“El gobierno no quieren ver la tragedia que vivimos”, reclama Caravana Rarámuri por el Trabajo
#AlianzadeMedios | Adriana Esquivel de Raíchali
Fotos: Adriana Esquivel
Chihuahua.- La verdadera enfermedad que enfrentan las comunidades indígenas en la Sierra Tarahumara es la indiferencia de las autoridades federales que, desde el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, se quedaron sin apoyos.
Así lo comentaron los coordinadores de la tercera Caravana Rarámuri por el Trabajo que se dirige a las oficinas de la Secretaría del Bienestar, ubicada sobre la avenida Ocampo, en la zona centro.
La falta de oportunidades, la suspensión de programas y la sequía atípica complica la situación cada vez más, explicó Luis Carlos González, coordinador general del movimiento.
En sus comunidades lo único que han recibido es indiferencia y en ese abandono histórico, cuentan, es de donde sacaron las fuerzas para marcar por tercera vez para pedir ayuda a las autoridades federales.
“Salimos a las carreteras, a las calles, porque nomás así nos pueden hacer caso, allá, en las comunidades no nos ven (…) Hemos hechos acuerdos desde hace un año con Juan Carlos Loera (delegado del Gobierno de México en Chihuahua) y todos se han incumplido”, reclamó.
La caravana rarámuri por el trabajó arribó a la ciudad de Chihuahua a las tres de la tarde y se conforma por alrededor de 150 mujeres, hombres, niñas y niños rarámuri.
Sus integrantes llevaban cuatro días de camino a pie y camión desde San Juanito, municipio de Bocoyna, en donde se reunieron para recordarle al gobierno de México que tienen más de un año buscando apoyos para sus comunidades.
A Chihuahua llegaron en tres camiones de gas natural que les robaron para ayudarlos por el desgaste que han acumulado caminando desde que salieron de sus hogares.
Sebastián Fuentes, representante de Norogachi, en el municipio de Guachochi, lamentó que de su comunidad sólo pudieron venir 10 personas, pues las demás que habían iniciado la caravana tuvieron que regresar porque se sintieron mal o porque tenían que cuidar a sus familias y a sus animales.
“Allá está muy feo. Me pidió el gobernador que viniera para ver qué podíamos conseguir porque es muy poco la gente que sí tiene un apoyo, la estamos pasando muy mal”, mencionó.
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