en universidad y esa es mi preocupación. Marcho por mis nietos y por los jóvenes que mataron. Mis tres hijos estuvieron en la Universidad Latina», dijo una de las personas que se unió a la protesta.

Sociedad en general se unió a la manifestación convocada por estudiantes. Fotografías de Edith Domínguez


La convocatoria para la manifestación estudiantil comenzó a circular el día lunes, unas horas después del multihomicidio, y aunque después de una reunión privada a la que convocaron autoridades estatales y municipales a líderes de las diferentes universidades de Celaya se intentó cambiar el sentido de la movilización a una marcha en silencio en memoria de los jóvenes asesinado, las consignas y las pancartas para exigir seguridad y justicia no pudieron reprimirse.

«¿En dónde están, en dónde están, los policías que nos iban a cuidar?», «Señor, señora, no sea indiferente, se matan estudiantes en la cara de la gente», «¡Justicia, justicia!», entonaron durante el recorrido.


En el encuentro horas antes de la manifestación estuvieron el secretario de Gobierno, Jesús Oviedo Herrera, y el alcalde celayense, Javier Mendoza Márquez, de acuerdo con información proporcionada por algunos de los jóvenes que estuvieron en la reunión. El compromiso fue realizar reuniones anuales con estudiantes para conocer de las necesidades que tienen.

Sin embargo, no es la primera ocasión que la comunidad estudiantil se moviliza para exigir seguridad, lo han hecho desde hace cuatro años. En 2019, tras el asesinato de Gabriel Luna, estudiante del Instituto Tecnológico de Celaya, miles de jóvenes se volcaron en las calles en una de las protestas más concurridas en la historia del municipio. Se hicieron acuerdos, pero la violencia sigue golpeando a universitarios.

Exactamente hace cuatro años, la comunidad estudiantil de la Universidad de Guanajuato inició un paro de actividades en todas sus sedes para exigir seguridad a las autoridades estatales y municipales, luego del feminicidio de Ana Daniela Vega. Aquí también las autoridades firmaron compromisos y la violencia contra jóvenes guanajuatenses no cesa.


La comunidad estudiantil también reaccionó a la publicación de Milenio León que criminaliza a los jóvenes:

«No eran narcojuniors, eran estudiantes», se escuchó al unísono a las puertas de la presidencia municipal. Pidieron a los medios de comunicación «limpiar los nombres» de quienes fueron sus compañeros.


Tras el hallazgo de los cuerpos sin vida de los jóvenes, antes de que la identidad de cinco de ellos se hiciera pública, ocurrió lo que en rara vez pasa con el pronunciamiento del gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, y el alcalde panista, Javier Mendoza Márquez.

A través de redes sociales, Rodríguez Vallejo habló de reforzar los operativos en la zona Laja-Bajío.

Mientras el presidente municipal panista, Javier Mendoza Márquez, quien busca la reelección, envió un exhorto a la Fiscalía General del Estado para «llevar ante la justicia a quienes perpetraron este artero y cobarde crimen».

Hasta el momento la Fiscalía General del Estado ha identificado a cinco de los jóvenes asesinados el domingo por la noche: cuatro estaban al interior de vehículo abandonado a espaldas del campus Celaya-Salvatierra de la Universidad de Guanajuato, uno más entre los matorrales a unos metros. El quinto cuerpo dentro del automóvil está en calidad de no identificado.


Comunidad exige alto a la criminalización

En el edificio frío y semivacío de la Universidad Latina de México se siente la tristeza, dos moños negros cuelgan del arco de las puertas de la Dirección Académica y la Rectoría. La comunidad estudiantil está de luto, otra vez, ahora por el asesinato de 5 estudiantes de medicina, dos de ellos próximos a graduarse.


Enfundados en las batas blancas con el logotipo de la institución educativa, caminan por los pasillos y jardines los estudiantes de medicina, previo a reunirse afuera de las instalaciones del hospital del IMSS para la marcha a la que se convocó. Algunos de sus compañeros no llegaron a las primeras horas de clase porque estaban en reunión con autoridades municipales y estatales.

Minutos antes del mediodía comenzaron a encontrarse. Primero iría el contingente de la Universidad Latina de México conformada por estudiantes y personal docente, después se formaron los grupos de otras instituciones como la Universidad de Celaya, la Universidad Tecnológica del Centro de México, el Tecnológico de Celaya, la Universidad Lasallista Benavente y el Instituto Tecnológico de Roque.

“Si matan a sus futuros médicos, ¿quien los cuidará?”, podía leerse en la manta que llevaron como estandarte. Al frente de la protesta iban amigos y compañeros de José Eduardo, Pedro Francisco, Bryan Amoles,Virgilio Orozco y Fabian Orozco Mateos.


Ya iniciada la marcha se unió el rector de la Universidad Latina, Carlos José Lemus Muñoz Ledo, quien exigió el esclarecimiento de los hechos para frenar la criminalización de los jóvenes.

En entrevista, el rector rechazó que los estudiantes se dedicaran al tráfico de drogas, como lo afirmó el medio de comunicación de circulación estatal: «No es así, son estudiantes talentosos, próximos a graduarse».

