“Salgan, se va a caer el edificio”: las funestas consecuencias de la construcción de torres verticales en Guadalajara
La construcción sin supervisión de la torre vertical Atena Urban Living, ubicada en el número 2370 en Avenida La Paz en Guadalajara, provocó daños estructurales en los Departamentos Europa, lo cual dejó sin vivienda a 16 familias que, en minutos, tuvieron que desalojar sus hogares a causa de los daños provocados por la excavación a cargo de Espacios y Proyectos Allegra.
Esta es la historia de cómo la construcción de una torre vertical terminó por demoler parte de un edificio contiguo, historia que pudo evitarse si el Ayuntamiento de Guadalajara hubiera atendido los primeros reportes de daños hechos por las y los afectados, pero también si hubiese respetado los dictámenes sobre la no construcción de la torre vertical edificada en una zona donde los Planes Parciales de Desarrollo Municipal lo prohíben.
Por Andrés de la Peña y Darwin Franco en Zona Docs
Fotos: Vecinos Derrumbe La Paz #2384
“¡Salgan, salgan! ¡Se está cayendo, se va a caer!” fue el grito desesperado que una vecina de los Departamentos Europa -ubicados en el número 2384 en Avenida La Paz en Guadalajara, Jalisco- emitió mientras tocaba cada una de las puertas de sus vecinos: tenían que abandonar sus casas porque la excavación a un costado de su edificio había generado un daño estructural que podría provocar su derrumbe.
Minutos antes, trabajadores que realizaban la excavación para la construcción de la torre Atena Urban Living -que se edifica en el número 2370 en Avenida La Paz- gritaron: “Córtale, córtale” al operador de la maquinaria ante la aparición de un hueco en los cimientos de los Departamentos Europa. Esto se acompañó -como relatan los vecinos- de un estruendo que rompió ventanas y generó una grieta a lo largo de todo su edificio.
Todo esto ocurrió alrededor de las 11:48 horas del 1 de abril de 2022; sin embargo, la historia de este desalojo y posterior demolición de una parte de los Departamentos Europa comenzó el 10 de marzo, fecha en que iniciaron los trabajos de excavación de los tres niveles subterráneos de la torre vertical Atena Urban Living.
Este desarrollo inmobiliario de 64 departamentos es propiedad de la constructora Espacios y Proyectos Allegra S.A. de C.V., creada por Edmundo Elizondo Intriago y Paola y Francisco González Paul Escobar- y cuyo consejo administrativo encabezan Axel Palme Berkling, Juan Carlos Calderón Quezada y José Ignacio Celis Pérez, éste último fue quien gestionó con el Ayuntamiento de Guadalajara la construcción de la torre, aún cuando las autoridades municipales ya les habían negado el permiso.
Desde que arrancaron las excavaciones, vecinas y vecinos de los Departamentos Europa reportaron a las autoridades municipales y a la propia constructora no sólo fuertes vibraciones en sus viviendas sino la aparición de fisuras, grietas y ventanas rotas.
La respuesta fue que no debían preocuparse porque “estos daños eran normales” debido a los trabajos de construcción. Es más, la constructora se comprometió a reparar cada uno de los desperfectos que ocurrieran en sus propiedades. Y así fue como Espacios y Proyectos Allegra arregló fisuras, grietas, ventanas y marcos de puertas rotos, pero lo hizo sin un análisis profundo de las causas que generaron dichos daños.
“Las grietas eran cada vez más comunes y constantes, de ahí que preguntamos si se estaba dando algún daño estructural que pusiera en riesgo nuestra vivienda, pero la respuesta tanto de la arquitecta Adriana (encargada de la obra) como de Ignacio Celis (representante legal), era que no nos preocupáramos porque todo iba a pasar una vez que se acabara la excavación y se asentara nuestro edificio”, contó uno de los inquilinos.
Sin embargo, las grietas eran la consecuencia de un daño más profundo que posiblemente no fue atendido de manera integral por la constructora, pues en el estudio de mecánica de suelos realizado por la empresa Ingeniería Aplicada al Subsuelo se le notificó a Espacios y Proyectos Allegra que sobre el terreno en que querían construir la torre vertical se detectaba la presencia de aguas freáticas a una profundidad de 9.46 metros.
De acuerdo a los planes de excavación, el corte vertical para la construcción de los niveles subterráneos de Atena Urban Living sería de 10.20 metros.
