25 mil desplazados tras alzamiento del EZLN

Cifras del Estudio sobre los desplazados por el Conflicto Armado en Chiapas

El Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) realizó en el año 2010 un diagnóstico sobre el desplazamiento forzado en Chiapas. Encontró que dentro de los grupos de desplazados destacan 25,000 personas que se vieron obligadas a abandonar sus comunidades luego del alzamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).Se trata tanto de simpatizantes del grupo insurgente, como de opositores al mismo.

El “Estudio sobre los desplazados por el Conflicto Armado en Chiapas”, que realizaron especialistas, y constituye el acercamiento más cercano a un diagnóstico, señala que “a 18 años del inicio del conflicto entre el EZLN y el gobierno federal, se estima que alrededor de 70% de los desplazados no ha recibido atención por parte de autoridades estatales y federales”.

Y en el caso del 30% restante, “la atención que recibió fue de carácter asistencialista, parcial, condicionada, y sin incluir acciones en materia de justicia”, aunado al hecho de que hasta 2012 no se reconocía la figura de desplazado”, señala el estudio.

El organismo identificó a los desplazados por grupos paramilitares que confrontaron a quienes consideraba bases de apoyo, o integrantes del EZLN en municipios como Tila, Sabanilla, Salto de Agua y Tumbalá en la zona norte del estado; acciones que también se efectuaron en Chenalhó y otros municipios de Los Altos.

Algunos de los desplazados se fueron a vivir a los estados de Campeche y Tabasco, y otros en comunidades cercanas a sus lugares de origen, donde a la fecha permanecen.

Por otra parte se encuentran habitantes de los municipios de Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas principalmente, en la zona selva donde la presencia del EZLN es mayor. Ahí indígenas y mestizos que mantienen diferencias con los zapatistas, salieron del territorio, y se refugiaron en la cabecera municipal de Ocosingo; otros migraron al norte del país.

“Nuestra situación sigue igual”

Manuel Pérez García, representante de los desplazados por grupos paramilitares en la zona norte, señala que la conflictividad social en esa región“no ha cambiado si la comparamos a los primeros años de conflicto (armado)”,  cuando en el año 1995 empezaron las expulsiones  en los municipios de Tila, Sabanilla y Salto de Agua.

“Nuestra situación sigue igual, el gobierno nunca quiso escucharnos. Nunca quiso reconocer la existencia de los grupos paramilitares, y por ello no quiso tampoco reconocernos como desplazados”, dijo.

Detalló que los desplazados tuvieron que salir de Chiapas -y ahora viven como migrantes en Tabasco, Campeche o Estados Unidos- quieren retornar a sus comunidades. Algunos conservan sus tierras cuidadas por sus familiares, pero no sienten seguridad para su retorno.

“Por ejemplo en la comunidad Agua Fría los paramilitares siguen armados, sigue habiendo miedo de siquiera pasar por ahí… La solución que vemos es la aplicación de la Ley de Desplazados, para tener la garantía y recuperar nuestros bienes y tierras”, sostuvo.

En el caso de los desplazados por el EZLN, Julián Méndez Córdova, explicó que desde 1994 se instalaron en las afueras de este municipio, y actualmente viven en “cinturones de miseria”, sin posibilidades de regresar, empleándose como albañiles, empleadas domésticas; y en otros casos alquilando tierra para sembrar, o migrando por temporadas.

“El gobierno ha dicho que nos ha apoyado, pero la ayuda no deja de ser láminas y pollitos. Nosotros vemos que fue el EZLN el que declaró la guerra, y como no se cumplieron los Acuerdos de San Andrés, no hay ninguna solución al conflicto y por tanto no se soluciona nada, no hay paz, los zapatistas siguen ahí y nosotros sin tierras”.

Óscar Torrens explicó que a pesar de este panorama, el programa de la ONU concluye porque el organismo humanitario internacional no cuenta con recursos para financiar la continuación del proyecto de atención a desplazados.

“Mi balance al final de 3 años es que Naciones Unidas hizo su mejor esfuerzo al poner sobre la mesa el tema del desplazamiento, lo demás queda hacer a las autoridades de México”, concluyó.