Pablo Salazar, en «el territorio del no poder»
Ególatra, inteligente, rencoroso, encantador. Tuvo en sus manos el futuro de Chiapas, pero decidió tirarlo al precipicio.
En su sexenio, su figura creció sin contrapesos. Empequeñeció a sus colaboradores; los minimizó. Sus alianzas los estableció en las fronteras, no en su estado natal. No sembró para el futuro, aunque confiaba en él.
Cuando llegó el tiempo de la sucesión, ninguno de su equipo podía contender con ventaja en la elección para gobernador.
Se inclinó por su amigo, el más leal pero el menos inteligente, el de menor tacto político, pero el más servicial: Rubén Velázquez.
Desde la sombra, emergió la figura de Juan José Sabines Guerrero, quien si bien no era su candidato, tampoco representaba un problema. Creía que podría formarlo y manejarlo. Conocía sus debilidades. Lo prefería a él, antes que a José Antonio Aguilar Bodegas, su enemigo político.
Pablo Salazar no tiene amigos, sino intereses, dicen sus excolaboradores. Se enfrentó primero, con “El número uno”, como se refería a su padrino político, Javier López Moreno; después, en el exilio de la cárcel y ahora en el «territorio del no poder», se sintió traicionado y se alejó de la mayoría de sus excolaboradores, incluyendo a Pico Sauza, el empleado de mayor confianza en su administración.
Es un hombre de tempestades que ejerce el poder. Hoy, aun en la distancia, intenta dar órdenes a sus excolaboradores. Cuando no es obedecido, les deja de hablar, de escribir, los borra de su pin, watssapp y agenda telefónica.
En su gobierno, hay que reconocerlo, saneó las finanzas, construyó obras que son fundamentales en la vida de Chiapas, pero a cambio, reprimió a organizaciones sociales, campesinas, indígenas, y libró un encono particular con directivos de dos medios de difusión y con miembros del magisterio. Decidió cerrar uno de los bastiones históricos de la educación: la Escuela Rural Normal Mactumatzá.
Tuvo la posibilidad de profesionalizar el periodismo, pero se impusieron sus odios. Prefirió, en lugar de transparentar la publicidad, seguirla otorgando como premio y regatearla a los medios con los que tenía diferencias, pese a la alta circulación de Cuarto Poder y El Orbe.
Los errores mayúsculos de Pablo Salazar Mendiguchía se tejieron al final de su sexenio, con los amarres equivocados para la sucesión, y sobre todo cuando transitó, a lo que él llamó, el «territorio del no poder». Ahí desafió a su vástago político, quien terminó desempeñando el papel de verdugo.
Hoy, el político de Soyaló está de vuelta, con todo lo que implica regresar a la vida pública después de haber sido gobernador y convertirse en el primer exmandatario chiapaneco en estar encarcelado. Como militante del PRD seguirá dando nota; sabe moverse en los medios, en donde genera seguidores y detractores. Chiapas Paralelo lo analiza sin prejuicios y sin concesiones.
Consulta las partes que componen este reportaje:
- Pablo Salazar, el «nuevo» político
- Pablo Salazar, en busca de la «reivindicación plena»
- «Las viudas del chayote»
- La casa que rompieron Juan Sabines y Pablo Salazar
Equilibrado análisis.
La primera parte del artículo está muy bien definido, les falto, Pablo, es una persona que no piensa por nadie más que sólo en él, todo lo que hace, dice, tuitea, y coloca en su blog, tiene un único beneficiario, él.
Poco le importa si le dan las gracias, si sus ex-colaboradores son enviados a la congeladora política en el actual sexenio, su objetivo es claro, generar polémica y si le sale bien, hacerse de una secretaría nacional del PRD, porque bien sabe que en Chiapas, no podrá acceder a la dirigencia estatal, es muy poca cosa para esa soberbia tan grande.
Sale a desayunar, comer o cenar en Chiapas y se siente amado, es de reconocerle lo que dejo, los 5 años de su gobierno tuvo aciertos y desacierto, pero el 6o y último, fue lo que no pudo anticipar, empezó con la traición al amigo, -por más que quiera decir que Andrés Manuel Impuso a Sabines, – simplemente lo abandono.