Por ello, Ingeniería Aplicada recomendó (conforme a los coeficientes de seguridad del talud -inclinación de un terreno o un muro-) reforzar los trabajos mediante un sistema de anclaje activo y un muro de concreto armado, esto para evitar fallas en el talud; en este caso, de las colindancias vecinas (entre ellas, los Departamentos Europa), pues en sus análisis y mediciones: “los taludes de cada alzado son inestables, pues los factores de seguridad obtenidos indican la falla”.
En la explicación que da esta consultora, incluso, señala que: “los anclajes se utilizan para aplicar fuerzas dentro de una masa de suelo (o roca) con el objeto de mantener o restablecer su estabilidad”.
Por ello, especifica que -conforme sus análisis de seguridad- era necesario realizar un sistema de anclaje y un muro de concreto armado, algo que no se percibe en toda la colindancia entre la excavación y los Departamentos Europa, tal y como se muestra en las fotos y videos que vecinos tomaron tras la aparición del hueco en los cimientos de su edificio, mismo que provocó el desalojo inmediato de sus viviendas.
Estas fallas también fueron señaladas por la Dirección de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Guadalajara en el Acta de Verificación y/o Inspección (Folio: INV/502/1/4/2022/01) que fue emitida el día en que ocurrieron los hechos y con la que se fundamentó la clausura de la obra, pues ahí se señala que:
“los daños ocurrieron por una construcción defectuosa que no reunía las condiciones de seguridad, lo que provocó daños en la finca vecina marcada con el No. 2384 de Av. de La Paz, siendo este un plurifamiliar vertical denominado Departamentos Europa, al estar realizando trabajos de excavación y contención del talud ocasionando una oquedad en la cimentación de los departamentos, lo cual generó grietas en sentido vertical y horizontal, así como el desplazamiento de la edificación”.
Conforme a los análisis realizados por la Unidad de Protección Civil Municipal, estas fallas en la excavación afectaron 160 m2 de la planta baja y 160 m2 de la planta alta de los Departamentos Europa, razón suficiente para declarar a la edificación como no habitable por el riesgo inminente de colapso. La solución, en ese momento, fue desalojar a las 14 familias que habitaban el inmueble y negar el acceso para sacar sus pertenencias en tanto no se pudiera garantizar la estabilidad del edificio.
Sin embargo, este desalojo pudo haberse evitado si las autoridades municipales hubieran atendido las quejas que vecinos de los Departamentos Europa realizaron desde el 25 de marzo, pues los daños denunciados (grietas y fisuras) -conforme la reglamentación municipal- obligaban a la Dirección de Inspección y Vigilancia a realizar una revisión de la obra para observar si se estaban cumpliendo o no, las recomendaciones que Ingeniería Aplicada al Subsuelo hizo a Espacios y Proyectos Allegra para realizar sin riesgos la excavación de sus tres niveles subterráneos.
Aunque también pudo haberse evitado si el propio Ayuntamiento de Guadalajara hubiera sostenido su negativa para construir esta torre vertical, tal y como se lo hizo saber a la constructora, el 8 de noviembre de 2018.
No obstante, los vacíos legales en el otorgamiento de permisos para construir torres verticales en Guadalajara también forma parte de esta negligencia que violentó el derecho humano a una vivienda adecuada a cada una de las 16 familias desalojadas.
La construcción de una torre que nunca debió ser
Uno de los aspectos que pueden generar suspicacia sobre la seguridad en la construcción de Atena Urban Living fue el proceso que se llevó a cabo para tramitar su licencia. En la licitación del edificio, Espacios y Proyectos Allegra recurrió a prácticas cuestionables para obtener un permiso cuando ya se le había negado una licencia.
Todos los edificios tienen que tramitar una licencia de construcción mayor, la cual requiere el trámite previo de una serie de dictámenes y vistos buenos de dependencias municipales encargadas de supervisar el desarrollo urbano. Actualmente, ZonaDocs se encuentra en el proceso de obtención del expediente completo de la obra, esto ayudará a corroborar que estos dictámenes se encuentren completos.
Sin embargo, con la información obtenida mediante diversas solicitudes realizadas al Ayuntamiento de Guadalajara es posible observar algunas inconsistencias.
Por ejemplo, uno de los dictámenes necesarios para la construcción de la torre vertical es el de Trazo, Usos y Destinos Específicos, el cual acredita que el edificio está permitido por la planeación urbana; sin embargo, el 8 de noviembre de 2018, José Ignacio Celis Pérez, representante legal de Espacios y Proyectos Allegra, recibió el dictamen de Trazo con expediente 039/D2/E-2018/6538 donde le fue negado el uso de suelo del edificio.
