“El desabasto de medicamentos psiquiátricos puede ocasionar una grave crisis sanitaria”
*Esta nota fue realizada por Zona Docs, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Ericka y Odette están padeciendo los efectos del desabasto de medicamentos psiquiátricos para la atención de la salud mental de sus familiares; específicamente, señalan lo complejo que es adquiriéndole clozapina.
Para exigir el acceso a estos medicamentos, Ericka impulsa la campaña #NosFaltaClozapina con la que busca el apoyo de las autoridades mexicanas, debido a la falta del medicamento desde principios de enero en México.
La campaña que comenzó en redes sociales fue creada por integrantes de México SOS, los cuales son familiares de pacientes diagnosticados con esquizofrenia resistente o refractaria y psicosis crónica en el país. Su única exigencia es que las autoridades encargadas atiendan el caso, antes de que se convierta en una crisis sanitaria.
Por Aletse Torres / @aletse1799
En 2014, el hermano menor de Odette fue diagnosticado con esquizofrenia refractaria y desde entonces le recetaron clozapina para tratar la enfermedad. No obstante, en enero de 2021 sufrieron el primer desabasto del medicamento, el cual sólo duró ocho meses.
“Tú hablabas a la farmacéutica y te contestaban, te daban un tiempo estimado u opciones de otras farmacias y te quedabas con más calma”expresó Odette.
No obstante, el desabasto reapareció a principios del 2023 dejando a miles de familias sin la posibilidad de conseguir el medicamento y “cazando” en distintas entidades de la República Méxicana.
La familia de Odette compró las últimas cajas en noviembre del 2022 debido a que en el hospital les recetan cada tres meses. Lamentablemente, sólo les quedan algunas pastillas y ninguna farmacéutica les tiene una respuesta: “Nos da mucho miedo no conseguir el medicamento, mi hermano no puede vivir sin él”.
La clozapina es un medicamento antipsicótico que se utiliza para tratar la esquizofrenia resistente o refractaria y otras formas de psicosis crónica. Es considerada como un medicamento sin reemplazo.
Asimismo, no es un medicamento de primera línea para el tratamiento de la esquizofrenia sino que se reserva para casos de esquizofrenia resistente o refractaria a otros tratamientos.
#NosFaltaClozapina es el nombre de la campaña creada con el objetivo de exigirle a las autoridades una respuesta sobre la escasez del medicamento y de ser necesario, solicitar el apoyo internacional para obtener una reserva.
Ericka López, madre integrante de México SOS, puntualizó que debido al desabasto nacional ha cronometrado el empeoramiento de sus seres queridos, mientras se enfrentan a conflictos políticos y económicos que nos impiden acceder al tratamiento.
Asimismo, la escasez generó un aumento repentino del precio de la clozapina del 500% también nos ha dejado en una situación aún más difícil. Sin embargo, Ericka explicó que este tipo de medicamento no se vende en línea por su control, lo cual podría tratarse de una farsa:
“Este no es un tipo de medicamento que te venden en todos lados, es de mucho control. Entonces, podría poner en riesgo la salud de otros pacientes recién diagnosticados o familiares desesperados”.
El problema tiene también un componente político-empresarial, pues la Secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) realizó diversas inspecciones en las instalaciones de Psicofarma, principal empresa productora y distribuidora de clozapina en México.
En esa revisión detectaron irregularidades sanitarias como contaminación por residuos y fallas en los registros de sustancias activas; por ello, COFEPRIS sancionó a la empresa e, incluso, le ordenó cerrar sus líneas de producción, lo que fue una de las causas del desabasto, pero no por falta de medicamentos en sus bodegas, pues a decir del Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, la farmaceútica “escondió su productos de venta en el sector privado como una forma de presionar al gobierno para que se le retiren las sanciones en su contra”.
Psicofarma, a decir del Gobierno Federal, es una empresa monopólica que vendía al Estado mexicano los medicamentos para diversas enfermedades mentales, pero que tenía meses sin cumplir la entrega de fármacos; de ahí, que se le hiciera una inspección.
Para Ericka todo estos problemas dejan en mayor vulnerabilidad a las familias, así como a las y los pacientes que requieren los medicamentos: “No hay una transparencia clara, entre los psiquiatras te enteras un poco de lo que está pasando, pero te pones a investigar y no existe la claridad para las familias”.
Por su parte, Odette comentó que la atención en las farmacias se ha caracterizado por su “insensibilidad” hacia las familias: “Nos dicen que no tienen el medicamento, pero no nos dan una solución. Solamente me dicen que la busqué en cada farmacia”.
Esto también contrasta con las versiones oficiales que aseguran que en el sector salud sí hay estos medicamentos y que ya se está haciendo algo para ayudar a quienes los adquieren en el sector privado, así lo aseguró López Gatell en rueda de prensa, el pasado 28 de febrero.
“Estamos trabajando ahorita en un mecanismo en el que el sector público, donde sí tenemos los medicamentos, pueda recibir a las personas que normalmente se atienden de estos padecimientos en el sector privado, de modo que de manera expedita se les puedan también surtir recetas en el sector público, no vamos a mandar medicamentos al sector privado”.
Las consecuencias cronometradas del desabasto de clozapina
A finales de 2022, el nivel de desabasto de la compra pública aún se ubicaba en ub 30% respecto a su comportamiento histórico, esto de acuerdo a datos del Instituto Farmacéutico; esto significa que, probablemente, el mercado se quedará, como en 2021, sobre los mil 320 millones de piezas adquiridas; dibujando un panorama preocupante en 2023 y 2024, años que pueden tener condiciones parecidas a los pasados: “No se trata de sólo un medicamento, son vidas en riesgo”, señalaron.
La suspensión de los medicamentos antipsicóticos es factible para pacientes con enfermedades psiquiátricas graves, pero suspender o cambiar los antipsicóticos requiere una derivación a un especialista. Sin embargo, el retirarlo de forma abrupta puede ocasionar efectos de rebote colinérgicos, trastornos de movimientos severos y descompensación.
Odette compartió una experiencia que tuvo con hermano cuando no tomaba el medicamento, sufrió episodios psicóticos y era violento con las personas a su alrededor.
Igualmente, Ericka expuso que las consecuencias van desde un daño neurológico que corren los pacientes y concordó en que los familiares que conviven con ellxs pueden sufrir algún tipo de agresión.
Ambas familiares, le exigen a la autoridad que se le garantice a las familias la obtención y distribución de forma urgente del medicamento: “Las próximas semanas esto se convertirá en un riesgo sanitario latente, uno que pudieron prevenir a tiempo” sentenció Ericka López.
Finalmente, expresan que ignorar las enfermedades mentales puede ocasionar una grave crisis sanitaria en el país.
En enero de 2016, los medicamentos psiquiátricos registraban un abasto de 98% en las instituciones de salud públicas, según datos del Mapa de Desabasto del Instituto Farmacéutico de México (Inefam), pero para enero de 2022, el abasto de esos fármacos cayó a 64% en todos los medicamentos psiquiátricos utilizados para atender la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia, entre otras enfermedades. En este año, aunque no se han presentado datos, la escasez es aún mayor.
Esta apatía para resolver el desabasto resulta “dolorosa” para las y los pacientes, así como para sus familiares, ya que representa un obstáculo más para obtener un tratamiento digno y sin estigmas.
“Espero que puedan tener una solución pronto, porque no somos las únicas personas que están pasando esto y no dimensionan las consecuencias individuales y colectivas del desabasto” concluyó Odette.
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