Las mineras canadienses dejarán a la Sierra Madre de Chiapas como queso gruyer: Andrés Fábregas Puig

Con la autoridad que le confiere haberse dedicado por más 40 años al estudio de la frontera sur, haber caminado los pueblos de Chiapas y conocerlos palmo a palmo, Andrés Fábregas Puig lanza un llamado de alerta sobre la devastación que iniciarán las mineras canadiense en la Sierra de Motozintla y de Mariscal.

“Han llegado las peores empresas mineras que puedan existir: las canadienses. Son depredadoras y no respetan ley alguna. Dejarán a la Sierra Madre como queso gruyer, la acabarán y transformarán la ecología cultural local. Tienen todo para hacerlo, maquinaria y el aval de 90 contratos firmados para la explotación de minerales”, dice el exrector de la Universidad Intercultural con evidente preocupación.

Hace menos de un mes recorrió esa zona y constató que los pobladores están conscientes de la agresividad de la explotación minera. No las aceptan.  Registró letreros con leyendas que dicen: “No queremos a las mineras”, “Fuera las mineras”, “Sabemos lo que hacen las mineras”, “Queremos seguir cultivando”…

Andrés Fábregas Puig. Fotografía: Laura Lorena Fernández Zamora

Andrés Fábregas Puig. Fotografía: Laura Lorena Fernández Zamora

Prevé, que ante ese clima y si las autoridades no intervienen, como no lo han hecho hasta el momento, se desaten conflictos sociales muy fuertes.

“Le pregunté a la gente de la Sierra, qué funcionario de cualquier gobierno ha venido por acá. ‘Ninguno’, me contestaron. El país se conoce recorriéndolo, caminándolo. ¿Cuándo hacen eso nuestros políticos? No quieren enlodarse, ni mancharse los zapatos. Así no se puede conocer la realidad del país, o por lo que dice el Colegio de México o el CIDE. Yo sí creo que es un problema peligroso el de las minas. Lo que hay que hacer es aplicar la ley y mandar a hacer estudios de medio ambiente que se requieren y no dar permiso; el que rompa el permiso hay que meterlo a la cárcel”.

–¿Cómo evitar la catástrofe que se avecina?

–En primer lugar aplicando la ley. Es decir, el subsuelo es de México. ¿Cómo es posible que lleguen extranjeros, canadienses en este caso, y se lleven todo, sin dejar absolutamente nada? Dicen que dan empleos, pero ¿qué empleos? No aplicar la ley en México ya se ha convertido en una especie de costumbre, y estamos llegando a un país muy peligroso, porque nadie aplica la ley. Yo no digo que se reprima, sino que se aplique a la ley. En el caso de las mineras no hay respeto a la ley. Tenemos autoridades que deberían intervenir y ser más sensibles con la gente. Es decir, para qué queremos que las mineras canadienses se lleven los  cuatro o cinco granos de oro que van a encontrar, si no nos va a servir de nada; si dijéramos: van a dejar un gran beneficio al país, estaría bien; pero cuál beneficio, si se llevan todo, no dejan nada.

 

San Luis Potosí, devastado por mineras canadienses

Para el autor de Configuraciones regionales mexicanas, las compañías mineras canadienses son las mismas que destruyeron  a San Pedro, San Luis Potosí, y pese a ser “el origen de la nación, la destruyeron, les valió sombrilla.  No dejaron nada; arrasaron con el poblado, porque el poblado por desgracia estaba sobre un manto minero. Hubo protestas y hasta se les prohibió la explotación. Pero las mineras dijeron: “Las leyes mexicanas con nosotros no va. No nos importa la Constitución. Lo que está en el subsuelo es nuestro y nos lo llevamos”. Y Chiapas está pasando por lo mismo.

–¿Qué otras secuelas se han vivido en San Luis Potosí?