El Plan Parcial de Desarrollo Urbano que estaba vigente cuando se buscó tramitar la licencia establecía que el predio podía tener un uso habitacional de densidad baja, y que no era apto para una torre. Los únicos usos permitidos eran habitacional unifamiliar o habitacional plurifamiliar horizontal.
Además, el predio estaba codificado como un área de protección al patrimonio cultural, específicamente de la fisonomía urbana. El Plan Parcial describe estas áreas como aquellas que, sin tener clasificación de protección al patrimonio histórico, forman un “conjunto fisonómico, por lo que su conservación es de interés municipal”.
¿Cómo hizo, entonces, Espacios y Proyectos Allegra para conseguir el permiso de construir un edificio de 12 niveles? Su representante legal, José Ignacio Celis Pérez, tramitó un “recurso de revisión” ante el Comité Dictaminador de los Recursos de Revisión en Materia de Desarrollo Urbano con el expediente CDRRMDU/08/2018 “impugnando” el dictamen donde le negaron la licencia.
Los términos “impugnando” y “recurso de revisión” se presentan entre comillas puesto que el Municipio no tiene la facultad de resolver temas judicialmente, ni existe la posibilidad de “impugnar” o “recurrir” ante un Municipio. Estos procedimientos se llevan a cabo exclusivamente ante tribunales, en este caso ante el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Jalisco.
Sin embargo, en 2016, el Municipio de Guadalajara generó el Comité Dictaminador de los Recursos de Revisión en Materia de Desarrollo Urbano como una estrategia de dudosa legalidad, con la cual se evitó que varios procesos de urbanización llegaran al Tribunal de Justicia Administrativa, y por medio de la cual se autorizaron cientos de construcciones que violaban la planificación urbana.
El 10 de mayo de 2019, este Comité resolvió el “recurso de revisión” de José Ignacio Celis junto con otros ocho expedientes, aprobando de manera unánime la resolución por medio de la cual el Comité anuló el Dictamen de Trazo, Usos y Destinos Específicos que le habría impedido a Espacios y Proyectos Allegra construir el edificio Atena Urban Living.
En el orden del día y en la acta de la sesión ordinaria del 16 de mayo de 2019, que celebró el Pleno del Ayuntamiento de Guadalajara, aparece la lectura y turno de la resolución del Comité Dictaminador, donde Celis Pérez obtiene la anulación del dictamen que prohibía la construcción de una torre de departamentos.
La planificación urbana tiene un motivo de ser, y los usos de suelos no se determinan por capricho, como lo hizo el Comité Dictaminador con más de 400 edificios entre 2016 y 2020, según una fuente interna al Ayuntamiento de Guadalajara que trabajó con esos expedientes y verificó su contenido. El Plan Parcial se hace considerando las necesidades de transporte, servicios como agua y electricidad, medio ambiente, y sí: mecánica de suelos y seguridad.
La zona cuenta con usos de suelo de mayor intensidad, donde Espacios y Proyectos Allegra podría haber comprado espacios para desarrollar. Sin embargo, la estrategia que múltiples inmobiliarias siguieron, mientras operó el Comité Dictaminador, consistió en comprar suelo urbano donde no se permitían construcciones de alta densidad ─lo cual mantenía el precio de este suelo bajo─ para después “impugnar” la planeación urbana ante el Comité y desarrollar vivienda vertical. Así, conseguían suelos baratos para construir vivienda cara.
Actualmente -pese a que la Secretaría de Gobierno de Guadalajara asegura que la obra está clausurada, pero en ésta no hay sellos de clausura visibles-, un departamento en Atena Urban Living se oferta entre 2 millones y 4 millones 700 mil pesos.
Aunque en el Plan Parcial impugnado por Espacios y Proyectos Allegra no se mencionan las condiciones de suelo, el estudio de mecánica de suelos encontrado en el expediente de su propia licencia de construcción sí habla de aguas freáticas a un nivel más alto que el del último sótano que se buscaba construir.
Además, el Sistema de Información Geográfica Metropolitano (SIGMETRO) del IMEPLAN, en su Inventario de Peligros Metropolitano, muestra que a 120 metros del edificio se presentó un hundimiento de 2.2 metros de profundidad en octubre de 2018, lo cual podría indicar que el suelo no es propicio para la cimentación de edificios de gran altura.
