Mónica Lavín, escritora y periodista
Empecé escribiendo para niños luego ya no escribí para niños, quizá para adolescentes. Foto: Cortesía
Caminando entre stands de la 2da Muestra Internacional del Libro Chiapas Centroamérica UNACH 2013 me encuentro de frente con Monica Lavín, escritora y periodista extraordinaria, justo una de esas personalidades que no te encuentras todos los días en Chiapas, me asalta la curiosidad de reportero, quiero hacerle muchas preguntas me acerco y la escucho platicar de su último libro libro “Casa Chica” .
Mónica es una figura fundamental en la literatura actual, dueña de una espléndida lucidez ha escrito textos para diferentes públicos abordando principalmente los géneros de novela y cuento, pero muy pocas personas saben que la escritora de hoy se forjó en la ciencia, bióloga de profesión tuvo en algún momento de su vida que tomar la decisión de escribir literatura y brindarnos a todos sus lectores una voz única en el universo literario contemporáneo.
De eso platicamos en la oportunidad. Me acerco mientras una legión de fans le piden que autografíe sus libros, trato de llamar su atención, algo difícil cuando la escritora está rodeada de 17 personas intentando hacer lo mismo, espero, me retiro a un rincón y la observo platicar afable con todos que le rodean.
Por fin encuentro la oportunidad y me acerco.
-Mónica, quiero decirle que yo la leo desde la Revista Chispa. -Sus intensos ojos marrones se agrandan y me observan como si de súbito mi figura surgiera de la nada y yo empezara a ser alguien entre la multitud-
-¿Es verdad eso? Eras un niño -Me responde-
-Tal vez tenía 8 ó 12 años, ahora tengo 39, le digo y de nuevo el asombro arrima en un rincón de su mirada.
-Claro, fue hace mucho. Ambos sonreímos y nos sonrojamos por la circunstancia del tiempo.
Yo le platico que cuando era niño era asiduo lector de la Revista Chispa, una publicación infantil de divulgación científica en la cual ella inició su carrera a principios de los años 80´s, cuando aun no decidía dedicarse a escribir literatura, divulgación científica o convertirse en investigadora, luego me explica sus memorias de entonces y su voz adquiere tonalidades distintas, como cuando uno habla de su infancia.
-Qué maravilla -me responde-, me emocionó por lo que me dices, Chispa fue mi primer trabajo relacionado con la escritura, pero yo todavía era bióloga, porque yo soy bióloga de formación, entonces entré a la revista chispa y me acercó más a lo que en verdad quería hacer en la vida.
Yo insisto con la pregunta: Pero, dar el paso, de la ciencia, de la divulgación científica, -la ciencia que no es distinta pero toca otros polos a la literatura-. ¿Cómo sucedió?
Mónica ya situada en la entrevista se torna solemne pero sin perder su espontaneidad responde.
Yo creo que cuando somos jóvenes es muy difícil escoger el camino, comprendo perfectamente a todo universitario que incluso estando ya en el área que cree que es la correcta luego también duda, son momentos de muchísimos movimientos y decisiones, yo lo que pienso es que uno nunca se equivoca, haber estudiado una cosa y luego dedicarse a otra no es una equivocación, yo creo que de todos modos es una sabiduría de vida, es entrar en varios terrenos y para mí, fue muy importante el momento en el que comprendí porque a veces, es un nicho pequeño el que te revela que lo que a ti te gusta y en mi caso me conectó entre la ciencia y la escritura justo en ese momento y para mi fue muy importante.
Como bióloga siempre tuve duda en dedicarme a escribir o ser científica, porque sí me gustaba leer y escribir mucho. Hay una anécdota, una vez viajamos hasta el
Bolsón de Mapimí, en la reserva de la biosfera, yo trabajaba en el Instituto de Ecología y ahí platiqué con una serie de periodistas científicos, venían de otras partes del mundo, en México no había todavía periodismo científico, y gracias a esa plática yo dije: “Quiero ser como ellos”, eso es lo que quiero hacer, yo no quiero estar investigando en la especialidad, yo quiero andar preguntando, y quiero saber de muchas historias, (porque eso es lo que a mí me gustaba como me sigue gustando) y ahí entendí como podía ser una científica que escribiera y cómo podría ser una escritora que siguiera preguntando, ahí me fui deslizando, la revista Chispa fue uno de los puentes entre la ciencia y la vocación para la divulgación y luego para inventar historias.
¿Y qué tan difícil es ser un científico escritor, pareciera que son mundos opuestos, sin embargo, ahora todo está regresando y nos estamos dando cuenta en un momento histórico, que la tecnología está alterando nuestros comportamientos y los escritores también tienen que ser algo más situado en su tiempo?
