Reconocer aprendizajes niños y niñas ante la pandemia, pide Consejo de la Comunicación
La educación a distancia o semipresencial, que en el actual ciclo escolar se aplica para evitar el contagios del COVID-19 en niños y niñas de México, puso al descubierto la deficiencia nacional en el acceso a recursos como internet y televisión.
El resultado que esto va a dejar en la infancia mexicana, aún está por evaluarse; pero el peor escenario, es que a consecuencia de la falta de accesibilidad, miles de niños y niñas deserten de la escuela, advirtió Patricia Ganem, Directora de Grupo Loga y vocera del Consejo de la Comunicación.
Hay casos extremos, como el de la infancia en Chiapas, estado donde sólo el 16 por ciento tienen acceso a internet, y el 34 por ciento a la señal de televisión.
“La pandemia puso al descubierto las condiciones de conectividad, movilidad y comunicación en el país, pero ante la ausencia de estos mecanismos, se apela a los padres de familia y maestros para atender un plan B, que es el uso de material impresos, libros de textos, para que los niños continúen su formación”, explicó la vocera.
Detalló que ante la crisis de conectividad, las comunidades están tratando de construir soluciones, alternativas y propuestas que permitan sortear esta emergencia. Están utilizando otros recursos, como las visitas de los niños a zonas establecidas para el intercambio de materiales, o las visitas de profesores a puntos acordados.
“Sin embargo, de acuerdo a los maestros, no todos los niños han podido ser ubicados, o contactados, debido a que muchas familias, por la pandemia, han tenido que movilizarse y cambiar de residencia. Han vuelto o se han ido a lugares donde hay trabajo, y esto ha hecho que no han podido contactar a los alumnos”, explicó Patricia Ganem.
“Al Consejo de la Comunicación le preocupa el impacto que tendría el que los niños abandonen el contacto con los maestros. Todavía se va a valorar cuáles van a ser los indicadores que van a mostrar las consecuencias de esta situación”.
A pesar de este hecho, Ganem explicó que el Consejo de la Comunicación valora el que aún en estas condiciones, los niños no dejan de aprender. “En los contextos donde estén, adquieren experiencias y desarrollan habilidades”.
Estos aprendizajes deben reconocerse y considerarse a la hora de una evaluación, porque “si se van a medir esos aprendizajes con indicadores estereotipados, seguramente vamos a salir muy mal; pero si bajo esta emergencia, somos capaces de advertir qué es lo que el niño está aprendiendo de su familia, de sus contextos, de las actividades que hacen con la comunidad, seguramente van a salir enriquecidos”.
«Por eso -dijo- nuestra postura como Consejo de la Comunicación, es la flexibilización por parte de la relación escuela-familia, para que aprovechemos los contextos naturales y locales, para enseñarles a pensar y aprender a aprender».
“Es la tendencia mundial que los niños, a partir de lo que vivan, apendan a aprender y aprendan a pensar. Como sector empresarial sabemos que estamos en un parteaguas donde estos cambios van a ser recurrentes”, advirtió.
Sin embargo, también reconoció que la educación académica formal debe ser una prioridad, y para apoyar a los trabajadores y sus familias, el sector empresarial “tendrá que revisar horarios y disposiciones, para flexibilizar en horarios, mecanismos y estrategias, para que madres, padre o tutores trabajadores, estén más tiempo disponibles con sus hijos”.
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