Aumentan migrantes que llegan al albergue Hermanos en el Camino, han dejado “La Bestia” y prefieren caminar
Diana Manzo/Corresponsal
IXTEPEC, OAX.-Después de que autoridades federales impulsaron el Plan Frontera sur en el mes de agosto del año pasado, los migrantes dejaron de utilizar el tren como medio de transporte para llegar a territorio oaxaqueño, debido a los operativos que agentes del Instituto Nacional de Migración realizan, sin embargo el efecto migratorio no se ha detenido, y en el mes de febrero y ahora en marzo llegan más de 20 migrantes cada tercer día al Albergue Hermanos en el Camino que dirige el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra.
Guadalupe Rodríguez, una de las coordinadoras del Albergue informó que ahora los migrantes prefieren caminar y no subirse al tren, porque coinciden que de nada sirve abordarlo, porque más tarde los van a bajar y deportar.
Manifestó que durante los meses de agosto a enero, hubo una ligera disminución que llamó de reacomodo, porque los migrantes desconocían las rutas de acceso vía terrestre, pero en el mes de febrero y ahora en marzo, han llegado muchos más y el albergue está lleno.
Dijo que en el mes de febrero, llegaron aproximadamente 200 migrantes por semana al Albergue Hermanos en el Camino, pero que lamentablemente todos han sido víctimas de robo, discriminación y violencia en sus derechos humanos.
“De los 20 que llegan, a todos asaltan, algunos nos cuentan que caminan varios días, de cuatro a cinco días y otros nos dicen que llegan por medio de autobús, cada uno le busca como poder cruzar para no ser sorprendido por los agentes migratorios”, dijo.
La coordinadora del albergue Hermanos en el Camino, explicó que este refugio también arropa a migrantes, hombres, mujeres y niños que han sido víctimas de violencia, de asalto o abuso de poder y les dan el acompañamiento para que acudan a denunciar ante la fiscalía del migrante y la Comisión Nacional para los Derechos Humanos.
Apuntó que las zonas de más peligro para los migrantes una vez que llegan a territorio oaxaqueño, son los puntos conocidos como Chatarrera, Arrocera, Corazones y el propio municipio de Chahuites, todos estos puntos se ubican en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec.
“En el albergue, nosotros le brindamos un refugio completo a los migrantes, les damos agua, comida, ropa y donde dormir y también nos narran cada uno como ha sido su travesía, sabemos no es nada fácil, porque la violencia está cada vez más fuerte, nosotros hemos recorrido la zona, la policía sabe también de quienes son los que asaltan en esta zona, pero poco hacen”, expresó.
Ahora los migrantes prefieren caminar, otros los que corren con suerte, llegan en el autobús y otros lo hacen por mar, una vez instalados en ciudad Ixtepec, descansan de dos a tres días y reanudan su trayecto, ahora lo hacen por la capital oaxaqueña.
Juan Ignacio Soler, es originario de Honduras con apenas 20 años de edad, narró que él salió de su país en el mes de enero, sin embargo al llegar a Chiapas se encontró con mucha violencia, asaltos y discriminación.
Detalló que al entrar a territorio oaxaqueño, y caminar por muchos días bajo el intenso sol, lo asaltaron en el tramo de corazones, al parecer con una escopeta y eran unos hombres vestidos de ropa oscura, quién los obligó a que entregaran su dinero.
“Traigo los pies destrozados, deje a mi madre y mis hermanos, en Honduras todo mundo habla que la migra esta dura con los migrantes , pero ni modo, gracias a Dios estoy en Ixtepec y de aquí para delante, sin detenerme”, finalizó.
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