Tampoco dejo que el pueblo realmente votará por el que quería, entre Aguilar Bodegas y Sabines Guerrero, – entre ellos hay mucha diferencia, el primero con una amplia experiencia, sabedor de pactos y sobre todo respetarlos, el segundo un traidor consumado, indicios que dio desde que fue diputado local-en su afán de controlar lo incontrolable, impone al sucesor, expresándolo más de una ocasión, «elegí a Juan porque a él lo puedo controlar, al otro nunca podré,» el pueblo expresó su voto, es de todos sabido que Aguilar ganó,- vox populi, vox dei- y no le quedo de otra a Pablo, que iniciar un largo recorrido ante los tribunales, para asegurar que su hijo putativo, resultara ganador, para ello, costo 800 millones a las arcas del estado (la deuda que finalmente dejó) y la mano de un ministro de la Corte, Sergio Valls, para que prepararan la defensa y pudiesen en el entramado del TRIFE, eliminar unas cuantas casillas para darle el triunfo «apretado» pero triunfo finalmente en favor de Sabines, Pablo había ganado.
Lo que nunca espero Pablo, fue la traición, era 9 de diciembre de 2006, y Sabines ya había mordido la mano.
Para quienes no conocen a Pablo, hay que decirles que es un perro de caza, -en el mejor de los sentidos- una vez que se lo haces, se lo pagas, a como de lugar, no importa el tiempo, no importa el lugar, al final, lo pagarás y con creces, si no como explicar tanta persecución en su mandato que no fue tan terrible como la de Sabines, pero persecución finalmente.
El territorio del no poder, es uno que Pablo siempre a caminado, antes sin dinero, hoy con miles de millones, antes lo caminaba con guaraches y zapatos del mercado, hoy lo hace con zapatos Bali, antes lo caminaba a pie o en su Mustang, hoy en Suburbans y guardias, antes lo caminaba saludando a todos, con gran humildad, hoy lo hace saludando a los que se dejan y con gran, pero gran prepotencia y soberbia, ese territorio nunca se fue de el, solo se aparto un poquito, pero siempre te alcanza y si no regresas a ese territorio como te fuiste, entonces te va como les va a Pablo y a Juan, entonces para todos los que les gustan sus frases matonas ¡Qué venga el futuro!, ¡Qué venga lo que tenga que venir!
dejenme comentar mi propia expresion en el casao de apblo salazar mendiguchia, esto es como todo gobierno que pasa, por razones obvias tienen que fracturarce ante las organizaciones sociales, porque en el gobierno las organizaciones sociales no caben porque todo loo quieren para ellos ( las organizaciones sociales ), y nunca se fijan en los que en realidad son PUEBLOS, respecto a su detencion y encarcelamiento, creo que fue mas politico mas bien no creo, fue mas politico porque por solo 104 millones de pesos lo encacelaron, luego lo culparon por las muertes de los bebes de comitan, mis repetos a los familiares de los bebes se que la paerdida de un hijo no tiene nombre, pero no le hechemos la culpa a PABLO SALAZAR, si el no fue el medico en su momento, ahor bien, pablo anda enfrentando aqui en chiapas lo que le hizo a chiapas, creo que esa actitud es favorable para don pablo salazar, en cmabio hay un hombre, si se le pueda llamar hombre ese que se huyo de CHIAPAS con todo el dinero de los chiapanecos, con mas de 30 mil millones de pesos dejando con hambre, en la pobreza a los miles de chiapasnecos y que paso??? nada, nada y no pasara nada, me pregunto o acaso JUAN SABINES GUERRERO fue el mejor gobernante de chiapas??? CREO que NO mas bien creo que fue el MAS RATA de los chiapanecos, CHUCHO EL ROTO fue el rata numero uno en la historia pero eso si le daba a todos los mas pobres, JUAN SABINES se ROBO todo el dinero de chiapas para el SOLITO….. gracias
El mejor gobernador que ha tenido Chiapas sin ninguna duda, ejemplos de su administración: Puerto Chiapas, Aeropuerto de Tuxtla Gutierrez, Autopista a las Choapas, Autopista a San Cristobal, Autopista a Arriaga, compro y libero la autopista Arriaga-Huixtla, Fútbol de primera (algo que para mi era impensable) etc, etc, etc