Vacunación antiCOVID, clave para recuperación económica: CEPAL

Foto: Isaac Guzmán

La pandemia por el coronavirus SARS-Cov2 llegó a México y América Latina, cuando ya la economía venía en caída; esta nueva situación agudizó la crisis y las desigualdades sociales. En solo un año (2020), el aumento de los niveles de pobreza colocaron a la población con un retroceso económico de dos décadas, que afecta principalmente a mujeres, niños, niñas y adolescentes, y a las comunidades rurales indígenas y afrodescendientes, señala el informe Panorama Social de América Latina 2020 elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Los números que presentó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL -organismo de las Naciones Unidas-, no dejan duda. Cuando la pandemia llegó, esta región ya llevaba seis años de crisis económica, porque desde 2014 la pobreza venía aumentando, pero ahora, se incrementaron las desigualdades, y por ejemplo en México, sólo en el primer semestre de 2020, se sumaron 8 millones de personas en condición de pobreza extrema.

También, México y América Latina es la región donde  más muertes por covid ha habido en el mundo;  la razón, explicó Bárcena, es por el hacinamiento en el que viven las personas que viven en condiciones de pobreza -en Chiapas, hasta antes de la pandemía, el 75 por ciento de la población vivía en pobreza y pobreza extrema-. A esta condición se suma  el deficiente y desigual acceso a los sistemas de salud,  y el lento y desigual acceso al proceso de vacunación.

En la presentación del informe Panorama Social de América Latina 2020, Bárcena explica que por la pérdida de empleos, los sectores más afectados son mujeres, trabajadoras y trabajadores informales, jóvenes y migrantes.

En el caso de las mujeres, en México el 14 por ciento de quienes se encontraban laborando, perdieron su empleo; ahora se suman a las mujeres que, en sus hogares, realizan las labores domésticas y de cuidado, sin recibir ninguna remuneración.

Una mención especial en el informe es por la situación de los niños, niñas y adolescentes, afectados por la pérdida de recursos de sus familias, pero también por el cierre de escuelas y la imposibilidad de acceder a la educación a distancia, por la desigualdad digital; es decir, el limitado acceso a internet, e insuficientes capacidades y habilidades digitales.

“Los pobres perdieron el 42 por ciento de sus ingresos”, y la desigualdad digital -el insuficiente acceso a internet- también los coloca en desventaja para poder obtener ofertas laborales e ingresos por esta vía.

El informe reconoce que los gobiernos de la región implementaron 263 medidas de protección social, como entrega de paquetes alimentarios, medicamentos y recursos en efectivo. Sin estas medidas, señala la titular de la CEPAL, el impacto en la población podría haber sido mayor.

Una de las razones es porque el costo de los insumos alimentarios y de atención a la salud, se incrementaron.

Bárcena señala que en México y AL no se ha pasado de la etapa emergencia, no se ha llegado a la etapa de la recuperación. La principal condición para que pase la emergencia, es la detención de los contagios, “y eso va a pasar hasta que esté vacunada la población, lo que no sucederá en 2021”. Cuando se terminen o disminuya considerablemente la fuerza de los contagios, las actividades económicas y producitivas empezarán a reactivarse.

“América Latina y el Caribe no alcanzará la inmunidad de rebaño” -vía la aplicación de la vacuna anticovid. durante el 2021, por el fuerte acaparamiento internacional que tienen sobre estas, los países ricos”, por los obstáculos para la distribución de los que ya han adquirido el resto de los países. Por ejemplo, en México, hasta el momento se han adquirido 2.5 millones de dosis de vacunas, y la población es de 126 millones de personas; además de que la mayoría de las vacunas requieren de la aplicación de dos dosis.

En el corto plazo, la CEPAL recomendó a los gobiernos continuar con los programas de emergencia como las canastas alimentarias y otros; también garantizar la salud, la educación y la inclusión digital, y poner en especial consideración a los grupos vulnerables.