Las restricciones en la frontera empoderan a las organizaciones de tráfico de migrantes
Los migrantes cada vez confían más en traficantes que prometen un viaje seguro hacia Estados Unidos, mientras autoridades lanzan una operación dirigida contra organizaciones internacionales de tráfico de personas. Los defensores de los inmigrantes advierten que las restricciones de EEUU obligan a depender de traficantes que exponen la vida de las personas
POR ANGELA KOCHERGA / KTEP PUBLIC RADIO
Ana se sentó con sus dos hijos en una banqueta a tan solo pasos del puente Paso del Norte en el centro de Ciudad Juárez, considerando sus opciones y su aplastante deuda.
“Sinceramente, me gustaría intentarlo de nuevo”, dijo Ana, horas después de que ella y su hija, de 12 años, y su hijo, de 9 años, fuesen expulsados por la Patrulla Fronteriza después de cruzar a Estados Unidos. “Ya estamos aquí y tenemos una deuda que pesa sobre nosotros”.
Le debe 7 mil 500 dólares a su “guía”, un término que muchos migrantes prefieren en lugar de la palabra ‘coyote’, que la trajo a ella y los niños desde Guatemala hasta la frontera. Ana, de 29 años, está entre un número incalculable de migrantes, probablemente en las decenas de miles al año, que confían en las organizaciones internacional de contrabando que les prometen un paso seguro a Estados Unidos por múltiples fronteras y a través de México. The Puente News Collaborative solo publica su primer nombre para protegerla de posibles represalias.
La semana pasada, el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos lanzó un esfuerzo entre múltiples organismos que apunta a las organizaciones implicadas en el tráfico de migrantes hacia territorio estadounidense.
“El objetivo es afectar cada faceta de las redes logísticas de estas organizaciones delictivas”, dijo el Secretario de Seguridad Interna, Alejandro Mayorkas, durante una sesión informativa con los reporteros el 28 de abril.
La Operación Centinela irá tras personas, activos económicos y entidades comerciales implicadas en el comercio vinculado al tráfico. “Las acciones se llevarán a cabo en los próximos meses y realzarán la seguridad de la frontera de los EE.UU., así como también ayudarán a salvar las vidas de migrantes vulnerables que, de otro modo, pondrían sus vidas en manos de estos delincuentes sin escrúpulos”.
Las vastas redes de tráfico se extienden por múltiples países. Al tratar de hacer el viaje por su cuenta, los migrantes se enfrentan a oficiales corruptos y se arriesgan a la violencia de grupos delictivos.
Durante una entrevista en la sede de la Patrulla Fronteriza de El Paso, dos agentes hablaron sobre sus esfuerzos de rastrear las operaciones de tráfico. Hablaron con la condición de que sus nombres no sea utilizados, para proteger su seguridad.
Los agentes dijeron que las Organizaciones Delictivas Transnacionales, TCO (por sus siglas en inglés), “controlan todos los pasos, todas las rutas”.
Actualmente, las organizaciones de tráfico obtienen enormes ganancias por mover migrantes desde América Central, a través de México y por la frontera.
“Tienen sus propios puntos de control, ya sabes. Tienen sus centinelas. Es un área controlada”, dijo uno de los agentes.
Los cárteles de drogas han cobrado un “piso” o una tarifa durante mucho tiempo para cruzar por las áreas que ellos controlan. Según los agentes, mientras los cárteles delimitan sus territorios en México, del lado de Estados Unidos, los grupos de tráfico trabajan para cualquier organización que pueda pagar para transportar y albergar a los migrantes.
“Del lado del norte, si tienes el dinero, ‘los recogeremos por ustedes. Aprovisionamos la casa’”, dijo un agente.
Los traficantes, o coyotes, han sido durante mucho tiempo una fuerza en la frontera suroeste. Pero, en los últimos meses, los agentes dicen que han sido particularmente descarados. Imágenes de un video de vigilancia captadas en marzo pasado mostró a un par de personas dejando a dos niñas pequeñas en un muro fronterizo de 14 pies (más de cuatro metros) al oeste de El Paso, durante la noche, y dejando a otros niños totalmente solos en el desierto en Estados Unidos cerca de la frontera.