–Muchas, pero todavía no se vive lo peor. Es más, yo creo que en San Luis Potosí, y eso los biólogos lo pueden confirmar, en unos cinco o seis años va a empezar a morir la gente en las calles y nos vamos a preguntar por qué. Estas mineras usan cianuro, y el cianuro se va filtrando, llega a los mantos freáticos. Entonces te vas a estar bañando con agua que tiene cianuro. Eso es en lo que no se ponen a pensar las autoridades. Estamos en un país que está perdiendo el sentido de patria. Y cuando habla uno con los políticos, nos quedan viendo como locos. ¿Cómo es posible un país que hizo una Revolución esté en estas condiciones?

–¿Qué escenario, catastrófico, por supuesto, se vislumbra en pocos años para estas zonas condenadas a la explotación minera?

–Catastrófico, como tú lo dices, porque es la destrucción de ecologías culturales locales, esas estrategias de adaptación que la gente ha construido por miles de años, y que a veces se desprecia porque se dice que lo supera la innovación tecnológica. Cuando vamos por la Sierra de Mariscal y vemos cómo cultivan los campesinos en la ladera, se pregunta uno: cuál innovación tecnológica, si ellos conocen el terreno, sacan cosechas extraordinarias de maíz, café, frijol y chayote. Todo eso se puede venir abajo. La catástrofe que nos puede pasar es que se acaben, se destruyan esas ecologías culturales. Un buen día se acaba lo que buscan los mineros y se van. Y nos dejan completamente desnudos.             “Esto ya ha pasado, por ejemplo, en el sur de Jalisco, en donde se presentó una compañía que sembraba tomates y decían que las cosechas iban a ser fantásticas. Sí, pero lo que no decían es que se envenenaba el suelo, y que en cinco años ellos se iban. He recorrido esas zonas y es dramático ver tirada hasta la maquinaria, porque no les importó dejarla tirada, porque ya habían sacado sus utilidades. Ahora nadie puede cultivar nada porque  esas tierras están envenenadas. Eso nos puede pasar. Sin ser catastrofistas es muy objetivo decir que si las compañías mineras cumplen con su objetivo van a dejar a un Chiapas depredado”.

 

Migración, turismo y recursos naturales, característica de la frontera sur

Para Andrés Fábregas Puig el problema de las mineras es uno de los tres factores principales que caracterizan a la frontera sur: la migración, el turismo y los recursos naturales, en donde se insertan las actividades mineras.

Estos tres factores son los que han marcado a la frontera con Centroamérica, desde que inició sus investigaciones en 1983, y que ahora la marcan, con muy pocas variantes.

El estudioso de la Frontera Sur, Andrés Fábregas. Fotografía: Laura Lorena Fernández Zamora

El estudioso de la Frontera Sur, Andrés Fábregas. Fotografía: Laura Lorena Fernández Zamora

Sobre la migración, recuerda que las guerras de países del sur produjeron miles de refugiados que llegaron a Chiapas: “Además los refugiados eran campesinos. Habíamos recibido intelectuales, profesionistas, el más famoso fue el exilio español, donde venían filósofos. Era la primera vez que México recibía a miles de personas, campesinos en su mayoría, expulsada por las guerras”.

–¿Y hoy?

–Hoy la frontera sur tiene una problemática que arranca en Centroamérica: la migración, ríos de seres humanos que pasan por Chiapas y que convierten la en un territorio expulsor. Chiapas era un territorio que recibía, pero ahora es expulsor de población. Además, la migración está cambiando a la entidad por lo menos a nivel cultural. Hoy no son las guerras que empujan a la migración, pero son las secuelas de esas guerras. De esas miles de persona que pasan todos los días, algunos ya se quedan aquí, la colonia hondureña de Tapachula es un ejemplo.

–El segundo factor, ¿el turismo?

–En los ochenta, se descubrió que el sur-sureste podía ser un competidor muy importante de Miami. Se estaba explorando dónde se iba a poner ese gran centro turístico. Hoy esta actividad está totalmente consolidada.

–El tercer factor sin duda ha tenido transformaciones.

