Cómo hacer un cubrebocas casero for dummies
#AlianzadeMedios | Por Paula Hernández Gándara de Lado B
Frente a la pandemia de COVID-19 que estamos atravesando, mucho se ha dicho acerca de si debemos usar o no un cubrebocas al salir de casa.
Yo solía ser una de esas personas que creía que aquellos que los usaban sin estar enfermos eran algo paranoicos, pero luego de que mi papá y yo hiciéramos una apuesta (que claramente él gano), descubrí que estaba equivocada. Él apostaba que todos debemos usar mascarillas cuando salimos a algún lado.
Entonces la paranoia entró a mí cuando descubrí que ya había una escasez de mascarillas y que, tal vez (solo tal vez) tratar de conseguir uno, luego de que el virus llegara a México hace tres semanas, podría ser una especie de misión imposible.
Creo que en este punto ya no cuenta como spoiler pero, sí, es recomendable usar cubrebocas al salir de casa. Enseguida te cuento por qué, cuáles son las medidas que debes tomar en cuenta al traer uno puesto y, si eres como yo (que suele dejar las cosas para el último momento) cómo puedes hacer uno de la manera más sencilla. Prometo que no te tomará más de 10 minutos.
No te espantes, ni dejes de leer. Para ser honesta, no me considero la persona más crafty del mundo, así que si yo pude hacer un cubrebocas casero, créeme, tú también puedes.
Además, qué mejor oportunidad para descubrir si tienes dotes de diseñador/a escondidos por ahí, que al confeccionar tu propio modelo. (Después de ver lo fácil que es hacerlo apuesto a que creerás que naciste para esto).
Solo recuerda leer la etiqueta de instrucciones: utilizar este tipo de mascarilla únicamente se justifica como último recurso; es decir, cuando no tienes la posibilidad de conseguir otra.
Al fin de cuentas, protegerse con una de estas es mejor que no hacerlo en absoluto.
Qué dicen los especialistas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) (nuestra guía por excelencia en este tiempo de contingencia), ha dejado claro que las personas que deben usar cubrebocas son aquellas que están enfermas y quienes cuidan a pacientes de COVID-19 –trabajadores de salud o voluntarios–.
Así, solamente se justifica que personas sanas usen mascarillas cuando otras medidas sanitarias como lavarse las manos, o tomar distancia física, son difíciles de practicarse por la falta de agua, o la densidad demográfica. Así informó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante una conferencia de prensa este lunes.
Por otro lado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), recomiendan que tanto las personas sanas como aquellas infectadas, usen mascarillas al salir a lugares públicos.
Esta medida ha surgido porque ciertas academias estadounidenses de ciencias, al igual que en Corea y China, han coincidido en la hipótesis de que el virus SARS-Cov-2, que provoca COVID-19, no solo puede transmitirse por las gotitas que proyectamos al estornudar, sino que también puede pasarse a otras personas por vía aérea; es decir, fácilmente podríamos contraerlo al hablar con alguien contagiado. Y la preocupación aumenta cuando consideramos la posibilidad de estar en contacto con una persona asintomática, esto es, que no presenta ningún síntoma.
Sin embargo, ambas organizaciones han dejado claro que las personas que no están enfermas no deben utilizar cubrebocas quirúrgicos, ya que estos deben reservarse para el personal médico que se encuentra combatiendo la pandemia.
Asimismo, hay que recalcar que las mascarillas pueden reducir la probabilidad de que nos infectemos, pero no eliminan el riesgo por completo, ya que esta enfermedad tiene más de una vía de transmisión; esto es, también podemos infectarnos a través de los ojos o los oídos, no solo por la boca.
Por ello, es de suma importancia que, aunado al uso de cubrebocas, se sigan tomando las medidas sanitarias (que ya nos sabemos hasta el cansancio): lavarnos las manos con agua y jabón constantemente, hidratarnos, mantener nuestra sana distancia. Y que sepamos, de igual manera, cómo usar las mascarillas.
