#SobornemosSEMARNAT: irónica campaña contra la corrupción en la construcción de las terminales marítimas

#SobornemosSEMARNAT: irónica campaña contra la corrupción en la construcción de las terminales marítimas

La aprobación de los megaproyectos “Muelle Cozumel: Terminal de cruceros”, en Cozumel, Quintana Roo, y la ampliación del proyecto de la Terminal Marítima Pichilingue en La Paz, Baja California Sur, implican un grave e irreversible daño al medio ambiente.

Por ello, se creó la campaña #Sobornemos a la SEMARNAT , realizada por defensores y defensoras de los océanos y en la que se invita a la población a unirse a una colecta nacional para juntar la cantidad necesaria de dinero para “sobornar” a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a cumplir su mandato de proteger y conservar el medio ambiente.

Por Aletse Torres Flores en Zona Docs

Fotos e imágenes: #SobornemosSEMARNAT

Muchos de los megaproyectos que se construyen en las costas y océanos mexicanos recurren a los sobornos para que las autoridades obvien lo que es evidente: los daños que causan al medio ambiente; por tal motivo, defensoras y defensores de los mares con ironía lanzaron la campaña #SobornemosSEMARNAT, con la cual buscan generar un efecto a la inversa: sobornar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para que la institución haga su trabajo.

La acción surge tras la aprobación, el 12 de diciembre del 2021, del denominado “Muelle Cozumel: Terminal de cruceros” en Cozumel, Quintana Roo, y el anuncio de la ampliación del proyecto de la Terminal Marítima Pichilingue en La Paz, Baja California, ambos avalados por la SEMARNAT a pesar de que no cumplen con lo que marca la ley en materia de protección medioambiental.

Estos megaproyectos buscan crear y ampliar una infraestructura capaz de recibir megacruceros, aunque para hacerlo se tenga que destruir los hábitat marítimos; por ello, desde el colectivo Sobornemos SEMARNAT se considera que su realización representan un “golpe” grave e irreversiblemente a los ecosistemas marinos delicados y esenciales.

Además, agregan, que su construcción no debería permitirse porque las autoridades incurrieron en graves omisiones; por ejemplo, aprobar la Manifestación de Impacto Ambiental para el proyecto del Muelle Cozumel, a pesar de no cumplir la ley.

Por tanto, este colectivo creado con la esperanza de proteger sus hogares e intentar “salvar nuestros océanos” presentó, a través de sus redes sociales, la “atípica” campaña “#SobornemosSEMARNAT”: “La campaña intenta generar la atención necesaria para que volteen a ver lo que está pasando acá en la costa”, expresó Mina, integrante del colectivo.

El nombre es una clase de “parodia” de lo que creen que está sucediendo en la SEMARNAT, pues a pesar de que los proyectos son omisos y violan la ley de conservación del ambiente cuentan con la aprobación de la institución.

Por ello, el objetivo es juntar un millón de pesos, esperando que la cantidad sea atractiva y consiga que la SEMARNAT cumpla su mandato de procurar: “la máxima protección, conservación y aprovechamiento de los recursos naturales (sic)” y, en consecuencia, rechace ambos megaproyectos.

Si el recurso meta no se junta han creado un termómetro de lo sobornable en el que dejan claro cuánto cuesta evadir la ley o, como proponen, cuánto costaría que la instancia federal hiciera su trabajo.

Mina, explica que para lograr su meta cada fin de semana están realizando colectas en las ciudades de Cozumel y La Paz, las cuales comenzaron hace dos semanas y les han permitido recolectar más de 10 mil pesos.

Sin embargo, la colecta no sólo es de dinero, también se aceptan terrenos, departamentos y casas en el extranjero, maletines, cheques, joyas, automóviles en buen estado y monedas de circulación legal, excepto criptomonedas, por su impacto ambiental. Todo esto señalado de manera irónica, pues todos esos bienes materiales son también recursos que se ofreceN a la SEMARNAT para que obvie las normas medioambientales.

El colectivo señaló que rechazan toda forma de corrupción, pero la urgencia de la situación ha hecho que recurrir a formas poco ortodoxas para seguir contando con la vitalidad de los océanos y sus sistemas de vida.

¿Qué pasará si se prueban estos proyectos?

Mina puntualizó que los megaproyectos amenazan directamente las formas de vida y subsistencia de las personas que habitan estas ciudades y el equilibrio ambiental de ambos sitios.

En el caso de La Paz, se observaría una fragmentación del hábitat marino, debido a la masiva demanda turística de los cruceros, desplazando especies fundamentales para el equilibrio ecosistémico, tales como el tiburón ballena y los cetáceos.

Siguiendo esta misma línea, se verán afectados los comercios locales, pues aumentarán las rentas y habrá más apagones por la demanda de energía, además de que se incrementará el estrés hídrico.

Por otra parte, en Cozumel, los arrecifes de coral – una barrera importante de la isla – serían los más afectados porque para la construcción del muelle se tendrían que destruir. Y cabe recordar que los arrecifes de coral están protegidos por la NOM-059, misma que impulsa también la restauración arrecifal en Quintana Roo.

Como dato, desde 2018, los arrecifes de esta zona se han visto afectados con la llegada del síndrome blanco, una enfermedad muy agresiva que termina con la vida en los corales, la cual se dispersa por la industria de cruceros.

Finalmente, Mina manifestó que si no se protegen los océanos: “el desarrollo de estos megaproyectos destruirá el paraíso que ha tratado de resguardar la comunidad por años”.

“No estamos cerrados al turismo”

El colectivo aclaró que no se trata de “terminar con el turismo” en las zonas; al contrario, es un llamado de atención para las autoridades que no toman como referente el turismo masivo, y no el comunitario.

“…hay formas de hacer turismo, pero que se siga tomando el turismo masivo como referente es una locura. La comunidad es la primera que se involucra con el ecosistema, pero debe de hacerse de una forma respetuosa y conocimiento previo” explicó Mina.

Una opción viable es el turismo comunitario, el cual consiste en toda actividad turística solidaria que permita la participación activa de la comunidad, desde una perspectiva intercultural, que permita el manejo adecuado del patrimonio natural y la valoración del patrimonio cultural, todo basado en un principio de equidad en la distribución de los beneficios locales.

Esta es una medida que ha tomado la industria turística de la comunidad costera, puesto que son conscientes de que es un “momento decisivo” para la preservación de los mares y océanos:

“No se pueden tomar malas decisiones, nuestros mares son los primeros en recibir los impactos de la crisis climática, se deben de tratar con más cuidado y garantizar su larga vida”.

Finalmente, Mina invita a la población a ser parte de la campaña, ya que “cualquier acción cuenta”. En caso de ser de otra parte de la república mexicana y deseas apoyar al colectivo, puedes enviar un mensaje a sus redes sociales para replicar la colecta en tu entidad, difundir la campaña, donar dinero o apoyarles de alguna manera: “Si el paraíso existe es porque lo defendemos” sentenció el colectivo.

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Para apoyar la campaña puede hacerse aquí:

https://twitter.com/SobornaSEMARNAT

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