Un golpe blando pone en riesgo la transición presidencial en Guatemala
*Esta nota fue realizada por Pie de Página, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Después de levantarse de las mesas de trabajo para la transición del poder en Guatemala, el presidente elector, Bernardo Arévalo, reclama la renuncia de la fiscal Consuelo Porras, quien encabeza una serie de ataques judiciales que buscan impedir que asuma el cargo
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: Movimiento Semilla
CIUDAD DE MÉXICO.- El martes pasado, el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, se levantó de las mesas de trabajo para la transición del gobierno por las acciones judiciales que han iniciado diversos fiscales en contra de Movimiento Semilla, la plataforma política que lo llevó a ganar las elecciones. Su movimienot podría perder el registro, lo que abriría la puerta para el desconocimiento de su victoria en las urnas.
«Es una guerra», dice sobre lo que está pasando Mynor Alonzo, analista político y activista en Guatemala que se formó alrededor de las manifestaciones universitarias de ese país en 2015, mismas que sirvieron de crisol para el Movimiento Semilla.
“El equipo de Semilla se levantó porque insisten que el sistema de justicia y del Ministerio Público no estarían haciendo todo esto si no fuera con la venia presidencial, con la complicidad de la policía nacional civil. Es un doble discurso, que mientras Giammattei sale en el cambio de mando a decir que todo va bien, sus trabajadores hacen todo lo posible por socavar la transición”, explica al respecto Mynor Alonzo, analista político y activista en Guatemala.
Las mesas de trabajo se reiniciarán cuando existan las condiciones políticas necesarias, según dijo Arévalo el pasado 12 de septiembre. Esto incluye la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, así como del fiscal especial Rafael Curruchiche, y del juez Fredy Orellana, quienes iniciaron los procesos en su contra.
Si esto no sucede no habría periodo de transición y simplemente se haría un cambio de mando el 14 de enero de 2024, en el que Arévalo llegaría a un país cuyo estado, desde el punto de vista de gobierno, desconoce.
El pacto de corruptos
Detrás de estos ataques, señala Alonzo, está el Pacto de corruptos, un grupo de políticos, funcionarios públicos y empresarios que se protegen entre ellos para no abandonar el poder político en Guatemala. “Tienen un gran control”, señala. “Previo a las elecciones descartaron tres candidaturas que desafiaron al gobierno actual y que iban en contra su sistema de impunidad. Lo que no queremos es que pase lo que en 2015, cuando se obligó a renunciar a un presidente. El tema es que para esto han manipulado mucho el sistema de justicia a su antojo. Lo mismo hicieron con el sistema electoral. Antes de que empezara esto, no dejaron inscribir a dos candidatos, uno de derecha y otro de izquierda”, dice sobre el poder y los alcances del Pacto.
A partir de que Bernardo Arévalo quedó en el segundo lugar de las elecciones primarias en Guatemala, lo que lo llevó eventualmente a ganar la segunda vuelta electoral, desde los tribunales judiciales de ese país intentaron descarrilar el proceso electoral diciendo que había fraude y problemas con las boletas.
Una demanda injusta
Antes de iniciar la segunda vuelta electoral, este grupo de fiscales intentaron quitar el registro de Movimiento Semilla al acusar de que en su conformación se había usado la firma de personas fallecidas, sin embargo estas acusaciones no se han comprobado y su sanción no recaería sobre Movimento Semilla, sino sobre la persona que aceptó su registro con firmas de personas muertas, comenta Alonzo.
Hace dos semanas, casi un mes después de su triunfo en la segunda vuelta, y después de haber resistido una amplia campaña para desprestigiar el proceso democrático, Arévalo alerta a la opinión pública que los señalamientos de los que es sujeto son parte de un golpe de estado técnico, donde se está instrumentalizando el sistema de justicia para evitar que asuma el poder.
“Lo que es cierto es que la voluntad popular está a favor de semilla y la población tiene ánimos de salir a la calle y está pendiente de hacer movilizaciones, porque sí hay un espíritu bastante grande de inconformidad contra el gobierno y a su vez un deseo de que Semilla asuma el poder”, añade Alonzo.
En Guatemala se encuentra Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos supervisando la transición presidencial. Hace dos días solicitó que el proceso no se viera empañado por.
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