El material más adecuado
Una vez que había resuelto tomar cartas en el asunto, me puse a investigar qué material es el más adecuado para hacer cubrebocas caseros. Y aunque la señora de la sedería insistió en que comprara popelina, yo tenía claro que la tela 100% de algodón es la mejor opción. Así, opté por comprar manta (más que nada porque era la única tela que tenían con esta característica; o al menos fue lo que ella me dijo).
Supe que esta es la mejor opción porque, el estudio “Testing the Efficacy of Homemade Masks: Would They Protect in an Influenza Pandemic?”, publicado en Disaster Medicine and Public Health Preparedness, –que también puede aplicarse al caso del COVID-19, ya que el virus SARS-Cov-2 tiene un tamaño parecido al virus que causa la influenza–, examinó cubrebocas hechos en casa como una alternativa a los de uso comercial, y la tela 100% de algodón fue la opción más adecuada.
Así, mascarillas hechas con distintos materiales que podemos encontrar en nuestros hogares fueron evaluadas por su capacidad de bloquear microorganismos cuando alguien tose. Estas, a su vez, fueron comparadas con un cubrebocas quirúrgico. Los resultados más relevantes fueron los siguientes.
Claramente, la mascarilla quirúrgica tuvo la mayor eficiencia de filtración del virus con un 96.35%, y una caída de la presión de la tela en un 5.23%; esto se refiere a qué tanto bajó el paso del aire para poder respirar de forma cómoda.
El paño de cocina –que regularmente es de lino o microfibra– tuvo una eficiencia de filtración de 83.24%, con una caída de la presión de 7.23%. Es decir, aunque filtra un porcentaje bastante alto de las partículas, baja también el paso del aire que normalmente respiraríamos sin esta.
Y (redobles, por favor) tanto la funda de almohada como la camiseta de algodón al 100% resultaron ser las más adecuadas. Ya que filtran un porcentaje considerable de partículas: 69.42%; y, al mismo tiempo, la caída de la presión a través de estas telas es bastante baja: 4.29%. Esto es, a pesar de que filtra menos que una mascarilla quirúrgica, deja pasar una gran cantidad de aire para respirar correctamente.
Ahora, cabe aclarar que los materiales empleados en este estudio no se habían utilizado con anterioridad; eran totalmente nuevos. Debido a esto, si los materiales que nosotros usamos ya han sido lavados, pueden tener una menor efectividad.
Sin embargo, sí pueden emplearse las telas de camisas y de fundas que tengamos en casa, como medida extraordinaria. Solo que, si te es posible conseguir telas nuevas, te recomiendo hacerlo.
Tela, papel y tijeras
Y ahora sí, manos a la obra. Los materiales que necesitamos son:
- Una camiseta o tela de algodón al 100% (o una funda de almohada)
- Elástico (o bandas para el cabello)
- Regla
- Tijera
- Hoja de papel
- Lápiz
Paso número uno:
En la hoja de papel marca un rectángulo de 22×13 cm y córtalo. Este será nuestro molde.
Paso número dos:
Coloca el rectángulo de papel sobre la tela, haz las marcas necesarias y corta dos trozos de tela con sus medidas. (Te recomiendo usar una tijera con filo para que la tela no se deshile al cortarla).
Paso número tres:
Corta un pedazo de elástico de 80 cm. (La medida puede variar si necesitas más o menos elástico). También puedes usar bandas de cabello o incluso probar con listones, aunque la primera opción es más práctica.
Paso número cuatro:
Una vez que tengas los dos pedazos de tela, pon uno encima del otro. Ahora, dobla dos centímetros hacia adentro de uno de los lados más largos del rectángulo (la parte izquierda o derecha). Con la tijera haz cinco pequeñas incisiones a lo largo de este lado. Repite la misma acción en la otra parte.
Paso número cinco:
Desdobla las partes donde hiciste los cortes y atraviesa el elástico por los pequeños agujeros. Primero por arriba y luego por debajo, sucesivamente (como si estuvieras poniendo agujetas en un zapato). Finalmente, amarra las dos puntas del elástico.
