Mitos y hechos sobre el coronavirus: ¿Qué puede aprender México con el mundo?
#AlianzadeMedios | Por Gabriel Barcelos Sotomaior
Oaxaca. Oax. (pagina3.mx).- La pandemia de Coronavirus Covid-19 ya ha matado a más de 26,000 personas en todo el planeta en tres meses, con más de medio millón de casos registrados, en una línea ascendente que continúa aumentando. En las diferentes luchas nacionales y regionales para contener el nuevo coronavirus, junto con la investigación científica realizada mientras tanto, el mundo vigila las diferentes estrategias utilizadas, con sus consecuencias, sus errores y éxitos. A pesar del poco tiempo que conocemos a este virus, algunos mitos ya pueden ser cuestionados, así como también se pueden sacar algunas conclusiones de estas experiencias. Entonces, ¿qué tiene que aprender México con el mundo?
1- Del primer caso a la pandemia
El 31 de diciembre de 2019, la oficina de la Organización Mundial de la Salud de China (OMS) reportó al mundo 20 casos de neumonía desconocida en Wuhan, identificados a principios de ese mes. En ese momento, nadie podía imaginar la dimensión para la humanidad de lo que comenzó allí, causado por un virus nuevo para el conocimiento humano, el SARS-CoV-2, del grupo de coronavirus, que causa la enfermedad de Covid-19, más conocida popularmente como el nuevo coronavirus.
El día después del anuncio hecho por la OMS sobre el primer caso, las autoridades cerraron el mercado donde trabajaban algunas de las primeras personas infectadas. Entre el 10 y el 11 de enero, los científicos chinos anunciaron el descubrimiento del agente causal de Covid-19, quienes también confirmarían, 10 días después, que la transmisión del nuevo coronavirus se produjo entre humanos.
En vista de todos estos descubrimientos científicos, en el 23 de enero, el conjunto de medidas chinas que definen el mejor estándar a seguir por el mundo comienza de manera más rigurosa, ya que producirían resultados exitosos en la contención del coronavirus, dos meses después. Comenzando en el epicentro de la epidemia en Wuhan y luego en todo el país, China comenzó a: evitar cualquier aglomeración y movimiento de personas en las calles, con la determinación expresa de que las personas se queden en sus hogares, en cuarentena (“separación social”), la restricción de entrada a su país y de tránsito entre los estados, junto con la realización de pruebas en grandes cantidades, para identificar tantos casos como sea posible. Esta estrategia más estricta, comprobada como la más eficiente frente a la gravedad de la situación, se llama “supresión” (o “lockdown”) y difiere del modelo de prevención menos severo, llamado “mitigación” (temas que estarán mejor desarrollados más adelante en el texto).
Dos meses después de estas acciones (y tres meses después de que se infectara la primera persona), el 19 de marzo, los chinos se levantaron de sus camas con una noticia alentadora: no se detectó ningún caso doméstico nuevo, transmitido por personas dentro del país (aunque 34 casos importados de otras naciones se registraron el mismo día). Pero el camino desde la primera identificación hasta el presente ha sido doloroso para el pueblo chino: hasta que lograron controlar la propagación del virus, muriendo más de 3.000 víctimas de esta enfermedad.
Sin embargo, en paralelo con la lucha china contra Covid-19, la propagación del virus en todo el mundo se desarrolló gradualmente. El 13 de enero, se confirma el primer caso fuera del país, en Tailandia. El 15, la primera muerte se registró en Japón y el 21, se anuncia el primer caso de Covid-19 en los Estados Unidos.
La situación se volvería más alarmante cuando varias naciones comenzaron a registrar un aumento exponencial diario en el número de casos, llegando a miles en diferentes lugares, donde Corea del Sur, Irán e Italia se destacaron inicialmente. El 11 de marzo, ante la calamidad mundial general encontrada, la OMS decidió declarar una pandemia, es decir, enfermedad con una distribución geográfica internacional muy amplia y simultánea.
