«Me hice maestra para luchar por la dignidad»

«Me hice maestra para luchar por la dignidad»
Foto: Especial

*Esta nota fue realizada por (MEDIO), parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


En entrevista con Pie de Página, la maestra Eva Hinojosa, nueva secretaria general de la CNTE en Michoacán, reflexiona sobre los retos de ser una maestra de a pie, y al mismo tiempo encabezar la lucha por los derechos laborales desde una de las secciones más grandes del magisterio democrático

Texto: Alejandro Ruiz

Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO. – ¿De qué hablamos cuando decimos que hay maestros de a pie? ¿Qué características, principios, debe tener un maestro para ser nombrado así?

Tal vez el ejemplo más claro es la maestra Eva Hinojosa. Su vida, su militancia, son el reflejo de alguien que, desde la base, siempre ha tenido claro el rumbo de su profesión.

«Yo me hice maestra, primero, por pasión. Pero después decidí seguir por una cosa muy sencilla: luchar por la dignidad», dice la maestra en entrevista con Pie de Página.

Eva no es una docente cualquiera, aunque su sencillez pueda confundirnos. Eva es ahora la secretaria general de la sección XVIII del SNTE-CNTE en Michoacán.

De la base a la dirección

Egresada de la normal superior, en 1993 Eva Hinojosa termina su licenciatura en pedagogía. Pasa de ser normalista, a maestra.

«Yo desde muy chica vi las necesidades. Crecí con muchas necesidades familiares y educativas, y eso me sensibilizó. Desde que terminé la licenciatura, la conciencia me fue llevando a sentir las necesidades, y hacer algo ante eso».

Al terminar su licenciatura, Eva no dejó pasar mucho tiempo, y en 1996 llega a la escuela, y región, que, dice, la formó políticamente. La maestra lo cuenta con entusiasmo:

«Llegué a la región Pátzcuaro, a una escuela de Zinapécuaro. Ahí muchas escuelas carecen de infraestructura y tienen múltiples problemas, algo que es constante en todo el estado de Michoacán».

A partir de ese momento, dice, su labor docente comenzó a vincularse a exigencias concretas en la lucha por la mejora de las condiciones de educación de la comunidad donde trabajaba.

«Comenzamos a luchar, a participar en el activismo. Tuvimos, inclusive, mesas con gobernadores para resolver las problemáticas. Desde ahí los compañeros de la Coordinadora nos están apoyando. Siempre luché desde la base, siempre lo he hecho», recuerda.

La historia de la maestra, su participación política y la formación de su conciencia social no son nada más un producto espontáneo, sino el resultado de una histórica lucha de la Coordinadora y el movimiento democrático del magisterio michoacano.

A formar los cuadros: en la calle la protesta, en el aula la propuesta

Desde sus orígenes como movimiento democrático, el movimiento magisterial michoacano tuvo como centro ideológico una estrecha relación de dirigencias y bases.

Por ejemplo, desde la creación de su Proyecto Político Sindical en los 90, bajo el liderazgo histórico del profesor Javier Acuña, la sección XVIII estableció que las aulas eran un espacio político. El profesor, por ende, tenía que ser un cuadro capaz de mediar la realidad educativa, y social, de las y los alumnos y el entorno.

Es decir, las partes más avanzadas dentro del magisterio también se encargan de formar políticamente al resto de las y los trabajadores, quienes cotidianamente resisten desde los salones de clase e impulsan el Proyecto Político Sindical.

La maestra Eva es producto de esto: una maestra de pie, que ahora asume la conducción y dirección de un proceso.

«Ahora que estoy en la dirección del sindicato, tengo claro que mi tarea es la misma que hacía cuando estaba en la base: defender, apoyar, emprender una lucha para que se reconozca la dignidad del magisterio y los derechos de los niños», comenta.

Para ella, venir desde una lucha de base. Venir de las carencias de los salones sin piso, o infraestructura, «venir del pueblo es algo que no debemos olvidar, porque ahora que podemos impulsar las cosas, lo haremos pensando en esas escuelas que no tienen nada, en esos niños que no pueden tener garantizados sus derechos, y en esos maestros que trabajan incansablemente».

Mujer, sindicalista y maestra

La maestra Eva reflexiona sobre el día del maestro. Para ella, más allá de los festejos institucionales, una forma de «celebrar» a la docencia es reconociendo su dignidad, pero sobre todo sus derechos.

«En Michoacán tenemos muchos pendientes, y este 15 de mayo iremos a la marcha nacional de la Coordinadora para exigir que los resuelvan: basificación de los compañeros de nuevo ingreso, convocatorias tripartitas, solución de trámites administrativos, que se le pague a los jubilados, federalización de la nómina, reactivación de las claves escolares, pago de seguro, presupuesto eficiente».

Además, agrega, su gestión a cargo de la Sección XVIII será una que, al fin, priorice los derechos de las mujeres, de las maestras, y busque la equidad de género.

Pero sobre todo, añade la maestra Eva, su trabajo «seguirá estando del lado del pueblo, con el pueblo y para el pueblo».

«Quisiera decirle a todos los niños, a mis alumnos, que sus profesores, sus maestros, luchamos diario. Luchamos con el compromiso de dejarles mejores condiciones para su educación, para sus comunidades. Condiciones que por derecho les pertenecen».

Al final, concluye, la labor cotidiana del maestro, más allá de las clases, es dotar a los alumnos de herramientas para exigir sus derechos.

«La educación es el arma para enseñar a no recibir migajas. Pero todo el pueblo somos fuertes si somos conscientes. Y para eso estamos los maestros».

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