Y voilà, tenemos nuestro cubrebocas listo.
Ahora, ten en cuenta que una mascarilla debe cubrir por completo desde tu nariz hasta tu barbilla; por ello, si necesitas reajustar las medidas, hazlo.
De igual manera, aunque en el estudio que hemos mencionado solo se ha utilizado una capa de tela, te recomendamos usar al menos dos, ya que la efectividad de los cubrebocas aumenta con su grosor, según la portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), Andrea Burón.
Pero, tampoco te emociones de más. Si pones muchas capas de tela esto hará que la mascarilla no se amolde a tu cara, lo que la vuelve menos efectiva. Debes procurar que esta se ajuste bien a tu rostro, para que, una vez puesta, no la vuelvas a tocar hasta que quieras retirarla. De ser necesario, también ajusta las medidas del rectángulo de tela conforme a tus proporciones.
Recomendaciones vitales
Por último, te dejo esta guía rápida de supervivencia para saber cómo usar los cubrebocas, en qué momento hacerlo y, bueno, otras indicaciones importantes.
1. Lávate las manos
Antes de comenzar a hacer el cubrebocas es importante que te laves muy bien las manos con agua y jabón (cantando 20 segundos tu canción preferida); y que trabajes con materiales y en un espacio desinfectados.
Igualmente, a la hora de ponerte la mascarilla debes tener las manos limpias. Así como cuando te la quites y después de hacerlo.
Básicamente, tus manos deben estar libres de impurezas en todo momento. Por encima de todas las indicaciones, esta es la regla por excelencia.
2. Cómo manejar el cubrebocas
Aunque puede parecer muy obvio cómo ponerte una mascarilla, tienes que saber que siempre debe manipularse desde los resortes.
Esto quiere decir que, bajo ninguna circunstancia debes tocar la tela, ya que al ponértela podrías infectarla si tus manos no están del todo limpias; y porque luego de usarla esta es la parte que se contamina.
La clave es quitárselo sin tocar la tela. (Hmm, ¡buena suerte!)
3. Bajo ninguna circunstancia los laves
Algunas personas sugieren que luego de usar los cubrebocas de tela estos se laven, e incluso hay indicaciones para esto. Sin embargo, en una entrevista de YouTube, el Doctor en Ciencias de la Salud y presidente de la comisión de salud de Coparmex en Querétaro, Juan Manuel Fragua Sastrías, asegura que si los lavamos debilitamos la tela; esta se vuelve más porosa y, por lo tanto, más partículas pueden atravesarla.
Entonces, lo más adecuado es tirar los cubrebocas cuando ya no sirvan.
4. Cuándo debemos retirarlos
De acuerdo con Fragua Sastrías, un indicador para saber cuándo llegó el momento de decirle adiós a nuestro cubrebocas es la humedad.
Esto quiere decir que mientras la tela esté seca podemos seguir usándolo. El nivel de humedad dependerá de qué tanto usemos el cubrebocas, pero el Doctor comenta que puede estar seco hasta por tres horas.
Lo importante es que evitemos que llegue a estar completamente mojado porque eso lo hace sumamente contaminante. Así, cuando deje de estar seco hay que retirarlo y tirarlo a la basura.
5. Cuándo debes usarlo
Ya ha quedado claro lo que ha dicho la OMS al respecto y los CDC, pero es importante que sepas que debes utilizar el cubrebocas únicamente cuando salgas de casa. No es necesario que lo tengas puesto en lugares seguros y limpios. No caigas en la misma paranoia que yo.
Así que, ya sabes: corre la voz y hazte un experto/a confeccionando mascarillas de tela. Siempre hay gente que puede necesitarlas en momentos de emergencia. Además, puedes personalizarlas y darles tu propio toque. Este es tu momento para escoger las telas más extravagantes y presumir los dotes de diseñador/a que ahora, seguramente, han salido a la luz.
hola trabajo en una verduleria uso tapabocas proteccion ocular y guantes de goma