«Unirnos equivale a consolidar la región más rica del mundo»
*Esta nota fue realizada por Pie de Página, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Los mandatarios de Canadá y Estados Unidos llegaron al Aeropuerto Felipe Ángeles, a ambos los recibió el presidente mexicano López Obrador, previo a la Cumbre de Líderes de América del Norte. De por medio quedan temas coyunturales como la explotación de litio, la crisis climática y la migración
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: Presidencia y María Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO.- Pocos creían que los mandatarios de Canadá y de Estados Unidos llegarían al aeropuerto Felipe Ángeles, pero a petición del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ambos aceptaron como muestra de amistad y diplomacia. La cortesía es una muestra del humor que rodea la décima Cumbre de Líderes de América del Norte, o como también se le conoce, «la cumbre de los tres amigos».
Este domingo, Biden llegó tarde, cuando la noche ya había caído en el Aeropuerto Felipe Ángeles. La ceremonia fue breve, casi como que no querían que se hiciera. El presidente de Estados Unidos, sin voltear a ver a periodistas y casi que ni a su rededor, bajó del Air Force One y subió a su Bestia, una limusina calificada casi como indestructible. Después, recorrió el Aeropuerto Felipe Ángeles junto con el presidente de México López Obrador.
Por la mañana siguiente, López Obrador confesó que fue hasta después de ese recorrido que el presidente Biden entendió por qué le pidieron que su avión aterrizara en ese aeropuerto, que se cuenta como una de las obras prioritarias del sexenio y que, según enfatiza el presidente mexicano, salvó el último remanso del lago de Texcoco de desaparecer, detuvo una corrupción rampante y ahorró 120 mil millones de pesos al erario nacional.
“Me hizo el comentario de que cuando le dijeron que yo quería que aterrizara su avión en el aeropuerto Felipe Ángeles, que no entendía bien el porqué, pero al final dijo: Lo que diga el presidente de México”. Relató el presidente durante su conferencia matutina de este lunes, mientras contaba cómo fue la conversación de una hora que tuvo con Biden a bordo de la Bestia. “Fue muy agradable todo el recorrido, hasta me estuvo ahí mostrando cómo es ese vehículo especial, él mismo me ponía los botones de lo que hace esa silla, muy muelle”.
“Es un gran aeropuerto. ¿Todavía estamos en él?”, le preguntó Biden a López Obrador mientras recorrían las pistas y las calles de la antigua base militar de Santa Lucía con el favor del Servicio Secreto, quienes, según reveló el presidente mexicano, se portaron muy bien.
Después del tour, ambos presidentes se encaminaron al Hotel Presidente Intercontinental, donde se hospeda el estadounidense en un viaje que duró poco más de una hora. Se saludaron y se despidieron con una sonrisa, según atestiguan las fotos que les tomaron, y según contó el mexicano.
“Estuvo todo el tiempo contento (Biden). Platicamos sobre temas que vamos a tratar en la reunión de hoy, en la reunión bilateral: el tema migratorio, los temas relacionados con la integración económica de América del Norte y sobre todo el pensar en la integración económica”, contó al respecto López Obrador.
Llega Trudeau
Este lunes, bajo el esplendor del sol de las dos de la tarde, el primer ministro Justin Trudeau y su esposa, Sophie Grégoire, llegaron al mismo aeropuerto después de un largo vuelo Ottawa-Zumpango. Cuando sus pies dejaron la escalinata de descenso, el canciller Marcelo Ebrard entregó un ramo de flores a Grégoire y, después, el presidente Obrador estrechó la mano de Trudeau. A diferencia de Biden, los canadienses miraronn alrededor, posaron para la prensa y caminaron poco a poco por la alfombra roja. En el saludo, Beatriz Gutiérrez Müller sirvió de intérprete entre los mandatarios. Después, la pareja mexicana acompañó a la canadienses a una camioneta Lincoln de último modelo; ellos subieron a una Suburban del sexenio pasado y se dirigieron a la Ciudad de México, sin conversación de por medio.
Reunión bilateral México-EEUU
La reunión bilateral con Estados Unidos inició informalmente el domingo durante el recorrido en La Bestia, y fue retomada de manera formal al día siguiente, con la llegada del presidente Biden y su comitiva a Palacio Nacional. Por la mañana, el canciller Marcelo Ebrard ya había adelantado los temas de la reunión con Estados Unidos.
Uno de ellos es la integración económica para el Plan Sonora; se busca sincronizar acciones entre Estados Unidos y México por las inversiones que se van a hacer en el estado de Arizona para que sea un concentrador de la industria de semiconductores.
También, temas de medio ambiente y cambio climático. Al respecto, la secretaria del Medio Ambiente, María Luisa Albores, mostraría los resultados que han tenido programas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en El Salvador y Honduras para contener la migración, así como los planes para implementar estos programas en Guatemala, si es que se cuenta con más financiamiento de los Estados Unidos.
El gabinete de seguridad, integrado por la Secretaría de Seguridad, por la Secretaría de Defensa y la Marina, presentarían los logros por parte de México para contener el tráfico del fentanilo. Se espera que por parte de los Estados Unidos se mencionen los esfuerzos para dificultar el paso de armas a México.
Antes de iniciar la reunión México-Estados Unidos, el presidente López Obrador expresó claramente sus intenciones para crear una región productiva:
“¿No podríamos producir en América lo que consumimos? Claro que sí, es asunto de definición y de planear conjuntamente. Unirnos equivale a consolidar la región más rica del mundo, que tiene fuerza de trabajo joven y grandes recursos naturales”.
Defendió su propuesta como un forma integral de consolidar América como una región económica mundial y como una manera de terminar con el olvido y desdén que hay hacia América Latina y el Caribe desde Estados Unidos.
“Señor Biden, usted tiene la llave para abrir y mejorar sustancialmente las relaciones entre todos los países del continente americano”.
Biden respondió diciendo que desde Estados Unidos se mandan decenas de millones de dólares a países de Latinoamérica y de África, pero reconoció que las discusiones de este lunes podrían profundizar las relaciones de ese país no solo con México, sino con todo el hemisferio occidental. “Debemos hacer lo que usted ha hecho, que es apoyar las instituciones democráticas”, dijo antes de entrar a sus reuniones privadas.
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