Otras personas que no pueden seguir son abandonadas. En los últimos seis meses, los agentes de la Patrulla Fronteriza realizaron 4 mil 920 rescates en la frontera suroeste, según los números de la Aduana y Vigilancia Fronteriza de Estados Unidos. El número de rescates es casi tan grande como todo el año anterior.
“Es peligroso intentar cruzar sin un traficante. Si lo intentas con un traficante, también lo es. Sea como sea, es peligroso. La frontera no está abierta. La frontera sigue cerrada”, dijo uno de los agentes de la Patrulla Fronteriza entrevistados en su cuartel general.
Cerrar la frontera para aquellos que buscan posibilidades legales de cruces, como asilo, ha incrementado las ganancias para las organizaciones de tráfico.
“Cuanto más reprimas, más te cobrarán”, dijo Jeremy Slack, un profesor de la Universidad de Texas en El Paso que investiga los problemas migratorios.
“Si en verdad quieres ir tras el tráfico, creas un sistema en la frontera donde las personas puedan registrarse y llenar sus formularios, presentarse y hacer que las procesen de manera ordenada”, dijo Slack. “Eso servirá para contener los esfuerzos”.
La frontera está cerrada para la mayoría de los migrantes, según una regulación llamada Título 42, una orden de Salud pandémica emitida durante la administración de Trump que sigue vigente.
Sin embargo, la administración de Biden ha permitiendo que los niños que crucen la frontera sin un padre o tutor se queden en el país.
Según los agentes y los defensores de los inmigrantes, las organizaciones de tráfico se han aprovechado del cambio animando a los padres para que envíen a sus niños al otro lado de la frontera solos, ofreciéndoles, a la vez, ayudarles a meter a los adultos a Estados Unidos.
Slack dice que el resultado son traficantes que dejan niños migrantes solos en la frontera, esperando que los agentes de la Patrulla Fronteriza vayan y los recojan.
“Generan un sentimiento de vergüenza. Es aterrador. Pero esto es lo que pasa cuando tienes una pieza del rompecabezas del asilo abierta para algunas personas, pero no para otras”, dijo Slack.
Él está entre casi 100 académicos de Estados Unidos y México que prepararon un documento de políticas que convoca a los gobiernos de ambos países para que tomen medidas destinadas a mejorar el proceso migratorio.
Entre sus recomendaciones se encuentran: la eliminación gradual del Título 42 empezando por las familias, expandir las pruebas de COVID en la frontera, lo cual ya está sucediendo para algunas personas que fueron admitidas en Estados Unidos y que buscan asilo, y aumentar la capacidad de los refugios para migrantes.
“No solo se trata del lado del tráfico, sino también del lado de los secuestros, el lado de la extorsión en México”, dijo Slack.
Según algunos migrantes, es de público conocimiento que aquellos que intentan cruzar sin el riesgo de un traficante se meten en problemas.
“Si los que son dueños de la frontera te encuentran ahí, te piden una contraseña”. Si dices que no tienes una, las cosas se ponen feas”f, dijo un joven cubano en búsqueda de asilo, que había estado esperando en Ciudad Juárez durante un año y medio.
Ya sea que busquen asilo o trabajo, muchos migrantes no están dispuestos a permanecer en las ciudades fronterizas de México. Algunos temen convertirse en víctimas de la delincuencia, otros se enfrentan a una inminente fecha límite para pagar los costos de su tráfico.
“Pagué la mitad y pagaré la otra mitad una vez que cruce al otro lado”, dijo Johana, de 38 años de edad. Le cobraron 7 mil dólares para ir de Honduras hasta la frontera de Texas.
La madre de dos niños se veía agotada, pero parecía decidida. Intentó cruzar la frontera cinco veces y la Patrulla Fronteriza siempre la regresó a México.
Después de llegar tan lejos, decidió que no hay vuelta atrás y tiene fe en que finalmente podrá cruzar a Estados Unidos.
“Dios sabe lo que hay en nuestros corazones y que todos necesitamos poner pan sobre la mesa”, dijo.
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