El 27 de febrero, un mexicano que había regresado de Italia a Ciudad de México, fue el primer paciente identificado en el país. El 18 de marzo, se registra la primera muerte, un hombre cuyos síntomas comenzaron el 9 del mismo mes. El 24 de marzo, cuando se registraron 367 casos y 4 muertes, la OMS anunció que México ya estaba en la fase 2, cuando se produce el contagio dentro del país y no solo a través del contacto con personas que llegan del extranjero . La situación de hoy, 27 de marzo, es de 585 pruebas positivas para Covid, con 8 muertos.
2- ¿Por qué es tan peligroso el nuevo coronavirus?
Los virus son agentes contagiosos muy pequeños, generalmente submicroscópicos, con alto poder reproductivo dentro de las células, donde mantienen una posición parasitaria en relación con los seres vivos como nosotros, los humanos. Si bien existen discusiones de hace tiempo en la comunidad científica para determinar si las estructuras virales son seres vivos o no, el hecho es que son estructuras con más diversidad biológica en la naturaleza que las bacterias, hongos, plantas y animales. Solo en los océanos, por ejemplo, hay 200,000 tipos virales.
Estos seres son parte de la vida humana cotidiana, causando enfermedades diversas, más o menos graves. Quizás una de las más conocidas es la gripe común, causada por el virus ARN. Aunque tener una gripe inofensiva, una o más veces al año, es parte de nuestra rutina, la gripe también mata a un promedio de 250,000 a 500,000 personas anualmente. El hecho de que esta y otras patologías produzcan una gran cantidad de muertes (sin caracterizarse como una pandemia) ha generado un mito muy común, utilizado para relativizar el peligro del coronavirus.
Átila Iamarino es doctor en Microbiología de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, y post-doctor en la Universidad de Yale, EUA, con investigación en el área de virología, así como un divulgador científico. Él explica por qué este tipo de información anterior sobre el virus es un error:
“La gripe común, que a todos les gusta comparar con el coronavirus, no puede infectar a todos, porque la mayoría de las personas ya tienen cierta inmunidad contra la gripe. El potencial para las personas que pueden infectarse con el coronavirus es del 100% de la población, porque nadie ha contraído este virus hasta hoy “.
Como explica Iamarino, el virus que genera la gripe común, aunque en realidad es la causa de muchas muertes, no tiene el poder destructivo del nuevo coronavirus, precisamente porque no es una novedad para nosotros, ya que tenemos inmunidad para enfrentarlo. De esta manera, aunque las consecuencias de la gripe son esperadas y cuantificables, el espectro de posibles personas afectadas por el nuevo coronavirus es totalmente impredecible y puede alcanzar cantidades totales alarmantes, con un aumento exponencial todos los días. Como señala el biólogo:
“Estas enfermedades (como la gripe) matan a un número constante de personas todos los años. El coronavirus está matando a un número creciente de personas todos los días”.
Esto nos lleva a un punto importante, con respecto a otro concepto erróneo que está muy extendido en relación con la pandemia: el de solo mirar el escenario actual en cada país o región, sin pensar en el potencial de crecimiento rápido e ilimitado cuando no se toman las precauciones necesarias.
3- No hay límite para la cantidad de personas afectadas
La tasa de mortalidad, según las estadísticas hasta ahora, varía entre el 2 y el 3% de las muertes en relación con el número total de casos de Covid-19 (que pueden alcanzar el 4%), un número bajo en comparación con otras enfermedades. Sin embargo, al observar más rápidamente el número total de casos y muertes, con solo una fotografía de hoy, uno puede caer en algunos riesgos de consecuencias catastróficas.
Primero de estos errores es ignorar el gran poder de contagio del nuevo coronavirus. Según Iamarino, el número de personas infectadas puede incluso duplicarse cada cinco días, donde una persona transmite el virus a, en promedio, otras dos o tres personas.
