Falla de jueza otorga reposición de juicio a sacerdote acusado de pederastía en Irapuato
*Esta nota fue realizada por Pop Lab, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
La abogada de la víctima denuncia el incumplimiento de asistencia psicóloga ofrecida por el obispo de la arquidiócesis de Irapuato, a quien acusa de “meter las manos en favor del padre”.
*Por Fabián Sánchez
Con información de Edith Domínguez
Una violación procesal que no trae sanción a su autor, ha dejado a la víctima de corrupción de menores a merced de la revictimización, mientras que al presunto pederasta otorga una nueva oportunidad para defenderse.
En enero del 2021, Luis Esteban Zavala, tercer sacerdote adscrito a Irapuato, fue condenado a 65 años y tres meses de cárcel al encontrarlo culpable de los delitos de violación, espuria calificada y corrupción de menores.
Pero la falta del registro de la cédula profesional dentro de la Dirección General de Profesiones, de la defensora del sacerdote, abrió una grieta, que fue aprovechada por la nueva defensa del acusado, que con un amparo obtuvo la reposición del juicio que inició el 10 de agosto.
Pese a que el tribunal colegiado hizo el señalamiento de que la violación procesal vino específicamente del juez que estuvo a cargo de las audiencias, no se contempla ninguna sanción administrativa o interna en contra del funcionario.
Aunque las autoridades mencionan que este error ya fue “subsanado”, la realidad tanto para la víctima como para su madre es distinta, las secuelas que hasta el día de hoy persisten han provocado que la víctima haya atentado contra su propia vida.
Por otro lado, Dalia Ramírez, asesora legal de la afectada, dejó en evidencia el doble discurso de Enrique Díaz Díaz, obispo de la arquidiócesis de Irapuato, ya que tras la condena otorgada al sacerdote Zavala, este dijo asumir un “compromiso de transparencia”, así como brindar asistencia psicológica las víctima, sin embargo, sus palabras no se han visto reflejadas en hechos.
“La iglesia nunca se ha acercado a dar una atención, ayuda o una consolación para la madre y específicamente asistencia psicológica para la menor”, dijo.
Por ello y su intromisión en el proceso, así como el “pago de prensa y asesoramiento legal” en favor de Esteban Zavala, Dalia Ramírez conminó al obispo a hacerse a un lado y apegarse a los valores que su cargo representa.
Repetir el horror
Frente a una nueva jueza, la víctima tendrán que volver a presentar las pruebas que dieron lugar a la sentencia dada previamente al victimario, situación que para la abogada Ramírez coloca a los agraviados en una situación vulnerable.
“Esta reposición genera revictimización, lamentablemente nosotros estamos corriendo el riesgo de volver a afectar a la víctima directa y a la indirecta, además de vivir un proceso completamente difícil para la menor”, explicó Dalia Ramírez.
De acuerdo con la abogada, tras darse a conocer a los involucrados la reposición del juicio, los afectados se cuestionaron: “¿Cuántas veces más tenemos que presentarnos ante un tribunal a volver a decir todos estos agravios? Que a decir de ella son “circunstancias completamente descriptivas de una escena de horror”.
Por ello la abogada señala la importancia de que los afectados cuenten con la atención psicológica adecuada ya que al exponerse nuevamente al juicio las “heridas vuelven a abrirse”.
Para Dalia Ramírez, la reposición del juicio servirá para reafirmar la verdad de la víctima y acreditar de nueva cuenta que el sacerdote es merecedor de esa sentencia.
“Que el obispo deje de meter las manos”
Tras la condena del sacerdote Esteban Zavala, el obispo Enrique Díaz Díaz, aseguró que colaboraría con el proceso, además de brindar asistencia psicológica y el apoyo necesario a la víctima, algo que de acuerdo con Dalia Ramírez es mentira.
“Nunca han (iglesia) tenido ese acercamiento, considero que el obispo está mintiendo, Enrique Díaz no es una persona cercana a estas causas, aún sabiendo que se derivaron completamente de un ejercicio eclesiástico bajo su tutela”, mencionó.
De acuerdo con Dalia Ramírez, que el obispo dijera no tener conocimiento de que estos delitos eran cometidos en templos bajo su cargo, pese a que él sabía con anterioridad sobre esta situación, es una muestra de su actuar “omiso y frío”.
“Debe enfrentar completamente su responsabilidad por haber sido omiso en todos estos agravios en contra de la menor”, explicó la abogada de la víctima. Por ello, la defensora pidió al obispo conducirse conforme a la verdad, y “dejar de meter las manos en el proceso” en favor del sacerdote.
“Nos vamos a encargar bajo un proyecto muy grande y ambicioso para que el obispo pueda comparecer ante la autoridad y ahora si hablar”, reveló la abogada.
Sin comentarios aún.