La lucha por el agua de Milpa Alta empieza en un pequeño campamento
Vecinos de Milpa Alta acusan al gobierno de la Ciudad de México de hacer una consulta a modo para llevarse el agua de San Jerónimo Miacatlán. Por lo pronto, gente de la comunidad se organiza en un plantón para evitar que Sacmex perfore el pozo
Texto y Fotos: Arturo Contreras Camero de Pie de Página
Con el repique de campanas pobladores de la calle Camino al Tanque, en San Jerónimo Miacatlán, Milpa Alta, llamaron a sus vecinos a la lucha para defender el agua de su pueblo. El 8 de mayo pasado trabajadores del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) llegaron para empezar los trabajos de perforación de un pozo de agua en ese lugar. Los vecinos, que no fueron consultados, inmediatamente se opusieron.
Marcelina Cabello, una de las mujeres que lidera la resistencia de este pequeño pueblo es directa y dura al hablar. “Somos una comunidad, Milpa Alta, que se rige por usos y costumbres y porque somos una comunidad comunera. Por eso no pueden llegar así como así a disponer de nuestros recursos. Claudia Sheinbaum ni Sacmex no nos pidieron permiso para entrar y se ha tomado atribuciones sintiéndose dueña de aquí, cuando no es así”.
Como lo indica, esta calle, enclavada en una sierra poblada de casitas de tres piso de ladrillos de concreto sin pintar, lleva a un tanque de almacenamiento de agua donde se recupera el agua de diferentes pozos en tierras bajas de la demarcación y se redistribuye entre los pobladores de cinco de los doce pueblos que forman la alcaldía. Desde aquí, el agua surte a gente del propio a San Jerónimo Miacatlán, San Francisco Tecoxpa, San Agustín Ohtenco, San Juan Tepenahuac y Santa Ana Tlacotenco.
A los pocos días de que llegó Sacmex, cuando algunos vecinos se empezaban a organizar para impedir la perforación del pozo, funcionarios de la dependencia empezaron a explicar a los pobladores que el agua que se extraería de ese pozo sería para “reponer” los niveles del tanque de San Luis Talxialtemanco, Xochimilco, desde donde se enviaría a colonias más céntricas de la ciudad.
Marcelina Cabello acusa que el gobierno de la Alcaldía armó una comisión de consenso para el tema del pozo. A pesar de que todos sus miembros son originarios de San Jerónimo, más del 80 o el 90 por ciento de sus integrantes trabajan en la alcaldía Milpa Alta.
“Armaron su comisión y quedó pura gente de la estructura (del gobierno). ¿Así cómo va a ser la palabra del pueblo?” cuestiona. “A los días me llegó una notificación de que iban a hacer la consulta, pero no fue ni libre ni informada. Nada más perifonearon dos o tres días y sacaron un volante a dónde anduvieron anunciando que iba a haber, la consulta”.
El 2 de agosto se llevó a cabo la consulta. Cuando habla al respecto, Marcelina no puede dejar de enumerar las irregularidades. “Se hizo en hojas sin folio, sin membrete ni nada que las distinguiera y luego parecía que las preguntas estaban todas amañadas”.
En la hoja de la consulta se leían tres preguntas, que hacían que la gente tuviera cierta disposición a votar por el sí. “Ante la escasez del agua, disponer de agua suficiente saludable, físciamente accesible para uso personal y doméstico es un derecho de todas y todos, ¿está de acuerdo?”, rezaba la primera pregunta. “¿Te gustaría que se mejorara el servicio de agua potable a través de obras complementarias de mantenimiento, ampliación y sustitución de la infraestructura hidráulica garantizando un mejor servicio?”, decía la segunda. Mientras que la tercera refería: “Por lo anterior estás de acuerdo con el proyecto para la perforación de un pozo de agua? En la consulta participaron 328 o 329 personas, los registros de votación no dejan saberlo con exactitud, pues las sumas de votos son inexactas.
Diez días después, el 12 de octubre, mero día de la llegada de Cristóbal Colón a América, cientos de policías cercaron el pueblo para lograr que los trabajadores del Sistema de Aguas pudieran entrar al pozo. Fue ese día cuando Marcelina decidió montar su campamento.
