Lecciones italianas para combatir al pánico por el coronavirus
Dos mexicanos que asistieron a una convención en Bérgamo, Italia, son los primeros en el país contagiados por coronavirus. La nación europea, tercera con más contagios en el mundo, tiene lecciones para lidiar con una epidemia mayor: el pánico
Texto y fotos: Cynthia Rodríguez de01
MILÁN, ITALIA.- Una semana después de que el gobierno italiano decretó parar las actividades en cinco regiones del norte de Italia, suspender importantes eventos como el Carnaval de Venecia y aplazar el Salón del Mueble en Milán, el país comenzó a hacer sus propias cuentas y a tener mayores certezas de lo que ha significado pasar por una epidemia de pánico, derivada del coronavirus.
Sí, sigue siendo el tercer país del mundo en número de contagios después de China y Corea, donde prácticamente en un fin de semana se vieron multiplicarse los casos de contagio. Al día de hoy (viernes 28 de febrero del 2020) hay casi 821 casos. En este periodo han muerto 21 personas, de los cuales, se trataba de gente anciana.
Esto lo convierte al mismo tiempo en el primer país europeo por el número de personas contagiadas. Una vez que se detectó el foco de infección en dos localidades del norte (Lombardía y Véneto), las pruebas clínicas no se hicieron esperar. Entonces fue Italia también el primer país en realizar miles de tampones en la nariz y faringe para acertar en el número de contagios (alrededor de 20 mil).
Otros países como la Gran Bretaña apenas rebasa los 8 mil. Pero la realidad es que los otros países de la Unión Europea no han informado sobre el número de pruebas que realizaron. Esto, sin querer, permite que Italia sea, junto con China, en uno de los países líderes para descubrir más rápido la cura.
Así, sin querer, la zona conocida como Lodigiano se convirtió en un laboratorio. Ahí se encuentra la localidad de Codogno, uno de los focos de infección y donde habitan alrededor de 50 mil personas declaradas en cuarentena,
Justo este jueves, Massimo Galli, director de ciencias biomédicas del Hospital Sacco de Milán, informó que lograron identificar la cepa italiana del #coronavirus. Eso significa que la carrera para encontrar la vacuna ya comenzó.
Por su parte, Mario Bassetti, director del hospital San Martino de Génova, señala:
“Dejemos ya los alarmismos, ninguna víctima de estas 17 personas murió por el COVID 19, sino con el virus, pues su salud ya estaba comprometida”.
Una diferencia importante, pues explica que lo que sí puede hacer el coronavirus es agravar el cuadro clínico de alguien ya enfermo.
Y así ha sido, pues aunque en un principio no se había informado sobre casos de niños contagiados, desde el miércoles pasado surgieron ocho casos. Siempre al norte de Italia. A diferencia de los ancianos que han debido hospitalizar, los menores pueden seguir su terapia en sus propias casas. No tienen mayores riesgos, pues los médicos han explicado que son más fuertes y resistentes.
Hoy, a siete días de que se declaró la crisis, también han comenzado a aumentar el número de personas recuperadas. Sin embargo, estos números han sido suficientes para desatar el miedo fuera del país, pues actualmente hay una lista de 16 países que impiden literalmente el paso de los ciudadanos italianos o de aquellos que hayan pasado los últimos días por el norte de Italia.
Israel, Jordania, Líbano, Palestina, Arabia Saudita, Bahrein, El Salvador, Mauritius, Turkmenistán, Irak, Capo Verde, Jamaica, Kueait Madagascar, lslas Fiji y Seycheles no quieren, por ahora, tener que ver con los italianos.
Los países europeos han comenzado a ablandar posturas ante las primeras amenazas de que se podían cerrar las fronteras.
El jueves pasado, el presidente francés Emmanuele Macron de visita en la ciudad de Nápoles lo confirmó: “las fronteras seguirán abiertas porque cerrarlas no parará el COVID 19”. Un respiro sin duda para el gobierno italiano que también comienza a hacer las cuentas en pérdidas económicas: 3.9 mil millones de euros, lo que se calcula para el primer semestre,. Además, riesgo para conservar 60 mil puestos de trabajo.
No en balde hasta algunos periodistas comienzan a bajar el tono de sus comentarios alarmistas al mismo tiempo que reconocen “quizá hemos exagerado”.
Piero Sansonetti, director del diario El Reformista confesó en un programa televisivo del pasado martes donde obviamente se hablaba del coronavirus: “Creo que nosotros los periodistas ayudamos a provocar el pánico. Parecía que en Italia se sufría de peste “Noi giornalisti abbiamo provocato il panico. Sembrava che in Italia ci fosse la peste”.
Una lección para todo el mundo.
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