Buscadoras acuden a hallazgo de fosa y Policía de Irapuato responde con detención y amenazas
*Esta nota fue realizada por Pop Lab, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Por Edith Domínguez
“Te faltan unos buenos putazos” fue la amenaza de preventivos municipales a Karla Martínez, integrante de la Brigada Independiente al llegar a una fosa resguardada por la corporación en la comunidad El Conejo
Guanajuato se ha convertido en el estado más violento para los familiares que buscan a sus personas desaparecidas. En en los últimos años han asesinado a 6 buscadoras, 19 más recibieron amenazas, algunas por la labor que realizan en municipios como Irapuato, Celaya, Salamanca, Silao, Pénjamo, Juventino Rosas, Acámbaro y en la capital del estado; otras han sido desplazadas.
Los riesgos para las personas buscadoras se multiplican y algunos se originan desde las propias autoridades, como sucedió en Irapuato, donde un policía municipal sometió y esposó a Karla Martínez, integrante de la Brigada Independiente de Búsqueda.
El agente de la Policía Municipal la amenazó: “ganas no me sobran” de golpearla, le dijo, mientras la seguía insultando verbalmente.
La Brigada Independiente de Búsqueda de Personas fue creada por integrantes del colectivo Hasta Encontrarte ante la indiferencia de la autoridad por buscar a los ausentes. A la fecha, han encontrado 180 cuerpos en búsqueda forense, realizada en las fosas clandestinas localizadas en el estado.
El jueves 14 de septiembre se encontraban en búsqueda en una zona rural y a escasos kilómetros la policía municipal de Irapuato hizo un hallazgo forense (en una fosa). Las integrantes de la Brigada acudieron e intentaron llegar al punto porque podía ser su hermano, padre o madre desaparecida.
Además, en el Protocolo Homologado de Búsqueda indica que “todas las victimas tienen derecho a participar en la búsqueda de su familiar desaparecido”, y ser observadoras de los hallazgos forenses es parte de su derecho.
Pero los policías de Irapuato, presuntamente por una orden que recibieron, esposaron a dos buscadoras que intentaron ejercer este derecho. Al estar detenidas, fueron amenazadas y agredidas verbalmente, luego de “unas vueltas” y recibir un mensaje -“otra orden”- las regresaron a la misma zona donde las detuvieron.
A la criminalización que por este tipo de incidentes han vivido, se suman las pérdidas de varias de sus compañeras que han sido asesinadas.
Teresa Magueyal, integrante del colectivo “Una Promesa por Cumplir” fue la última madre buscadora asesinada el 2 de mayo del presente año en Celaya.
María del Carmen Velázquez del colectivo “Madres Buscadoras de Personas Desaparecidas en Pénjamo” fue asesinada el 8 de noviembre del 2022 en Abasolo.
Francisco Javier Barajas Piña, integrante de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas del estado y hermano de la maestra Lupita, desaparecida y posteriormente localizada sin vida en la fosa más grande hasta ahora encontrada, en Salvatierra, fue asesinado el 29 de mayo del 2021.
El 29 de julio del 2022 fue asesinado en la entrada de su casa Jorge Ulises Cardona Zavala del colectivo de Búsqueda de León. Dos años antes, el 16 de octubre del 2020, fue asesinada su madre, María del Rosario Zavala. Ambos buscaban a su hermano e hijo, Yatziri Misael, de 16 años de edad, quien permanece sin ser localizado.
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