Al basarse únicamente en la confirmación de casos oficiales registrados en el presente para endurecer las medidas para contener la pandemia, se ignoran algunos hechos importantes. Es importante recordar que el paciente generalmente siente los primeros síntomas entre cuatro y seis días después de la infección (puede llegar a 10), como dice el biólogo. Antes de buscar asistencia médica, hacer el examen y determinar su diagnóstico, es posible que ya haya infectado a otros sujetos. Estas mismas personas, a su vez, mientras tanto pueden haber contaminado a algunas otras, en una red en expansión creciente. En resumen: los datos oficiales del día no pueden detectar el movimiento invisible que ocurrió durante el proceso, que solo generará números visibles después de que estas otras personas alcancen la etapa de medicalización, cuando muchas veces finalmente se registrarán oficialmente como nuevos casos. A esto se agrega el hecho de que países como México o Brasil no pueden realizar pruebas en la mayoría de los casos, lo que genera un subregistro y una falta de control para combatir la enfermedad (Brasil tiene 11 veces más casos de los reportados, señala una investigación).
Este fenómeno ayuda a explicar algunos cambios drásticos en las estadísticas en algunos países, como Italia, con muertes récord en 24 horas (793 registros el 21 de marzo) o España, que comenzó a registrar Covid-19 después de Francia y Alemania, pero ya está creciendo a un ritmo más rápido que Italia.
4- Muertes por colapso del sistema de salud: el mayor problema
El problema de este crecimiento viral vertiginoso se combina con otro factor que puede ser lo más determinante en el aumento del número de muertes: la falta, en la mayoría de los países, de una estructura médico-hospitalaria suficiente para cubrir la necesidad de asistencia ante una expansión masiva del nuevo coronavirus.
“El gran problema con el coronavirus es este: una gran parte de las personas que contraen el virus no mueren, pero necesitan hospitalización”, dice él investigador Átila Iamarino.
Aunque, como se mencionó anteriormente, el índice de letalidad general de Covid-19 se considera bajo, desde el momento en que alcanza la etapa 3, con miles de casos, estos dispositivos de salud generalmente no son suficientes para satisfacer toda la demanda . Como consecuencia, las muertes aumentan, ya que hay una falta de médicos, camas, unidades de cuidados intensivos UCI, ventiladores o incluso pruebas de detección, lo que impide un conocimiento real de la dimensión del problema. Por lo tanto, los pacientes que probablemente sobrevivirían a las fases de la enfermedad gracias a la atención y, finalmente, a la hospitalización (necesaria para el 20% de los casos), podrían terminar muriendo debido a la ausencia de estos servicios, causados por el hacinamiento.
Esta situación explica por qué los países con la menor capacidad ofrecida en relación con la demanda masiva de Covid-19, como Italia y España, muestran un número creciente de muertes. Por otro lado, la garantía de pruebas masivas para confirmar los diagnósticos, como en Corea del Sur, dio éxito relevante en la caída en el número de infectados, junto con los servicios y dispositivos médicos disponibles en mayor número, como en Alemania, con un nivel de mortalidad inferior promedio (casi 0.4%).
5- Mitigación X Supresión
Al ver a Covid-9 llegar al Reino Unido, el primer ministro conservador Boris Johnson decidió elegir diferentes estrategias en relación con las experiencias desarrolladas por otros países. Este plan para combatir la propagación del nuevo coronavirus consistió en acciones conocidas como “mitigación” e “inmunización del rebaño”. El primero se refería a una restricción parcial de las actividades del país, con el aislamiento de los sectores más vulnerables al virus, como los ancianos, la cuarentena de los infectados y los que están cerca de él, además del cierre de algunas instituciones, como escuelas y universidades. El segundo, por otro lado, tenía como pauta permitir un contagio deliberado de la parte con menos posibilidades de muerte, con el objetivo de crear una inmunización colectiva contra el virus.