Por medio de transparencia, este medio solicitó conocer todo el expediente del Comité Dictaminador respecto a Atena Urban Living. Aunque sólo se pudo obtener una porción del expediente, se muestra la argumentación con la cual José Ignacio Celis Pérez planteó, a nombre de Espacios y Proyectos Alegra, los motivos y fundamentos por los cuales se le debía otorgar el nuevo uso de suelo.
¿Cuál fue la argumentación de Espacios y Proyectos Allegra para solicitar el cambio de uso de suelo? Que la política nacional y urbana de vivienda mandaba a “fomentar una mayor densidad habitacional por medio del uso intensivo del suelo y considerando la construcción de vivienda vertical, la revisión de los topes a las densidades y alturas, y la liberación de normas relativas a espacios de estacionamientos por vivienda”.
En todo momento, en la solicitud de Celis Pérez, se aludió a que las normas “distan por completo del entorno existente de la zona” y que, por publicarse en 2004, deberían considerarse obsoletas e incongruentes.
Este discurso de que la norma urbana no coincide con el entorno actual se ha utilizado en la mayoría de los recursos de revisión de este tipo para pedir cambios de uso de suelo sin ningún estudio de por medio. En otra parte del documento presentado por Espacios y Proyectos Allegra se menciona: “se precisa la importancia de que se revise el Acto Reclamado y se ajuste a nuestras necesidades de DESARROLLO las cuales fomentan el crecimiento de la Ciudad así como la Economía y la creación de empleos que la ciudad necesita”.
Uno de los alegatos más rebuscados es que, aunque la proporción de superficie edificada planteada en el proyecto no empata con el Plan Parcial, existe un artículo del Reglamento para Gestión Integral del Municipio de Guadalajara donde se pueden solicitar cambios de permisos en cuanto a superficie edificada cuando se trate de predios no edificados. El único detalle es que Allegra presentó este argumento después de demoler una casa que ya estaba en el predio. Es decir: técnicamente cumpliendo con las características de un predio no edificado, pero solamente porque se destruyó la casa que estaba ahí.
Finalmente, el texto cierra solicitando el respeto al derecho constitucional al trabajo, así como a la igualdad, reclamando que si se ejerciera la norma urbana se les estaría discriminando o negando el derecho humano al ejercicio libre de la profesión.
“Del no pasa nada” al “salgan porque se va caer el edificio”
La inestabilidad en los Departamentos Europa comenzó a notarse con más fuerza entre el 25 y 31 de marzo, temporalidad en que las grietas verticales y horizontales en las viviendas fueron más evidentes; sin embargo, la arquitecta Adriana Aguiar Fonseca, designada como encargada de la obra de parte de Espacios y Proyectos Allegra, siempre negó que hubieran riesgos mayores.
Algo que los vecinos dejaron de creer cuando las grietas dentro de sus viviendas fueron haciéndose cada vez más grandes y constantes.
Las afectaciones más fuertes se dieron en los departamentos que colindaban con la obra; por ello, entre el 30 y el 31 de marzo quienes ahí vivían comenzaron a enviarle a la arquitecta fotografías y videos de los daños, la respuesta era mantener la calma y acordar un horario de visita para reparar los desperfectos.
Al no obtener respuesta de la constructora, se realizó un reporte a la Unidad de Protección Civil y Bomberos del Estado de Jalisco (Folio 2936/126), en éste se evidenció el quiebre repentino de una ventana y la aparición de grietas por toda una recámara.
Al solicitar una respuesta concreta sobre estos nuevos daños la arquitecta Aguiar Fonseca respondió así a uno de los vecinos:
“Mira como te explicamos ayer con el estructurista, no tienen riesgo estructural, no es tema de alarmarse. No se va a caer el edificio, lo que está pasando es un asentamiento y es normal, mientras el terreno de ustedes no termine de asentarse seguirán apareciendo fisuras, es parte de…”.
A estas alturas ya nada era normal para los vecinos de los Departamentos Europa porque su chat en WhatsApp comenzó a llenarse de fotos y videos que evidenciaban la multiplicación de las grietas en sus viviendas, las cuales dejaron de presentarse sólo en muros, pues ahora ya eran visibles también en techos y pisos. Todo esto se reportó a la Dirección de Obras Públicas y a la Dirección de Inspección y Vigilancia del Ayuntamiento de Guadalajara, pero no atendieron las quejas ni realizaron inspecciones en la obra.
