«Sólo Dios sabe cuándo tendremos razón de nuestros desaparecidos», el amargo Día de las Madres
#AlianzadeMedios | Por Adriana Esquivel de Raíchali
Chihuahua.- Los corazones de las madres con hijos e hijas desaparecidos en Chihuahua siguen en marcha pese al aislamiento por Covid-19.
Las medidas de seguridad para evitar contagios no callaron sus voces este 10 de mayo, Día de las Madres, fecha en la que recuerdan al estado y a sus familiares que no detendrán su lucha hasta encontrarlos.
En Chihuahua suman casi 4 mil familias que este día no tienen nada que celebrar, de mujeres que no descasan por buscar a sus hijos, pero también de hijas e hijos que no se cansan de exigir justicia por sus madres.
Por ello, en redes sociales iniciaron una movilización digital frente a la tragedia que vive México desde el gobierno del panista Felipe Calderón, años en los que la llamada “guerra contra el narco” marcó el aumento de personas desaparecidas en el país.
Romualdo, Julio César, Julián Iván, Manuel Francisco, José Ángel, David Armando, José Nirvado; Luis Esparza, Conrado Calzadillas, Rocío Irene, son algunos de los nombres grabados en las playeras y cartelones que cargan sus familiares.
«Sólo las madres y padres de personas desaparecidas sabemos qué significa que nos falten nuestros hijos e hijas. Es una vida muy desgastante. Sólo Dios sabe cuándo tendremos razón de nuestros desaparecidos. Gracias por animarnos y darnos fuerzas para salir adelante”, es el mensaje que Quica López envía a su hijo julio César Sepúlveda, desaparecido el desaparecido el 4 de abril de 2012.
A Brenda Karina la busca su hija y su madre: «Siempre te buscaremos porque te amamos y te extrañamos cada segundo. Porque sin ti la vida jamás será igual. Siempre te esperamos, dejaste un gran vacío dentro de cada uno de nosotros. Te amamos tu hija, tu madre y tus hermanos. Te esperaremos siempre.»
“Cómo vivir si tú me faltas”, pregunta, a su vez, Yessenia Carrera Aragón, quien busca a su hijo Carlos Antonio Perales Carrera, desaparecido el 28 de agosto de 2015.
« Hijo quiero volver a abrazarte, eres el amor de mamá: el verdadero amor, sin ningún interés, amor de los amores, en las buenas y en las malas… Siempre juntos, haciendo planes a futuro y un día sin pensar, desapareciste como una estrella fugaz, sin dejar rastro alguno, pero sí mi corazón en mil pedazos . Que regrese vivo, porque vivo se lo llevaron.”
A José Nirvado su madre le escribe: «Hijo ¿dónde estarás? Te extraño tanto. Si por lo menos tuviera una pista de dónde encontrarte, para ir volando por ti. Me haces mucha falta, te buscaré por siempre mi niño ».
Y Norma Villarreal le recuerda: «Él es mi hijo, Jose Luís Esparza Villarreal, me lo arrancaron de mi corazón el día 16 de Junio de 2011 en la ciudad de Cuauhtémoc, Chih. HIJO: TE BUSCARÉ SIEMPRE ¡PORQUE VIVO SE LO LLEVARON, VIVO LO QUIERO!”
La búsqueda de las personas desaparecidas es un derecho de las familias, pero también una obligación del Estado mexicano, el cual ha sido omiso en garantizar el acceso a la verdad, a la justicia y a la no repetición, antes y durante la emergencia que enfrenta el país.
En ese sentido, el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres que actualmente representa a más de 200 familias de personas desaparecidas exigió a los tres niveles de gobierno acciones del tamaño de la problemática desde el tema de búsqueda e investigación.
Si bien se reconoció el avance que existe en la creación de una estructura como lo es el Sistema Nacional de Búsqueda y las comisiones locales, la titular del Cedehm, Ruth Fierro recordó que falta dotarlas del personal, de recursos materiales y técnicos necesario, así como un plan estatal de búsqueda que garantice una estrategia efectiva.
“Creemos que, en el marco de la contingencia que hay por el coronavirus, el acceso a la justicia es una actividad esencial que no debe detenerse en ningún momento. La justicia debe existir, la búsqueda no debe detenerse, así como las familias no paran de buscar”
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