Archivos Histórico de la UNICACH; momento de reconocer su valía para Chiapas
*El Archivo Histórico resguarda una rica fuente de consulta de investigadores, docentes y estudiantes. Con su sistema automático proporcionan material histórico a usuarios, locales, nacionales e internacionales.
Víctor Alfonso Gallardo Zavaleta, Licenciado en Historia, en la ponencia sobre Experiencias en el desarrollo del Sistema Institucional de Archivos en las Instituciones de Educación Superior de las XV Jornadas Archivísticas de la Red Nacional de Archivos de Instituciones de Educación Superior (RENAIES), dio a conocer que, la actividad en los archivos chiapanecos comenzó de manera formal con la creación del Archivo General del Estado en 1952.
Señaló que fue hasta finales de la década de los años 80 cuando se impulsó con el apoyo del Archivo General de la Nación (AGN), donde se fomentó la organización de los fondos municipales e identificación de los tipos existentes en el estado. La propuesta se basó en la necesidad de constituir instituciones de archivo para administrar los acervos documentales históricos.
Sin embargo, añade que fueron comunes las resistencias en todos los niveles de gobierno y la falta de conciencia sobre su importancia, lo que era casi imposible que estas instituciones respaldaran su función cultural. Pero, durante las décadas de los años 80 y 90 la creación de nuevos archivos coincidió con el interés de historiadores en documentar la historia de Chiapas. De ahí que los archivos estuvieran en manos de historiadores y a merced de diversos manejos de las fuentes.
Gallardo Zavaleta, dijo que en pleno siglo XXI en Chiapas es común hablar de archivos como aquella institución donde se resguardan documentos de la historia. Estos documentos viejos resultan atractivos para la publicidad oficial o en proyectos de rescate que buscan hacer colecciones de documentos, la actividad archivística chiapaneca se centra en la tendencia al rescate de los acervos necesarios para la investigación o la creación de instituciones para administrarlos, pero carentes de recursos.
La archivística chiapaneca continúa con la concepción del archivo como el depósito de documentos viejos que hablan de la entidad o de las instituciones públicas al servicio de la investigación histórica, donde la educación superior tiene una participación aislada, mencionó Gallardo Zavaleta.
El Archivo Histórico de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) es considerado por los investigadores que lo visitan y reconocido por los colegas archivistas locales, como el más funcional de la entidad ya que, con grandes esfuerzos, ha logrado proporcionar condiciones adecuadas para la conservación, programas de restauración y ordenación de sus acervos, compartió el historiador.
El Archivo General e Histórico del Estado de Chiapas se fundó por Fernando Castañón Gamboa en 1952, en la actualidad está bajo la custodia de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) con una extensión de 450 metros lineales de millones de legajos, libros, documentos y más.
Asimismo, en su inicio se estableció dentro del Palacio de Gobierno y poco después se reubicó en el Palacio de la Cultura, desde entonces funcionó con distintas asignaciones hasta 1970, año en el cual su acervo histórico quedó al cuidado de la Biblioteca Pública Central del Estado.
El Instituto Chiapaneco de Cultura (ICHC), en 1988-1994 desarrolló un programa cultural en Chiapas, a cargo de Andrés Fábregas Puig. Para el inicio de ese sexenio, dentro de la Coordinación de Desarrollo Bibliotecario y Documentación de este instituto, se estableció la Oficina de Acervo Especiales y Archivo Histórico del Estado, antecedente del actual Departamento Archivo Histórico de Chiapas-UNICACH.
El Archivo resguarda 27 colecciones especiales, más de 32 mil libros, de los cuales más de 4 mil son libros antiguos, la hemeroteca histórica cuenta con más de 30 mil ejemplares y más de 600 revistas.
Por último, brindan el servicio de consulta a usuarios, automatizando este proceso, buena parte de este acervo se encuentra digitalizado, durante lo que va del confinamiento han atendido a 315 personas, por un robot electrónico configurado en la plataforma de Facebook por Rigoberto Flecha, empleado del Archivo Histórico, para dar respuestas automáticas, de manera rápida y personalizada, con información digitalizada para su consulta o descarga.
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