Todo esto coincidió con los trabajos nocturnos que se realizaban en la excavación, algo raro porque desde que se arrancaron los trabajos (el 10 de marzo), nunca habían laborado en ese horario: “Un día antes del desalojo había mucho movimiento en la excavación, algo raro porque nunca trabajaban por la noche”, explicó uno de los vecinos.
Esto también se le cuestionó a la arquitecta, la cual respondió:
“Estamos haciendo maniobra para evitar que sigamos teniendo temas como hace rato (fuertes vibraciones y grietas), no es normal, pero a raíz de lo que pasó estamos atendiendo para que estén tranquilos. Será rápido, ya estamos trabajando en ello”.
Para verificar qué estaba pasando, desde la azotea, varios vecinos se percataron que una retroexcavadora movía tierra hacia los cimientos de su edificio: “Parecía que tenían prisa por reparar algo dentro de la construcción”, explicó otro de los inquilinos.
Sin una explicación contundente y con el miedo que les generaban los daños, las y los vecinos esperaron que la mañana del 1 de abril, la arquitecta o algún otro representante de la constructora les explicara lo que realmente estaba pasando con el edificio. Continuaron las evasivas y los llamados a la calma.
Ante ello, se presentaron dos reportes por daños en los Departamentos Europa en la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Guadalajara, las cuales quedaron asentadas con los folios: GUMX00017444 y GUMX00017464.
Alrededor de las 11:30 de la mañana, la propia arquitecta revisó los daños reportados en los departamentos 4, 8 y 14 reiterando que “esas grietas no eran de riesgo”. Incluso, en el departamento 4, se inclinó sobre el piso y con un instrumento metálico lo golpeó para decir: “Se escucha hueco”, pero sin agregar nada más, se retiró.
Diez minutos después vino un estruendo, fue el crujir del edificio. Y con éste una llamada de la arquitecta a una de las inquilinas para decirle: “¡Corre, corre! Y dile a tus vecinos que se salgan, que esto se va a caer”.
Ahí fue cuando, como se narra al inicio de este reportaje, una vecina salió para avisar que tenían nueve minutos para salir: “Vecinos agarren lo que puedan, se va a caer el edificio”.
En su correr para avisar del riesgo, la vecina se encontró con la arquitecta y personal de la obra, quienes también fueron para avisar que todos debían desalojar de manera urgente: “¡Ábreme, ábreme!… ¡Se va a caer, se está cayendo y salganse ya!”.
Todo fue caos, desconcierto y preocupación porque toda una vida construida dentro de cada departamento se esfumaba por la aparición de un hueco en los cimientos del edificio, todo a causa de los malos trabajos de excavación de la torre Atena Urban Living.
Como estaban vestidos y con lo que pudieron tomar, las y los vecinos salieron a la calle para salvaguardar su vida, al hacerlo llamaron a Protección Civil Estatal y Municipal, pero todas las unidades de rescate tardaron porque estaban atendiendo el incendio en el Mercado San Juan de Dios. El reporte del siniestro se registró con el Folio 220401-2936.
Minutos después arribaron unidades de la Policía Municipal, Bomberos, Protección Civil y Policía Estatal, a su llegada se acordonó la entrada a los Departamentos Europa y a la construcción de la torre vertical. Nadie sabía explicar lo que había pasado; sin embargo, desde Protección Civil se decidió que nadie podría ingresar a los departamentos por el riesgo de colapso que existía, por lo menos, en una parte del edificio.
Esto significó que todas y cada una de las familias se quedaran en la calle, sin hogar y sin pertenencias.
No fue hasta después de tres días que Protección Civil permitió el ingreso de dos personas por departamento durante un lapso de ocho minutos en promedio, esto para que pudieran extraer lo estrictamente necesario: documentos, medicamentos, equipo de trabajo y algo de ropa, pero sólo si los topógrafos no registraban el más leve movimiento, pues sí lo hacían sonarían las alarmas y habría que parar la actividad.
Lo primero que pasó tras el desalojo fue que la obra con la licencia M-0120-2021 fue clausurada por las autoridades municipales al señalar que ésta: “No reunía las condiciones de seguridad tras provocar daños en la finca vecina No. 2384 (Departamentos Europa)”. Sin embargo, pese a la clausura, los sellos sólo duraron algunos días y desde hace meses a la fecha no están colocados en la obra.
