“Me da miedo lo de no comer”, el impacto de la pandemia en infancia trabajadora de Chiapas
Al 97 por ciento de los niños, niñas y adolescentes que laboran en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas, les preocupa quedarse sin dinero, y sin comida. Ellos y ellas trabajan en compañía de su familia, en la principal ciudad turística del estado. Ahora, como consecuencia de la pandemia, ven agudizada su situación de vulnerabilidad.
“Me da miedo lo de no comer y el coronavirus me da mucho miedo», dijo Rafael, de 11 años. Él es uno de los 129 infantes que participaron en la consulta que realizaron tres organizaciones que trabajan con niños, niñas y adolescentes trabajadores, de entre 8 y 17 años de edad, la mayoría de ellos indígenas tsotsiles y tseltales.
Con el propósito de conocer cómo viven la pandemia en los aspectos económico, educativo, laboral y emocional, y que sus voces sean consideradas para analizar y reformular políticas públicas, las organizaciones Desarrollo Educativo Sueniños, Tierra Roja Cuxtitali y Melel Xojobal hicieron la consulta a una muestra representativa de los menores de edad que se encuentran en esa situación, entre 2,500 y 3,500 según cifras oficiales.
Basados en una metodología que permitió elaborar un cuestionario de 13 preguntas, el 97 las y los consultados expresaron que su principal preocupación es quedarse sin dinero; porque esto deriva en quedarse sin comida, sin trabajo, y contraer el virus por no poder permanecer en su casa, ya que tienen que salir a trabajar, en la mayoría de los casos, en la venta de artesanías y otros productos. Ello, además de la incertidumbre de perder la escuela.
¿Qué te da miedo?, les preguntaron. “Que no vendamos o me quiten mi lugar de trabajo cuando no vendo”, dijo Elsa, de 8 años. “Los problemas económicos de mi familia, ya que no tiene trabajo mi mamá y a mi papá no le pagan completo y no alcanza para la comida”. Sostuvo María, de 14 años.
Las organizaciones que elaboraron la consulta detallaron que las niñas, niños y adolescentes consultados hicieron énfasis en la alimentación, en la necesidad de “tener para la comida y las medicinas”, como lo expresó Claudia, de 10 años.
Señalan, porque la seguridad alimentaria se está agravando con la pandemia, y por la pérdida de empleo, no tienen la garantía de contar con los recursos para comer, e incluso, en algunos casos detectaron que al momento de realizar las entrevistas, ya carecían de alimento.
Al menos 4 de cada 10 infantes consultados, expresaron que trabajan y estudian, 7 de cada 10 tuvieron que dejar de trabajar. “Casi no vienen a comprar al mercado, y no tenemos dinero”, “el dinero me servía para mis estudios, y ahora no tengo para pagar el internet”, señalaron.
La pandemia, también afecta su condición escolar, porque sólo el 19 por ciento de las y los infantes trabajadores de San Cristóbal de Las Casas, tienen acceso a internet en su casa, y únicamente el 18 por ciento cuenta con computadora. El resto, ha tenido que acudir a lugares públicos para cumplir con sus tareas, o recibir clases virtuales.
Los niños, niñas y adolescentes, también expresaron sus sueños y necesidades: “que acabe la pandemia. Que cambie el mundo y no haya pobreza en las personas”, dijo Estrella, de 10 años; Cecilia, de 13 años quisiera “que mi familia tengamos un trabajo estable sin que preocuparnos con las ventas de chicharrines, empanadas y frutas picadas”.
Y expresaron sus demandas: “El gobierno lo que debe hacer es dar alimentos a la familia y dinero, el dinero para que no salgan. Debería dar cosas el gobierno para no salir y no nos infectemos”, dijo Ezequiel, de 12 años. “…que nos den comida y todo lo que necesitamos en casa”, expresó Esther, de 11 años.
Las niñas, niños y adolecentes, también piden “que todos los niños puedan seguir estudiando, pero no en televisión porque no se entiende. Que el presidente hable con los maestros y les diga que tuvieran clases por celular o dejarles libros con dinámicas nuevas”, dijo Teodoro, de 9 años.
El resultado de la consulta se entregó a autoridades federales, estatales y municipales, para que de viva voz conozcan sus opiniones, sentires y propuestas frente a la pandemia “y que éstas sean tomadas en cuenta por las autoridades, organizaciones y familias”.
En Chiapas, el 85.4 por ciento de la población son pobres por ingresos, y se estima que como consecuencia de la pandemia este porcentaje se incremente entre 93 y 96 por ciento.
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