–Claro, por la emergencia de las mineras. En aquel momento el país estaba echando mano de los recursos naturales para industrializarse y volteó la mirada hacia el sur-sureste por las grandes fuentes de petróleo. Se descubrió el pozo Cantorel. Hoy, la vista está puesta en las minerías y en el agua.

–Pero también ha emergido el narcotráfico.

–Sí, es un tema importante porque interviene incluso con la investigación académica. Cuando yo caminé por primera vez la frontera sur lo hice con una gran tranquilidad: dormí en pueblos perdidos, tuve una convivencia con la gente, excelente, extraordinaria, pero ahora ya no se puede, y esto que empezó hace 20 años, ha empeorado en los últimos diez.

“En muchas comunidades indígenas está presente el narcomenudeo. Eso está transformando mucho a las comunidades indígenas, permitiendo que la estratificación social se profundice. Es decir, están surgiendo estratos de ricos y pobres, lo cual tiene mucho que ver de quién controla el narcotráfico, por las cantidades de dinero que manejan. Desde el punto social y cultural está provocando una gran división social y está deshaciendo el concepto de comunidad. Tenemos que ser muy cautelosos cuando decimos comunidad porque está muy alterada, y en eso tiene que ver el narcotráfico”.

 

La frontera sur, desconocida

Andrés Fábregas empezó a estudiar la frontera sur, por encargo de Juan José Bremer Solano, entonces subsecretario de Cultura, quien le dijo que de la frontera norte sabían algo, pero de la frontera sur nada, “y si vamos a elaborar un programa cultural de las fronteras, yo quiero saber qué hay en la frontera sur, o qué es la frontera para que no choquemos con esa realidad”.

SONY DSCFue así como convirtió a la Frontera Sur en su principal objeto de estudio. En esos inicio se percató de que no había un concepto acabado de frontera: “En el sur sureste de México, y en general, en el país, se decía La Frontera. La frontera era el norte, con toda la carga semántica e histórica que implicaba, pero la del sur no existía, aquí los habitantes pasaban de un lado a otro sin darse cuenta de que había un límite. Me acuerdo muy bien de cómo cruzamos el río Hondo de Belice, dando un brinco, porque hay una parte del río que es muy angosta. La frontera chiapaneca con Guatemala también era muy elástica”.

Hoy, el autor de múltiples libros, entre los que destacan Reflexiones desde la tierra nómada y La formación histórica de una región: Los Altos de Jalisco  continúa unido a la frontera, es el objeto de estudio que no pierde de vista, y al que vuelve a él una y otra vez, y esa realidad vive hoy quizá la peor amenaza con la llegada de empresas mineras canadienses.

2 Responses to “Las mineras canadienses dejarán a la Sierra Madre de Chiapas como queso gruyer: Andrés Fábregas Puig”

  1. Duele Chiapas
    6 octubre, 2013 at 0:35 #

    Somos padres de familia con incipiente (recién formada ) organización en Defensa de Chiapas REPUDIAMOS LOS ENVENENAMIENTOS POR CIANURO QUE ESTÁN EN PUERTAS EN NUESTRO ESTADO POR ESAS DEPREDADORAS EMPRESAS CANADIENSES…HAREMOS TODO Y MÁS ALLÁ DE LO QUE ESTÉ A NUESTRO ALCANCE POR DETENERLAS!!! ASÍ COMO BUSCAR EL DERROCAMIENTO DEL IMPUESTO INEPTO GOBERNADOR!!! ¡¡SI NO HAY JUSTICIA PARA EL PUEBLO, NO HABRÁ PAZ PARA LOS DEPREDADORES, SAQUEADORES Y FASCISTAS GOBIERNOS!!!

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  1. La canción del silencio | Chiapasparalelo - 15 octubre, 2013

    […] Fábregas Puig en una entrevista con Sarelly Martínez, publicada aquí, en chiapasparalelo.com [Las mineras canadienses dejarán a la Sierra Madre de Chiapas como queso gruyer: Andrés Fábregas P…, 2 de octubre de 2013]: “En unos cinco o seis años va a empezar a morir la gente en las calles y […]

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