“Síndrome de la mala madre” y su impacto en las mujeres

“Síndrome de la mala madre” y su impacto en las mujeres
Foto: Revista Espejo

*Esta nota fue realizada por Revista Espejo, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.

El síndrome de la mala madre es un conjunto de sentimientos negativos que afecta a muchas madres y las hacen dudar sobre su maternidad

María es madre soltera. Tiene una niña de 5 años y un niño de 9 años de edad que a veces se vuelven un gran torbellino de travesuras muy difícil de controlar. En su día a día es común encontrar las paredes de su casa con algún que otro dibujo o el piso de la sala lleno de tierra y lodo.

Ella suele recibir críticas disfrazadas de “consejos” sobre la crianza de sus hijos por parte de su familia y personas cercanas. Le aconsejan que debe tener más tiempo libre para llevarlos a pasear y jugar con ellos, le recomiendan que les dé de comer ciertos alimentos o suelen llamarle la atención por llevarlos a su lugar de trabajo en ocasiones.

Aunque no lo dice directamente, estas críticas sobre la crianza de sus hijos dañan mucho su autoestima, pues a veces siente culpa o siente que no está haciendo bien su tarea de “ser madre”.

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Sin saberlo, María tiene el “síndrome de la mala madre”, un término que no ha sido oficializado por la psicología, pero que se ha popularizado en los últimos años debido a su impacto en muchas madres.

El rol de la mujer ha cambiado durante las últimas décadas. Contrario a lo que sucedía en la antigüedad, ahora las mujeres forman parte de la vida activa de la sociedad en diversos ámbitos como el laboral, cultural, político o académico, sin embargo, para muchas ha sido difícil cumplir este papel sin que sentimientos negativos las afecten haciéndolas pensar que no están prestando suficiente atención a su familia.

“En esta distorsión cognitiva constantemente estamos cuestionando si somos buenas madres y regularmente nuestros pensamientos apuntan a que no lo somos. Pueden aparecer sentimientos de insuficiencia, de culpa, de inutilidad, ansiedad, cansancio, tristeza y sentimiento constante de insatisfacción”, explicó la psicóloga Rubí Montoya.

La especialista mencionó que el “síndrome de la mala madre” está relacionado con los estereotipos sociales que se le aplican a la maternidad, pues socialmente se ha establecido que las madres deben ser abnegadas, deben renunciar a su individualidad y dedicarse completamente a la crianza de los hijos.

“En mi consulta privada y en pláticas informales con otras madres, me he percatado que es muy común el sentimiento de insuficiencia hacia la crianza de los hijos. Es por ello que muchas mujeres, en algún momento de nuestras vidas, nos llega a invadir el sentimiento de culpa por disfrutar de nuestro trabajo, de momentos de ocio a solas o acompañadas sin nuestros hijos”, dijo.

Tal vez sea este estereotipo por el cual en Sinaloa de cada 100 madres de 15 años o más, solo 47 están económicamente activas, de acuerdo al INEGI.

El síndrome de la mala madre es un tema de género, explicó la psicóloga, pues si bien también hay padres que llegan a tener este sentimiento de insuficiencia, son las mujeres quienes lo presentan en mayor medida e intensidad debido a los estereotipos sociales.

“A la madre se le hace responsable completamente de la maternidad y a los padres se les da una función de proveedor, aún cuando esta sea compartida con la madre, las funciones de crianza y tareas domésticas no son compartidas”, mencionó.

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Según una encuesta realizada por la cuenta de instagram Mami Tasking, una comunidad que agrupa a más de 85 mil seguidores, 9 de cada 10 mujeres se sintieron malas madres en algún momento de su maternidad.

Para combatir estos sentimientos, las mujeres pueden empezar con eliminar la necesidad de cumplir con los roles, exigencias y expectativas altísimas que tiene la sociedad sobre ser madre.

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Por su parte, la psicóloga Rubí Montoya recomendó trabajar en terapia y con la ayuda de un profesional de la salud mental para eliminar estos sentimientos negativos de insuficiencia y tristeza que hacen sentir a las mujeres como “malas madres”.