“Quieren cobrar venganza”, acusan sobrevivientes de Acteal
El pasado 12 de agosto, cuatro años después de la liberación del primer grupo de indígenas acusados de la masacre de Acteal -y de formar parte de un grupo paramilitar-, los sobrevivientes los acusaron de “reactivarse”, y querer venganza por los años que permanecieron en prisión.
En conferencia de prensa que ofrecieron como parte de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, denunciaron que los liberados han regresados a las comunidades del municipio de Chenalhó.
“Los paramilitares excarcelados y sobre todo los que nunca pisaron la cárcel, hoy agreden y hostigan impunemente, porque, se les ha hecho ver que por masacrar a mujeres, hombres, niños y niñas, en vez de recibir un castigo, reciben premios de parte del mal gobierno…”
Refirieron los indígenas tzoziles familiares de los 45 fallecidos, intentaros hablar personalmente con los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). “Confiábamos en que ellos servían a la justicia y al pueblo de México; sin embargo, no quisieron atendernos y escuchar nuestra palabra verdadera sobre la masacre de Acteal. Porque la excarcelación de los paramilitares, estaba planeado desde la Presidencia de la República; porque Acteal, es un crimen de Estado”.
La SCJN ordenó la libertad “libre y llana” de los acusados. La Corte consideró que esta decisión fue porque las autoridades judiciales violaron varios reglamentos al procesarlos y sentenciarlos.
“Denunciamos ante el pueblo de México y el mundo, que los paramilitares de Chenalhó, ya están reactivados, disparando sus armas y están causando desplazamientos como en el año de 1997… Una de las actividades recientes de violencia de los paramilitares, se está dando en la Col. Puebla, del municipio de Chenalhó, con el pretexto de una disputa de un predio de la iglesia católica, (este problema la Parroquia de San Pedro Chenalhó, denunció públicamente.
Es importante hacer memoria que la Colonia Puebla y la Colonia Miguel Utrilla Los Chorros, son las principales cunas de los paramilitares, quienes en el año de 1997, cometieron la Masacre de Acteal”, explicaron.
Como prueba de sus dichos explican que están participando en manifestaciones públicas Roberto Méndez Gutiérrez, “comandante paramilitar y asesino confeso por la masacre de Acteal, habitante de la Colonia Miguel Utrilla Los Chorros”; Jacinto Arias Cruz, excarcelado, y alcalde del municipio de Chenalhó, “quien enviaba armas a las comunidades paramilitares en el año de 1997”.
Ubican en esta reactivación a Manuel Anzaldo Meneses, Coordinador de Sociedad de Trabajadores Agrícolas de los Altos de Chiapas, una persona que no es de la comunidad, pero fue “conocido muy bien en el año de 1997, cuando era líder del Partido Cardenista, en el que militaban algunos de los que participaron en la masacre”.
Suman a este hecho, y el que Ernesto Zedillo Ponce de León, ex presidente de México y quien fuera señalado como autor intelectual de la masacre, ingresó en la agrupación fundada por Nelson Mandela, The Elders.
Al ver de los sobrevivientes de Acteal, al quedar impunes los excarcelados y sus líderes fueron empoderados por el Estado mexicano, y eso deja vulnerables a quienes consideran sus opositores. Por ello piden a la sociedad en general que “estén pendientes de lo que pase en nuestro pueblo”.
Una paz tensa en Acteal
La reubicación o destierro de los liberados, “es una decisión que puede ser vista de distintos ángulos. Hay quien dice que al dotarles de tierra y vivienda los estamos premiando, pero nosotros lo que hicimos fue acatar el mandato de la Corte. El problema no era decir si son culpables o inocentes, sino enfrentar el hecho de que no son aceptados en sus comunidades. Allá no los quieren”, reiteró el ex Secretario de Gobierno de Chiapas, Noé Castañón.
– ¿Qué ha impedido que se reconstruya el tejido social en Chenalhó?
– La acción de la justicia ha dejado muchas dudas, por una parte a los ojos de la comunidad ellos siguen siendo culpables de la masacre, pero también está el hecho de que aún estando ellos presos, las víctimas sostienen que hay otras personas que participaron, que hay autores intelectuales que no han sido juzgados. Es una cortina que no se ha aclarado. No hay una paz total en Chenalhó porque existe la percepción de que no se ha llegado hasta donde deba llegarse. La reubicación de estas personas en otro lugar trae un poco de estabilidad, pero la herida y el sentimiento de la no aplicación de la justicia alimenta estos rencores existentes.
“¿Si no fueron ellos, entonces quién fue? es lo que dicen los sobrevivientes. Los muertos no murieron solos, y desde esa perspectiva tienen toda la razón”, concluye Castañón León. Pendiente resolución de la CIDH
Los sobrevivientes de la masacre, integrantes de la organización Las Abejas de Acteal, realizaron manifestaciones y protestas ante la SCJN desde el año 2009, cuando se dictaminó la exoneración del primer grupo de acusados, exigiendo su permanencia en prisión.
Como sobrevivientes, también interpusieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una queja para que esta instancia pida al Estado Mexicano llevar a juicio al ex presidente Ernesto Zedillo, a quien fuera secretario de Gobernación en 1997, y hoy es secretario de Educación, Emilio Chuayffet; al ex gobernador de Chiapas, Julio Cesar Ruiz Ferro, y al entonces general de la Secretaría de la Defensa, Enrique Cervantes Aguirre. A todos ellos consideran autores intelectuales de la masacre.
Otro grupo demandó a Ernesto Zedillo en una corte de Estados Unidos, para exigir una indemnización económica. Los sobrevivientes sostienen que no se ha aplicado la justicia del que consideran fue un “crimen de Estado”.
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