El 8 de marzo de hace 27 años nació Juan de Dios Núñez Barojas, pero desde hace cuatro años su mamá, María Luisa Núñez Barojas, no puede felicitarlo ni abrazarlo, porque está desaparecido. A las puertas de la Fiscalía General del Estado (FGE), cuya sede amaneció rodeada de vallas para impedir el acceso, la fundadora del colectivo “Voz de los desaparecidos en Puebla” le envió a su hijo una felicitación a través del megáfono.

En el marco del 8M, cerca de 130 personas convocadas por “Voz de los desaparecidos” llegaron a la FGE después de haber marchado desde la sede de la Comisión Estatal de Derechos Humanos para visibilizar la falta de justicia, las desapariciones en todo el estado, la problemática de la desaparición de mujeres y también para pedir a la sociedad que se solidarice con su lucha.

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Además, el colectivo también recordó que está recabando firmas ciudadanas para que se apruebe la Ley en Materia de Desaparición de Personas para el Estado de Puebla.

Desde las 10:30 de la mañana las familias llegaron de la capital y de municipios como Quecholac, Palmar de Bravo, San Martín Texmelucan, Venustiano Carranza, Cañada Morelos, Tecamachalco, Tehuacán, y Huejotzingo, todas cargando fotos y lonas con los rostros de las personas a las que buscan.

Conforme pasaba el tiempo se fueron sumando más y más, hasta rebasar las 100 personas, y salieron a las 11:30 en una caminata pacífica rumbo a la Fiscalía.

Foto: Marlene Martínez

Desde la fundación del colectivo, el 30 de agosto de 2018, no se había hecho una marcha tan grande de familiares de personas desaparecidas. Cada vez se suman más casos, lo que evidencia que las desapariciones están aumentando en Puebla.

En esta marcha aparecieron nombres nuevos: Fabiola Narváez Rojas, Guadalupe Larios Ramos, Betzabé Alvarado Gallardo, María Fernanda Rosete, Javier Rodríguez Hernández, Aarón Bravo Suárez y Daniel Pérez Domínguez. Sus rostros se sumaron al mosaico que se conformó con las lonas y pancartas que sus familias cargaron de la CEDH a la Fiscalía, pasando por la Comisión Estatal de Búsqueda (CEB).

Afuera del inmueble de la CEB la marcha se detuvo para dar pie a una breve manifestación. Ahí nadie salió a recibir a las familias, sólo un par de trabajadores se asomaron por la azotea y se rieron, mientras desde abajo las familias les reclamaban su falta de empatía y exigían que saliera la comisionada, María del Carmen Carabarín Trujillo. Después de 20 minutos la marcha retomó el camino, bajando por la 31 poniente.

Foto: Marlene Martínez

Al llegar a la Fiscalía, el contingente se encontró con queel edificio estaba flanqueado por vallas para impedir que la gente se acercara. Sobre las estructuras metálicas colgaron las lonas y fotos de las personas a las que buscan. A la par, una parte del grupo cruzó las vallas y pegó hojas con fichas de búsqueda y con los rostros de 53 mujeres desaparecidas en Puebla, cuyas familias son parte del colectivo.

También sobre la pared blanca del edificio, frente a las puertas cerradas, escribieron los nombres de personas desaparecidas. Tampoco nadie de la FGE salió a recibirlas, pero desde la azotea tomaron fotos y video de las y los asistentes.

Foto: Marlene Martínez

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María Luisa Núñez tomó el megáfono y habló sobre la problemática que se vive, recordando que hoy 8 de marzo no es un día de fiesta, sino de lucha, y agradeció a todas las mujeres que han luchado. Además, se solidarizó con las manifestantes feministas que desde el domingo y durante este lunes por la tarde se han movilizado contra la violencia de género.

Las familias colocaron en las vallas dos urnas, una con la leyenda “desaparición forzada” y otra que decía “feminicidios”. Después hicieron un pase de lista con las fichas de búsqueda de mujeres desaparecidas: leían el nombre, después todos respondían “presente”, y la metían a la urna. Así, las urnas se llenaron de casos que están sin justicia, y en el olvido de las autoridades.

Al finalizar la manifestación, el colectivo compartió una carta abierta al Congreso para que la legislación sobre la Ley en Materia de Desaparición de Personas sea discutida, ya que es un pendiente que está en la congeladora desde la presentación de la propuesta de ley, en julio de 2020.