Mira, yo creo que sí son dos áreas distintas pero finalmente son áreas del conocimiento, las dos quieren conocer, las plantas, las estrellas, los magnetos, yo no sé, y la otra quiere conocer la condición humana, las fragilidades y las grandezas y tienen diferentes métodos de comportamiento pero finalmente lo que las sostiene es el asombro, la curiosidad y por eso yo creo que no es tan distinto ni tan difícil, tienen maneras diferentes de operar y como son pasiones no se puede controlar y convivir con las dos tan fácilmente, hay que optar por una que sí piden mucho de ti.
Pero. ¿Y cuando dejaste de escribir para niños?
Empecé escribiendo para niños luego ya no escribí para niños, quizá para adolescentes con
“La más faulera” pero este año va a salir un libro para niños por primera vez como escritora porque cuando escribí en Chispa hice un libro que se llamaba “Dónde vives” que era ecología, tenía un sentido didáctico pero este año la editorial Norma me va a publicar un libro para niños y estoy muy feliz porque es como volver y cerrar un círculo, como volver a caminar, otra vez con lo de los niños pero ya desde la literatura, desde la pura imaginación.
El libro para niños ¿Ya tiene un nombre?
Sí se llama “Una voz para Jacinta”, son cuentos que tenía guardados y otros los he escrito recientemente, algunos tienen que ver con historias que le contaba a mis hijas que ya son adultas, y son cuentos que todos tienen una carga emocional muy importante, porque por algo se me ocurrieron, porque sé con qué estoy haciendo un guiño, porque me divertí escribiéndolos, porque ha sido muy relajante para mi, cuando he escrito para adolescentes me encanta porque volví a jugar Basketbol con la más faulera y volví a tener 14 años y me gustó el que me gustaba.
¿Y el cuento sigue siendo tu leitmotiv?
Pues mira, me gusta mucho la novela pero siento que mi respiración es más afín al cuento, mis novelas son como cuentos grandes, a veces los editores me dicen porque tus capítulos son así, y yo les digo pues es que luego mis capítulos son también como un cuento que se va relacionando con otros.
Hablando precisamente como han cambiado nuestras generaciones a partir de la tecnología también están cambiando los formatos en el que los escritores escriben. ¿No crees?
La literatura está más viva que nunca, a mi me gusta mucho el
Twitter porque puedes hacer frases contundentes, provocadoras, se parece a la minificción, me parece que hace que tengas una gimnasia mental muy interesante, ese medio a mi me parece muy interesante, además llegas a artículos que te interesan según sigas a alguien que te va llevando abriendo mundos a una velocidad muy grande, creo que también la comunicación, pero esa a veces me da miedo, yo creo que a veces te traga la tecnología por ejemplo el Facebook a mi me da horror porque te puedes pasar mucho tiempo, yo le tengo las reservas al Facebook, el Twitter en cambio es más literario pero ya podemos leer en la tableta, tiene sus ventajas porque si te vas de viaje te llevas 18 libros ahí pero no deja de ser un placer que tienen que ver con todos los sentidos, algo sensorial. No sé que va ir pasando con los más jóvenes que la tecnología es una extensión natural de su persona, ya no nos imaginamos sin el celular, todo esto movil, ya no nos imaginamos existiendo sin esto, a veces habría que hacer un poco monacal.
La literatura tendría que asumir esta postura multimedia en la que las obras ya se complementan con otros recursos en los que puedas insertar a los lectores, soundtracks de música, vídeos, algo así. ¿No crees?
De repente ya te puedes meter a youtube, e inventar otros desenlaces, ya se presta algo que no hubieras pensado en el momento de escribir una novela, ir al cuadro del que estás hablando y enlazarlo a un servicio en el internet y vas a meter una conversación de otra cosa, es fascinante que puede convivir con la otra literatura que su sólo soporte es la palabra. Es muy interesante, es un momento muy provocador con todo lo que la tecnología te puede ofrecer, pienso en un pintor que me gusta mucho
Hoockney un pintor que ya tiene casi 80 años y que
ahora usa el ipad para hacer pinturas con un programa, y montó una exhibición donde todo eran las tabletas con diferentes naturalezas muertas pero desde la pantalla de las tablets y era otra relación era otra propuesta distinta y muy interesante.
Concluimos la entrevista me vuelve a decir cuán emocionada la hizo sentir encontrarse con un lector de sus primeros textos en la revista Chispa, “Me hiciste sacar chispas”, me señala en un chorro de risa, yo le agradezco la entrevista y la primicia del libro para niños, nos despedimos, fue una plática magnífica. En tanto me alejo del
Auditorio Dr. Manuel Velasco Suárez donde se desarrolla la 2da Muestra Internacional del Libro, me voy meditando la importancia de un evento como este, nos sirve para entre otras cosas convertir en humanos a nuestros ídolos y acercarnos a la gran literatura.
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