Mario Herrera estudiante de la Universidad Latina de México defendió a sus compañeros: “yo conocía a Pedro, era un tipo agradable, siempre estaba ahí para nosotros, con buenas calificaciones, comprometido con sus estudios, era hasta un poco tímido, tranquilo, no buscaba problemas”.

Hizo un llamado para que no se pierda el enfoque de que eran “cinco doctores que habían dedicado gran parte de su vida a estudiar para ayudar a los demás. Eran simplemente cinco chicos divirtiéndose, haciendo cosas de su edad ,y lamentablemente se encontraban en un mal momento, en un mal lugar”.

“Basta de mentiras, eran estudiantes no delincuentes”, así una doctora del IMSS y del ISSSTE con pancarta en mano salió en defensa de los cinco estudiantes asesinados, mientras veía pasar la marcha de estudiantes.

Reprochó la criminalización: “es lo más fácil para no investigar más allá y dar carpetazo, lo hemos visto una y otra vez”. La doctora compartió que uno de los cinco jóvenes asesinados es amigo de un sobrino, además de que tuvo la oportunidad de conocer a uno de ellos en el quirófano, «era excelente». “Eran niños de bien, que iban a estudiar, con valores», sostuvo.


El rector de la Universidad Latina, Carlos José Lemus Muñoz Ledo habló de la promoción de la paz desde la sociedad civil; incluso citó que es parte de la formación de los estudiantes de la Universidad Latina de México: “asumir la responsabilidad respetuosamente, sin violencia de manera pacífica, es momento de construir la paz…Los estudiantes están asumiendo su responsabilidad porque estamos hartos de la violencia”.

Ofrecen estudiantes servicio social en colonias violentas

«Nosotros como estudiantes universitarios estamos conscientes que el tema de la seguridad no se puede solucionar en este momento simplemente trayendo más elementos o instalando cámaras. Creemos que el tejido social debe reconstruirse», comentó Mario Herrera, líder estudiantil de la Universidad Latina.

El joven estudiante fue uno de los que estuvo presentes en la reunión con Jesús Oviedo y Javier Mendoza Márquez. En el encuentro, desde la comunidad estudiantil, ofrecieron colaborar con las autoridades para fomentar la paz y dirigir sus mensajes a jóvenes que viven entornos violentos, en colonias y comunidades con altos índices delictivos.

«Sabemos que mucha gente que entra a la delincuencia es por temas económicos y buscamos abrir el panorama para éstas personas através de ayuda psicológica, nutrición, doctores, ir a comunidades, a las colonias más afectadas que tienen más -alto-índice delictivo para mostrarles que hay otro camino para tener una mejor calidad de vida».

Dijo que la apuesta es dejar de ofrecer servicio social en instituciones gubernamentales para llevar sus servicios a colonias marginadas y con altos índices de violencia.


Mario Herrera consideró que el entorno de un joven celayense no dista mucho de la realidad que vive la juventud en todo el país, pues la violencia está generalizada, y han ido aprendiendo a convivir con ella.

«Nos sentimos vulnerables todos. Tenemos un tiempo bajo esta realidad en la que aprendimos a desarrollar el sexto sentido y sabemos a qué hora salir, en qué colonias podemos estar y en cuáles no. Podemos darnos cuenta cuándo hacer ciertas acciones, cuándo no es prudente estar en ciertos lugares, es un pequeño miedo que está ahí, no solo en Celaya».

Se atrinchera Javier Mendoza

El colectivo de estudiantes, docentes y sociedad en general, llegó hasta las puertas de la presidencia municipal, donde se encontraba el alcalde, Javier Mendoza Márquez, quien pese a los reiterados llamados de las personas manifestantes, no salió a atenderlas.

«Presidente, se esconde, se esconde y no responde», comenzaron a gritar después de la lectura de un pronunciamiento en voz de una estudiante de la Universidad Latina de México.


En el comunicado que compartió la comunidad estudiantil recordaron que la tarde de este martes no están todos, porque faltan cinco jóvenes que estudiaban para convertirse en médicos.

«Nuestros amigos no merecían despedirse tan pronto, en cada paso que damos estamos construyendo un legado de lucha por la seguridad de cada uno de nosotros como estudiantes y personas».

Comentaron que en la marcha hubo dolor por la pérdida de sus compañeros, pero también encontraron la fuerza de la unidad para exigir a las autoridades un futuro sin violencia.

Seguridad para la comunidad estudiantil y población en general, así como el esclarecimiento del multihomicidio y castigo a los responsables, fueron las exigencias plasmadas en un pliego petitorio dirigido al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; al gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo; al fiscal, Carlos Zamarripa Aguirre; y al alcalde, Javier Mendoza Márquez.

«Qué vergüenza usted mirando y uno aquí luchando», gritaban para que Mendoza Márquez saliera a atenderlos, mientras las puertas de la presidencia municipal seguían cerradas y algunos de los jóvenes comenzaron a pegar y colgar las cartulinas con las consignas que portaron durante la marcha.

Un grupo de líderes estudiantiles tuvieron acceso y un nuevo encuentro con el alcalde y el secretario del Ayuntamiento, Jorge Gámez, a puerta cerrada, mientras el resto de estudiantes comenzaron a dispersarse.

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