Convocan en Puebla a mega movilización contra la política represiva de Moreno Valle
Aranzazú Martínez | Ernesto Aroche
En Puebla, la democracia está de luto, dice Misraim Hernández. La frase resume el objetivo de la marcha que se realizará en la ciudad de Puebla el próximo domingo 10 de agosto a las 10 de la mañana, en la que participarán organizaciones civiles, partidos políticos, sindicatos y sociedad en general.
El politólogo y activista del Contingente Puebla, organización ciudadana, explica que se trata de una movilización de los poblanos contra los atropellos y la represión que ha estado cometiendo constantemente el gobierno del estado, encabezado por Rafael Moreno Valle.
Se trata de una marcha que, aunque tiene dos puntos de salida: uno es el Triángulo de Las Ánimas (Blvd Atlixco y Circuito Juan Pablo II), otro es la Fuente de los Frailes (Blvd Atlixco y Av Juárez); y que convoca a vestir de blanco o de negro para caminar sobre Bulevar Atlixco, Avenida Juárez y Reforma hasta el zócalo de la ciudad, la finalidad es la misma: unirse y exigir al gobierno del estado respeto a las libertades de los ciudadanos, e incluso hay quienes piensan exigir la renuncia de Rafael Moreno Valle.
Al final de la manifestación algunas de las organizaciones convocantes tienen planeado dar una rueda de prensa para dar a conocer su posicionamiento.
“Si no hay libertad de expresión y no se respetan los derechos humanos, estamos en un estado donde no se respeta la democracia”, dice Misraim Hernández y explica que quienes marcharán de negro será en memoria del menor José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años, vecino de la junta auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan, del municipio de Ocoyucan, quien murió luego de ser herido por una supuesta bala de goma disparada por la policía el 9 de julio, durante un bloqueo a la autopista Puebla-Atlixco hecho por parte de los habitantes de esa junta auxiliar.
“Desafortunadamente la muerte de José Luis fue lo que vino a destapar todo esto, que vino a demostrar a todo el país lo que está sucediendo en Puebla”, dice el politólogo.
“En el 72 cuando cayó el abuelo de Rafael Moreno Valle Rosas, fue gracias a la unidad de los diversos sectores de Puebla, parece que la historia se repite
La marcha ha sido convocada por Contingente Puebla, Bordados por la Paz Puebla, Tetela Hacia el Futuro, Puebla Vigila, Ddeser Puebla y El Taller, entre otras; así como integrantes de los partidos políticos PAN, PRI, PRD, PT y Morena, que tiene 11 exigencias: la libertad a los más de 30 presos políticos y que se les retiren los cargos; el respeto y certeza jurídica para los mototaxistas; la recontratación del personal despedido del Hospital del Niño Poblano; el respeto a todos los afectados por el Proyecto Integral Morelos, del gasoducto, y su cancelación por los peligros que representa; la revocación de las concesiones del Sistema Operador de Agua Potable en Puebla, deteniendo la privatización del agua; la cancelación de la privatización del alumbrado público; la transparencia en el manejo de recursos y bienes públicos; la devolución del registro civil a las juntas auxiliares y la derogación de la Ley Bala, la Ley de Transporte y de las reformas a la Ley de Expropiación, además de pedir la desaparición de poderes en el estado de Puebla
La caída del otro Moreno Valle
“En el 72 cuando cayó el abuelo de Rafael Moreno Valle Rosas, fue gracias a la unidad de los diversos sectores de Puebla, parece que la historia se repite, primero como tragedia, y ahora parece que el nieto está incurriendo en una comedia, si no fuera por la muerte del niño, sería una verdadera comedia pero la muerte del menor lo vuelve una tragicomedia”.
Para el historiador Humberto Sotelo, las historias de los dos Moreno Valle, el general y el nieto educado en la Boston University, corren hasta el momento en vías paralelas. No sólo los dos han ocupado la casa de gobierno del estado, sino que además sobre los dos pesan represiones que han terminado en sangre.
Cuando cayó su abuelo fue justamente por la unidad de los poblanos, sin distinción de ideologías
Aunque al primero la mano dura y el escenario político-social le costó el cargo, colocado como gobernador gracias a su cercanía con el entonces presidente de la República, el también poblano Gustavo Díaz Ordaz, el general y médico de cabecera del mandatario dejó la gubernatura justo a la mitad de su sexenio.
Al nieto la mano dura y el escenario político social resultado de la imposición de decisiones y la falta de diálogo con los diferentes grupos y sectores afectados por sus políticas lo tienen metido en una crisis que a decir del historia podría llevarlo a perder el cargo.
Sus opositores piden juicio político para Moreno Valle Rosas y la renuncia de la mitad de su gabinete, pero fuera de la exigencia de esos grupos directamente afectados (mototaxistas, alcaldes auxiliares, ejidatarios, usuarios del servicio del agua en la capital poblana entre algunos más) la presión social aún no se refleja en las calles.
“En 72, cuando cayó su abuelo fue justamente por la unidad de los poblanos, sin distinción de ideologías, me comentaban que hubo un sindicato, del que no voy a decir su nombre, que decidió no sumarse porque va a estar Ana Tere Aranda y algunas otras personalidad, y eso es absurdo, acá es una lucha en donde cabe todos, la ultraderecha la derecha, la izquierda, la ultraizquierda, porque es un movimiento ciudadano”.
Y concluyó que si hay muestra en la calle de la inconformidad social, y la intervención del gobierno federal, la historia del general podría calcarse en el nieto.
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