Esta decisión, sin embargo, cambió radicalmente de un estudio realizado por el instituto inglés Imperial College. La investigación demostró, según un cálculo matemático, que si seguían el movimiento de mitigación, la tendencia era la muerte de 250 mil personas. La misma proyección se aplicó a los EUA, con los resultados que demuestran la posibilidad de la muerte de hasta 1.2 millones de personas. La razón principal para generar estos números, según la investigación, es la falta de camas de hospital, a medida que aumenta la curva de crecimiento de casos:
“Quizás nuestra conclusión más importante es que es poco probable que la mitigación sea factible sin la aparición de los límites de capacidad de los sistemas de salud del Reino Unido y los Estados Unidos. (…) Los límites de aumento tanto para la sala como para las camas de la UCI se superarían al menos 8 veces en el escenario más optimista para los requisitos de atención que examinamos ”.
A partir de eso, el trabajo del Imperial College concluyó que la estrategia llamada supresión, con el aislamiento total y radical de la población en sus hogares (“distanciamiento social”), como la aplicada en China, sería la única viable para prevenir el resultado de cientos de miles de muertes:
“Concluimos, por lo tanto, que la supresión epidémica es la única estrategia viable en la actualidad. Los efectos sociales y económicos de las medidas necesarias para lograr este objetivo político serán profundos. Muchos países ya han adoptado estas medidas, pero incluso aquellos países en una etapa anterior de su epidemia (como el Reino Unido) deberán hacerlo eminentemente ”.
Las conclusiones de los investigadores generaron un cambio de 180 grados en la dirección del gobierno. “A partir de esta noche, tengo que dar al pueblo británico una instrucción muy simple: debes quedarte en casa” , instruyó a Boris Johnson en la red nacional el 23 de marzo, decretando el cierre de todo comercio no esencial y la prohibición de salir de casa, con la excepción de actividades esenciales, como comprar alimentos y medicinas. El Reino Unido ha acumulado 11658 casos confirmados, con 578 muertes.
6- México y la opción por la mitigación
En su conferencia matutina, del 24 de marzo, el Presidente de México y los miembros de su equipo hablaron sobre las medidas del país en vista de la llegada de la fase 2 de Covid-19. El Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud (enlace) anunció el comienzo de la Jornada Nacional de la Sana Distancia, este lunes, hasta el 20 de abril. Entre las acciones propuestas por esta iniciativa, se encuentran la suspensión temporal de actividades no esenciales con aglomeración, el aplazamiento de actividades masivas, el enfoque en la protección de adultos mayores y campañas educativas con recomendaciones como lavarse las manos y evitar el contacto. El subsecretario también recomienda que la gente se quede en casa, algo que había sido desestimado un día antes por el propio presidente, en una entrevista en el estado de Oaxaca.
Ramírez aclaró que estas propuestas son parte de una política llamada por el gobierno “mitigación comunitaria”. Al seguir analizando esta dirección gubernamental, el subsecretario afirmó que …
“La expectativa es no poner fin a la epidemia de un momento a otro”, y que “tiene éxito en reducir la transmisión, en lugar de llevarnos a una epidemia corta, conducirá a una epidemia más amplia”.
Pero, según Ramírez, esto sería importante, ya que conduciría a la gestión de riesgos, donde cada día habría menos casos de los que se pueden ver en los servicios de salud pública.
Aunque no utiliza la idea de “inmunización de rebaño” en su discurso, la propuesta de mitigación presentada por el subsecretario tiene algunas similitudes con el modelo de mitigación implementado inicialmente por el primer ministro conservador del Reino Unido, modificado a partir de estudios que indican el potencial desastroso en términos de costos humanos de esta idea.
Ramírez justifica no implementar medidas más radicales para contener la pandemia en México porque van en contra de “aspectos fundamentales de la sociedad, la economía pública e incluso los derechos humanos”. Además, dice que la fase actual, donde el país todavía tiene números relativamente bajos, no requeriría la necesidad de políticas más radicales.