“No hemos cerrado ninguna instalación. Solo se cuida el acceso para que no accediera la máquina al pozo. Porque la gente de la comunidad pensó que se había hecho para cerrar la instalación y el manejo del pozo, pero no es así”. Días después de instalar el campamento en frente del tanque, vecinos del pueblo vecino de San Francisco Tecoxpa, cerraron los accesos al pueblo y los caminos que cruzan por la demarcación.
Molestos, muchos pobladores reclamaron a los organizadores, que hicieron los bloqueos para demandar a la alcaldía la apertura de válvulas de suministro de agua. Algunos pobladores culparon a los pobladores del campamento, pero al final, el cierre de las válvulas fue una treta del gobierno para enfrentar a los pobladores de Milpa Alta y legitimar el pozo.
Una historia de extracción y despojo
“¡Imagina tú traer aguas del sur al centro! ¡Eso no es viable! Económica, de manera de infraestructura ni por otras razones. La calidad del agua no llegaría a los estándares necesarios”, asegura Edgar Santiago, titular de comunicación de Sacmex al ser cuestionado sobre el tema. Después ofrece una entrevista con un ingeniero del Sistema para que explique a Pie de Página cómo se planea manejar el agua del pozo nuevo, y del resto de la red en el sur de la ciudad, sin embargo, al momento de redacción de este trabajo, la entrevista nunca se concretó.
Sin embargo, Carlos Vargas-Cabrera, académico dedicado al agua y a los sistemas geohidrológicos de la ciudad y miembro de la coordinadora Agua Para Todos, que busca un manejo más democrático del líquido en el país explica que ese tipo de políticas han predominado en la ciudad desde hace al menos 50 años.
“Esto más se dio bajo el régimen totalitario, las (entonces) delegaciones y la jefatura de Gobierno, todo era controlado por el PRI y habían tratos libres, pero ahora ya se hace más complejo porque la organización política es multicolor”, asegura.
Al preguntarle sobre la intrincada red de agua que maneja Sacmex y cómo hace la gestión del agua a través de la capital, Vargas-Cabrera describe un intrincado sistema de agua que pareciera inentendible. “Es un sistema complejo, pero Sacmex lo hace complejo, hace compleja la distribución porque ha hecho la extracción de diversos sitios para hacer sus trasvases. La saca (el agua) de un sitio y la lleva a otro, así ha pasado en varias alcaldías, varios pozos que surten a una alcaldía no están en esa demarcación. Solo voltea a ver lugares como la Gustavo A. Madero, donde casi no hay pozos, la Cuauhtémoc, la Benito Juárez, a esas colonias quién sabe de dónde les llega el agua. No podemos determinar a dónde se lleva, porque el ramal de la tubería es tan complejo que solo Sacmex sabe de dónde a dónde lleva las aguas y cuáles mezcla para llevarlas a diferentes alcaldías”.
Según el experto en hidrología esta es una práctica que data desde los 60, cuando después del crecimiento desmedido de la ciudad, fue imposible surtir de agua a todas las colonias, por lo que se echó mano de los acuíferos del sur, empezando por Xochimilco. 60 años después esas aguas se están terminando, y las autoridades capitalinas apuntan sus miras a lugares más al sur.
“No se considera o no se respeta, tanto a la ciudadanía local, como el funcionamiento de sistemas hídricos locales, donde hay agua, ahí se perfora y nos la llevamos para otro lado, eso no funciona. Es el caos de todo tipo. Tanto social, hídrico, natural, y de cuenca que se crea. No solo se miente con la obra, sino también con el abasto de agua, porque llegan para llevarse el agua, pero a los locales se les dice que va a ser infraestructura para drenaje o cosas parecidas, para que no vean que son obras para llevarse el agua”.
La zona donde el gobierno planea hacer un pozo más es una de las mejores zonas de recarga del acuífero de la ciudad por las condiciones del suelo del lugar, que es muy poroso, lo que permite que el agua llegue con mayor celeridad a través de la tierra a los mantos acuíferos.
Desde inicios de esta administración, Pie de Página ha registrado diversos conflictos entre vecinos y autoridades gubernamentales por instalar y modificar la red hidráulica de diversas colonias en Xochimilco como Milpa Alta. En diversas ocasiones, el descontento de los vecinos genera protestas y resistencias como la que lidera Marcelina Cabello afuera de un pozo en Milpa Alta.
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