Después del simulacro, sismo sacude el centro del país
Texto: José Miguel Sánchez en Amapola
Fotografía: Oscar Guerrero y José Miguel Sánchez
Chilpancingo
Un sismo de magnitud 6.8 sacudió el centro y sur del país después del simulacro nacional por los sismos de 1985 y 2017.
Gabriela Urieta Cortés, estudiante de sexto año en el Colegio México, de 10 años, dice que cuando comenzó a temblar sintió que se iba a morir.
“Sentí horrible. Mi salón está en el tercer piso del colegio, me di cuenta que estaba temblando, cuando vi a mis compañeros del otro salón corriendo”.
Gabriela Urieta y sus compañeros habían ingresado al salón después del simulacro.
Cuando vio a sus compañeros pasar corriendo, dice que primero pensó que era otro simulacro. Eso les habían dicho las autoridades de la escuela, que harían otro y les avisarían. Cuando vio a más compañeros correr, entonces sintió el temblor en toda su magnitud.
Como está en el tercer piso de la escuela, dice, que el miedo los hizo correr a todos. La maestra segundos antes hizo el anunció: “está la alarma y está temblando, vamos a salir con cuidado”.
Pero todos corrieron.
A pocos metros de ahí, en la calle Eduardo Neri, del barrio de Santa Cruz, en el centro de la ciudad, los comensales en el restaurante El Tejado, tardaron en reaccionar al temblor, a pesar del timbre de la alarma sísmica.
Se creyó que era la alarma por el simulacro. Se veían unos a otros para encontrar respuestas entre todos a pesar de que ya había empezado la sacudida.
En una de las mesas dijeron: “es porque va a empezar el simulacro”. Pero en una de las mesas otro comensal añadió: “vengo de allá y el simulacro ya pasó, por cierto, la alarma ni sonó”.
Entonces, todos pusieron atención en el movimiento oscilatorio de las helechos que colgaban del techo. Las macetas se movían de un lado a otro.
La gente corrió afuera del local. En la calle Eduardo Neri ya había gente para ponerse a salvo.
“Sigue temblando, sigue temblando”, decían mientras había grupitos que se abrazaban y confortaban.
“No puede ser posible que otra vez haya pasado esto en la misma fecha”, dijo la antropóloga Rosa Icela Robles, una de las comensales de El Tejado.
Después diría que la tierra es un ser vivo y como ser vivo recibe las energías y esta mañana había muchas energías de este tipo flotando en el ambiente.
Justo antes del temblor, en esa mesa se rememoraban los temblores anteriores, como el del año 2017, que ocurrió después de un simulacro.
Los datos de la Secretaría de Protección Civil (SPC) indicaron a los pocos minutos la información del tercer temblor en la historia reciente de México: 6.8 grados, al sur de Michoacán.
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