La decisión del gobierno mexicano va en contra de la mayoría de las políticas aplicadas en todo el mundo con casos exitosos para frenar el crecimiento de contagios y muertes, como en China y Corea del Sur. Es un hecho que México tiene un número mucho más bajo hoy, por ejemplo, en relación con Brasil, que actualmente marca de 2985 casos y 77 muertes, así como es cierto que su curva en el país se mueve a una velocidad más lenta en comparación con otras naciones. Además, llevar a cabo una política de “cierre”, con el traslado forzado de personas de las calles, es algo muy difícil de ver en México. Como recuerda un texto del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).
“México tiene 57.8% de la fuerza laboral activa en el lugar de trabajo, que trabaja en la informalidad, lo que dificulta los mecanismos paliativos y la intervención directa en el mercado laboral”.
Incluso el estudio del Imperial College, que demuestra el “lockdown” como la única estrategia efectiva, reconoce las dificultades para implementar esta estrategia de “supresión”, porque …
“conlleva enormes costos sociales y económicos que pueden tener un impacto en la salud y el bienestar a corto y largo plazo”.
El gobierno mexicano, en sus pronunciamientos, siempre justifica la ausencia de medidas más duras como el cierre de fronteras y el aislamiento obligatorio con argumentos sobre las consecuencias para la economía, entre otras razones, afirmando que no sería adecuado para el país debido a la cantidad de casos actuales. Sin embargo, el ejecutivo puede estar cayendo en un error repetido muchas veces en el transcurso de estos tres meses de coronavirus: si solo se basa en las cifras actuales, subestima la posibilidad de cambios repentinos. Solo para comparar: España, en su primer mes después de identificar a los primeros infectados (un período de tiempo cercano al de México, hoy), tuvo solo 114 casos. Ahora, el 27 de marzo, España tiene 64.059 positivos para Covid-19 en la última actualización y 4.934 muertos, con una curva de rápido crecimiento.
“España comenzó a tener casos después de Francia y Alemania. Pero no ha implementado ninguna medida de contención. Y lo que sucedió fue que en menos de una semana, pasó a ambos países. Y está creciendo más que Italia en nuevos casos por día ”, recuerda el biólogo brasileño Dra. Átila Iamariano.
Para él, “cuanto más nos lleve detener un país, como lo hizo China“, menos es posible determinar el límite de los números de crecimiento. Hablando de Italia, otro país que, como España, se tomó el tiempo para implementar las medidas de supresión más duras por temor a los efectos en la economía, concluye:
“Igual que detener el país un poco más tarde fue suficiente para que Italia tuviera más muertes, detener un país depués solo lo sacará de la cuarentena unos meses después ”.
La implementación de la mitigación en lugar de la supresión, según los estudios del Imperial College, si se aplica a una nación como los Estados Unidos, podría generar hasta el 80% del contagio de la población, lo que resultaría en un número de muertos de hasta un millón de personas. La política de distanciamiento social total ha sido señalada como la más efectiva también por otras investigaciones, como la llevada a cabo en Singapur.
Con respecto a México, hay algunos hechos a tener en cuenta. Es cierto que el país tomó medidas antes, por ejemplo a Italia y España, con iniciativas importantes, aunque no ha logrado un aislamiento total, lo más indicado. También es correcto decir que en México, como en Brasil, parte de los estados, las instituciones y la sociedad civil están decidiendo medidas más restrictivas para prevenir el contagio (en el caso de Brasil, lo están haciendo en oposición al presidente, quien se niega a tomar medidas serias para combatir los virus, a pesar de que varios miembros de su propio equipo de gobierno infectados).
