Defensores del bosque denuncian tala clandestina en Ixtacamaxtitlán
*Esta nota fue realizada por Lado B, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Integrantes de las organizaciones Pueblos Unidos en Defensa del Bosque, Comité Probosque Mexcaltepec y Protección Ambiental Tepexoxuca, de Ixtacamaxtitlán, en la Sierra Norte de Puebla, denunciaron que el pasado 31 de enero encontraron varios camiones cargados con entre 10 y 12 toneladas de madera cada uno, sin los permisos correspondientes para la tala y comercialización.
Los habitantes llevan al menos diez años defendiendo el bosque y luchando contra la tala clandestina que ya ha causado impactos negativos en el medio ambiente.
Diana Pérez, asesora del ejido de Mexcaltepec e integrante del Consejo Tiyat Tlali y del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC), relató en entrevista que el 31 de enero se hizo una asamblea en la cual decidieron poner un portón en la parte alta del ejido de Mexcaltepec, en un área conocida como Ítamo, para impedir la salida de vehículos cargados de madera dentro del territorio de bienes comunales del ejido.
En ese momento se dio la confrontación, pues los defensores retuvieron a quienes se llevaban la madera, tanto a conductores como cargadores. La policía estatal llegó y logró detener a las personas que iban en los camiones, llevándolos a la comisaría de Libres, donde estuvieron sólo un par de horas para después ser dejados en libertad.
De acuerdo con un comunicado difundido por las organizaciones comunitarias, al momento de impedir la salida de los camiones, la persona que dijo ser dueña del predio y las personas que trabajaban con él dijeron que dos defensores del bosque tenían ya Carpetas de Investigación (CDI) abiertas.
La preocupación de quienes cuidan los árboles aumentó porque en ese momento les dijeron que “el problema se resolvería si desaparecía Claudia Moreno Alba o Pedro Suárez Martínez, integrantes de la organización defensora del bosque. Amenaza directa realizada enfrente de los pobladores el día de los hechos.”
Los defensores del bosque señalaron en el mismo comunicado a Epigmenio Rodríguez Rivera y a Guillermo Juárez Moreno como los principales taladores no sólo de terrenos particulares sino de la tala clandestina dentro del área protegida por los bienes comunales. También evidenciaron que cada vez que las autoridades competentes, en este caso la Profepa y la Conafor, van a revisar si todo está en regla, en teoría tienen todos los papeles y permisos correspondientes.
Los conflictos más fuertes empezaron hace casi un año: el 22 de febrero de 2022 la delegación en Puebla de la Profepa resguardó con el comisariado ejidal material en cuya obtención había encontrado irregularidades. Desde diciembre del mismo año se acordó que se pondría un portón en Ítamo para cerrar el camino en el cual los camiones sacaban ilegalmente la madera.
El bosque en peligro
La zona donde está el ejido de Mexcaltepec, en Ixtacamaxtitlán, pertenece a la cuenca del río Apulco, y es una región boscosa importante pues incluso hay ejidos dedicados al aprovechamiento forestal: esto significa que se talan los árboles y se vende la madera pero de madera controlada, reforestando cuidadosamente, demostrando que sí se puede vivir del bosque sin destruirlo.
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Diana Pérez, asesora del IMDEC, explicó que los procesos de tala clandestina tienen al menos diez años, y es preocupante pues en la región también hay numerosas concesiones mineras que amenazan el medio ambiente. Pero fue concretamente hace al menos un año que los defensores del bosque empezaron a reconocer una intensificación de la tala, tanto legal como ilegal.
“La discusión principal es que no tienen certeza sobre los permisos de aprovechamiento otorgados en su territorio, y están viendo los procesos de deforestación del bosque, de bienes de uso común, del ejido de Mexcaltepec. Entonces, pues eso, sale la madera, salen camiones cargados con madera en trozo y llevan documentos pero no hay la certificación para corroborar que la madera se extrajo del lugar del que tiene el permiso”, dijo.
Las organizaciones comunitarias han optado por la vía institucional, acudiendo a instancias tanto estatales como federales, buscando a Profepa y Semarnat, y teniendo reuniones y mesas de trabajo. “Tienen estos años defendiendo (el bosque) por una vía legal y pacífica. Lo que sucedió el 31 de enero es que decidieron cerrar esa entrada porque empezaron a tener problemas con los camiones cargados de trozo porque también empezaron a romper tubería y a romper el adoquín de su calle principal. Entonces, deciden cerrar esa también para frenar la extracción de tala”.
Pese a que las autoridades han hecho visitas de inspección y revisiones, no se han fincado responsabilidades contra ninguna persona. Las organizaciones comunitarias evidenciaron también el daño ambiental poniendo como ejemplo lo que pasa en Tepexoxuca, donde hace diez años había 24 manantiales, de los cuales sólo quedan 7.
Finalmente, las organizaciones comunitarias de Ixtacamaxtitlán responsabilizan a los gobiernos federal, estatal, a Profepa y a Semarnat de la integridad de los defensores del bosque de Mexcaltepec y Tepexoxuca, reiterando que seguirán luchando para conservar el bosque.
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