Incluso, en el informe preliminar de Protección Civil se señaló que la causa fueron:
“los trabajos de excavación y la contención de talud, lo que ocasionó una oquedad en la cimentación de los departamentos lo que ocasionó grietas en sentido vertical y horizontal”.
Por tanto, el edificio fue declarado como no habitable.
Las consecuencias directas, asentadas en los folios 581-G, 582-G y 583, fueron la obligación de la constructora Espacios y Proyectos Allegra de corregir el defecto causado; así como reparar todos y cada uno de los daños provocados tanto a los dueños de los Departamentos Europa, como a cada uno de sus inquilinos.
La multa que se le dictó a la constructora por dejar sin casa a 16 familias tan sólo fue de 79 mil 800 pesos, el 3% del valor de uno de los departamentos más baratos que ya se ofertan en Atena Urban Living.
En medio del caos, representantes legales de Espacios y Proyectos Allegra, entre ellos José Ignacio Celís Pérez, acudieron con los vecinos para decirles que ellos, como empresa, responderían por todos los daños causados y que harían todo lo que estuviera a su alcance para garantizar el regreso seguro a sus casas.
Sin embargo, no era un asunto de “buena voluntad”, pues la constructora tenía la obligación de repararlo todo, no sólo el edificio sino también todos los daños causados en la vida de las 16 familias afectadas, a las cuales las autoridades municipales les prometieron que la construcción de la torre estaría detenida hasta que se les indemnizara.
Un convenio a modo y un segundo desalojo
Lo primero que se les ofreció a las y los vecinos afectados de parte de la constructora fue hospedaje en un hotel cercano, así como un apoyo económico simbólico de dos mil pesos por familia, no por persona afectada.
Pero los tratos indignos, como los catalogan las y los afectados, continuaron con esa supuesta ayuda, pues su estancia en el hotel fue condicionada, pues sin importar el número de integrantes o las condiciones de cada familia sólo tendrían acceso a una habitación por departamento; así mismo el acceso a los alimentos también se limitó a menos de 500 pesos por día, pues Espacios y Proyectos Allegra quería gastar lo mínimo.
A estas incomodidades, se sumó la falta de información porque con el paso de los días y la entrada del periodo vacacional de Semana Santa, ni la constructora ni las autoridades municipales les ofrecían información sobre el estado de su edificio ni cuándo sería seguro y posible entrar por sus pertenencias.
“Nos dejaron nada más ahí abandonados en el hotel, no teníamos información sobre cuándo podríamos entrar seguros a nuestra casa, pues ahí dejamos, en mi caso, lo que utilizó para trabajar, eso también nos quitaron”, explicó una de las vecinas afectadas.
El deambular de empleados de Espacios y Proyectos Allegra se hizo una constante, así como los llamados a la calma y la paciencia de José Ignacio Celís Pérez, quien siempre les aseguró que sus buenas relaciones con el municipio podrían garantizar el pronto acceso a sus cosas, pues regresar a vivir se veía muy complicado.
Por ello, lo primero que les pidieron a cada una de las familias fue realizar un inventario de sus pertenencias para así estimar un valor total de los bienes por departamento, esto en caso de que el edificio se tuviera que demoler con todo y sus pertenencias.
“Esta información nos consternó porque primero se nos dijo que se podría regresar por nuestras cosas cuando todo estuviera seguro, después se nos dijo que el edificio se podría demoler con todo nuestro patrimonio”, narró otro vecino afectado.
Ante esta noticia, las y los vecinos se organizaron para interponer dos recursos legales uno ante el Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa, Civil y de Trabajo del Tercer Circuito, y un Juicio de Amparo Indirecto (Número: 850/2022) ante el Juzgado Décimo de Distrito en Materias Administrativa, Civil y de Trabajo del Tercer Circuito, con el primero se pretendía detener toda demolición hasta no poder recuperar sus pertenencias, mientras que el segundo proceso se realizó en contra de las autoridades municipales de Guadalajara por su mal actuar.
“Estos recursos legales se interpusieron porque estamos desesperados y nadie nos daba información de nada, no fue hasta que nos movimos que la constructora y el municipio reaccionaron y comenzamos a tener reuniones de trabajo”, explicaron los vecinos en una entrevista colectiva con ZonaDocs.
A la par, también se interpuso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), una queja (Folio: 2788/2022) contra las autoridades municipales, específicamente, contra el Presidente Municipal, y los directores de Obras Públicas, Padrón y Licencias, Inspección y Vigilancia, y Protección Civil y Bomberos del municipio de Guadalajara; así como contra el Director de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco, y del Procurador de Desarrollo Urbano del Estado de Jalisco al considerar que “con su actuar violaron los derechos humanos a la legalidad y seguridad jurídica, y al derecho a la propiedad y posesión, así como por la prestación indebida del servicio público”.