Sin embargo, de acuerdo con la historia de los países en relación con Covid-19, además de las proyecciones científicas, el escenario perfecto es la realización del aislamiento social total, para evitar la circulación del virus, justo al comienzo de la entrada al país de la enfermedad. India, un país con una población de 1.3 mil millones de personas acaba de anunciar la cuarentena más grande de la historia humana, en un país con graves problemas sociales. Con esta decisión, un tercio del mundo está en proceso de aislamiento.
7- La importancia del Estado, la superación del neoliberalismo y de la “austeridad”
Lo que debe enfatizarse es que para que sea posible el nivel ideal de “supresión”/“lockdown” en un país como México, evitando la propagación del coronavirus, es necesario un programa de ingresos básicos y apoyo económico del estado. Esta es la recomendación que ya se hizo en la ONU y que ya se aplicó a diferentes países que han establecido las medidas de cuarentena.
En Alemania, se anunció un plan histórico para reconstruir el país, con el valor de 1,3 mil millones de euros, un tercio de la riqueza del país. El paquete abarca desde la nacionalización parcial de grandes empresas hasta la financiación de trabajadores independientes.
Las nacionalizaciones también están en el horizonte para Italia y Francia. Sobre el tema, el ministro de finanzas francés dijo a la Agencia Reuters:
“No dudaré en usar todos los medios disponibles para proteger a las grandes compañías francesas. Puede hacerse a través de una recapitalización, que puede ser adquiriendo una participación, y también puedo usar el término nacionalización si es necesario”
En el Reino Unido, el gobierno invertirá 38 mil millones de libras para garantizar el pago de salarios al 80% de los trabajadores. En Brasil, de un vacilante Bolsonaro ante la crisis, la presión de los sindicatos, movimientos sociales y gobernadores, obtuvo como victoria la aprobación, por parte de la Cámara Federal, de un apoyo de 1200 reales por familia (5,584 pesos).
Los dogmas típicos de la hegemonía neoliberal en la economía mundial, como el llamado “Estado mínimo”, la austeridad fiscal y las privatizaciones comienzan a desmoronarse ante la catástrofe mundial, incluso en países que se basan en ellos. La verdad es que durante la historia del siglo XX, muchos de estos pensamientos rondaban las ideologías dominantes, aunque con diferentes nombres. Sin embargo, el Estado como lo que lo garantiza justicia social y el desarrollo económico siempre ha sido necesario ante crisis, como la de 1929, el período posterior a la Segunda Guerra Mundial o incluso la recesión de 2007/2008. Hoy, frente a un mundo destruido por una pandemia y una crisis económica, el neoliberalismo simplemente no pudo ofrecer ninguna respuesta.
8- Conclusión
El gobierno mexicano ya ha tomado medidas de apoyo económico, como la disponibilidad del goce de sueldo para adultos mayores y créditos de hasta 25 mil pesos para pequeñas empresas. Pero para un cierre total, es necesario establecer un ingreso básico universal, accesible para todas la clase trabajadora, trabajadoras y trabajadores independientes y especialmente familias de bajos ingresos, de modo que se permita el aislamiento.
Se puede argumentar que el plan del gobierno es lo único posible, en el contexto social de México, donde el cierre total y el aislamiento radical parecen muy difíciles. Por otro lado, se puede decir que están asumiendo un riesgo para el país, aunque con medidas para minimizarlo. El tiempo dirá si la estrategia de AMLO es correcta o no. Pero ante todo esto, hay una cosa que todos podemos decir: el mundo en el que vivimos nunca será el mismo.
(Mientras tanto, los mexicanos deben hacer todo lo posible para evitar la propagación del nuevo coronavirus, en acciones como: quedarse en casa, evitar las multitudes, siempre lavarse las manos, no hacer contactos físicos. Y en la aparición de síntomas, como dolor de garganta, fiebre, tos seca, dificultad para respirar y secreción nasal, busque, después de esperar un poco para asegurarse de que no sea una patología común (evitar la sobrecarga hospitalaria), buscar ayuda médica.)
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