Joaquín Campos, Visitador Adjunto de la CEDHJ y quien tiene a su cargo la queja, señaló que ante la gravedad de lo ocurrido se emitieron, el 28 de abril, medidas cautelares para garantizar la protección de los derechos de las personas denunciantes; sin embargo, es fecha que ninguna de las autoridades señaladas ha otorgado información suficiente del caso y, por tanto, no ha sido posible determinar si existió o no, una violación a los derechos humanos a la legalidad y seguridad jurídica.
La reacción de Espacios y Proyectos Allegra fue elaborar un convenio con el que se buscaban solucionar todo conflicto, pues no querían llevar proceso alguno en tribunales; así que el documento promovido por José Ignacio Celís Pérez buscaba que los vecinos desistieran de todos los procesos legales abiertos contra la constructora y el Ayuntamiento de Guadalajara; así mismo exigía que las familias aceptaran que tras el desalojo “no se había ocasionado una afectación a la vida (en su economía corporal) y seguridad a su persona o de cualquier persona que habite con él en el departamento”, y finalmente, ofrecían también una compensación económica de 50 mil pesos por departamento por concepto de gastos, daños y perjuicios ocasionados, aunque de esta cantidad, aclaró la empresa, habría que descontar los “trabajos de notariado”.
Recursos que serían pagados a través de la constructora o mediante la aseguradora contratada por Espacios y Proyectos Allegra: Berkley International Seguros México.
“Querían que aceptaramos eso, primero 30 mil y luego 50 mil pesos, sin tener garantía de que se nos iba a pagar cualquier daño o se nos iban a reponer nuestras cosas; así que al no aceptar esas condiciones vivimos un segundo desalojo, el del hotel”, explicaron las y los vecinos que se negaron a firmar el convenio que les ofrecía Celís Pérez.
Para presionar a las familias damnificadas, la firma de este convenio estaba condicionada a prolongar o no su estancia en el hotel al que fueron llevadas tras el desalojo, así como a permitir el acceso al edificio para recuperar sus pertenencias.
Los primeros análisis de riesgo tras el desalojo indicaban que los Departamentos Europa tenían tres niveles de riesgo: rojo, amarillo y verde; los departamentos en rojo sufrirían demolición; los marcados en amarrillo presentaban daños, pero no estructurales; mientras que los verdes no tenían daños mayores.
Así que según el riesgo se comenzó a dar fechas para sacar pertenencias que no fueran voluminosas; los primeros en hacerlo fueron quienes ya habían firmado el convenio, mientras que quienes emprendieron la lucha por sus derechos fueron relegados; incluso, la constructora llegó al extremo de demoler algunos departamentos con todo y pertenencias, sin siquiera avisar a las y los afectados.
“Quedaron en que quienes estábamos en la zona roja seríamos notificados de la demolición para sacar, al menos, algunas cosas porque el riesgo de colapso era fuerte, pero ni siquiera eso pasó. Demolieron el depa con nuestras cosas dentro, y luego nos avisaron para que fuéramos a recuperar entre los escombros lo que se pudiera rescartar”.
No fue hasta esta serie de hechos que las autoridades de Guadalajara “intervinieron”, lo cual pasó dos meses después del primer desalojo y un mes después de que quienes se negaron a firmar el convenio ofrecido por Espacios y Proyectos Allegra tuvieran que salir del hotel por no ceder a las presiones de la constructora.
Las autoridades municipales con las que tuvieron diálogo fueron con Miguel Zárate Hernández, coordinador de Gestión Integral de la Ciudad; José Alejandro Rothehausler Sánchez, Enlace Administrativo de la Presidencia Municipal, y Eduardo Fabián Martínez Lomelí, Secretario General del Ayuntamiento de Guadalajara, todos ellos tomaron el rol de mediadores para “solucionar” el conflicto, aunque a decir de las y los vecinos afectados sus acciones tendían a favorecer más a la constructora.
En esta “negociación” destaca el rol de Martínez Lomelí, pues fue durante el tiempo en que fue Presidente Municipal interino de Guadalajara, Espacios y Proyectos Allegra no sólo recibió la afirmativa del Comité Dictaminador de los Recursos de Revisión en Materia de Desarrollo Urbano Municipal, sino también la licencia para edificar Atena Urban Living en un terreno en el que estaba prohibido construir una torre de este tipo.
Pese a la preocupación de las autoridades municipales, la situación de zozobra de los vecinos que se organizaron para exigir justicia se extendió varias semanas más hasta que entre el 21 y 23 de junio, casi tres meses después del desalojo, pudieron acceder a retirar todas sus pertenencias de los Departamentos Europa.
“Nuestra lucha no es por los recursos, pues sabemos que la constructora tiene dinero para prolongar esto todo el tiempo que quiera en los tribunales. De todos modos ya nos jodieron cuando nos sacaron de la noche a la mañana de nuestras casas, nuestra lucha es por la justicia”, explicaron los vecinos que organizados se han agrupado como Vecinos Derrumbe La Paz #2384.
Desde esta colectividad se han manifestado con fuerza al señalar que:
“Son ciudadanos, vecinos de una de las ciudades más grandes e importantes del país, y que fuimos afectados gravemente en su estilo de vida, economía y salud por la industria inmobiliaria. Decimos fuerte y claro #BastaYa”.
La lucha es contra la mafia inmobiliaria y los gobiernos que la solapan
El periplo de los vecinos de los Departamentos Europa es el síntoma de un problema mucho más grande, de escala metropolitana, y que ha ido amenazando a la vivienda en todas las zonas de la ciudad. En los últimos años, las políticas de gestión de la ciudad se han ido adecuando a las demandas de las empresas desarrolladoras, constructoras e inmobiliarias.
La solicitud de Espacio y Proyectos Allegra para recibir un trato especial y poder construir contraviniendo a la norma urbana no sería sino un caso prototípico de uno de los dos modelos por medio de los cuales las inmobiliarias del Área Metropolitana de Guadalajara logran construir cualquier proyecto.
El otro modelo o ruta más común para conseguir una licencia de construcción violentando la norma urbana consiste en impugnar, ahora sí, ante el Tribunal de Justicia Administrativa, solicitando una suspensión provisional contra el acto de autoridad del Ayuntamiento que impide la construcción. Entonces, con la suspensión, las inmobiliarias continúan la construcción mientras se resuelve el fondo del litigio.
Sin embargo, cuando el Tribunal de Justicia Administrativa resuelve finalmente el alegato, si la inmobiliaria no consigue un veredicto que le permita concluir su edificio, puede volver a impugnar. Ahora, sin embargo, el argumento de la inmobiliaria se vería reforzado, pues sostendría que sería injusto obligarle a perder la inversión hecha construyendo durante el periodo de gracia que le brindó la suspensión del proceso previo.
Otro elemento indicativo del estado actual de la gestión urbana es el hecho de que varias de las denuncias por daños hechas por los vecinos fueron ignoradas, mientras que el proceso de cambio de uso de suelo fue expedito y certero a favor de la constructora.
De la misma manera, aunque en el expediente de la licencia de construcción obraba el estudio geotécnico para la estabilización de los sótanos, el cual indicaba métodos precisos para evitar la catástrofe, no obra ninguna supervisión de parte de la Dirección de Obras Públicas, la Dirección de Inspección y Vigilancia o de la Dirección de Protección Civil y Bomberos donde se haya verificado el cumplimiento de esos métodos.
De hecho, dentro de los documentos solicitados por ZonaDocs, a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y diversas dependencias municipales, ninguna institución pública parece estar investigando la posible negligencia de parte de la constructora, es más las obras para edificar la torre Atena Urban Living se reanudaron, pues los sellos de clausura colocados el día del desalojo ya fueron retirados.
En cambio, la constructora sí promovió la firma de un convenio donde los vecinos estaban obligados a no demandar a Espacio y Proyectos Allegra, ni tampoco al Ayuntamiento de Guadalajara encabezado por el partido Movimiento Ciudadano, y peor aún a negar que la mala construcción de Atena Urban Living violó sus derechos humanos.
De ahí la impotencia de las y los vecinos de los Departamentos Europa quienes no desean que lo que les pasó sea sólo una anécdota sino un claro ejemplo de las funestas consecuencias que tiene la autorización desmedida para construir torres verticales en Guadalajara, las cuales se siguen autorizando y construyendo en total impunidad.
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Para ahondar más en las negligencias alrededor de la construcción de torres verticales en la Zona Metropolitana de Guadalajara, te invitamos a leer esta investigación:
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