Trabajadoras sexuales de Puebla exigen respeto y trato digno

Foto: Arturo Cravioto

Foto: Arturo Cravioto

Samantha Páez

@samantras

Unas 60 o 70 mujeres con el rostro tapado por máscaras, gafas oscuras y bufandas se plantaron en el zócalo de la ciudad de Puebla el pasado lunes 26 de mayo para exigir que cesen los operativos contra las sexoservidoras. Las mujeres también llevaban pancartas donde pidieron a las autoridades un trato digno, que se abra una zona de tolerancia y la liberación de los encargados de los hoteles donde trabajaban, quienes habrían sido encarcelados por el delito de trata de personas.

Las trabajadoras sexuales alegan que durante los operativos los oficiales municipales, las golpean y las maltratan. Además de que les toman fotos y las tocan de manera lasciva. No conformes con ello, las encierran 24 horas por la falta administrativa que implica la prostitución.

AUMENTARON LOS OPERATIVOS

Dos chicas se animan a hablar ante la grabadora, dicen que que los policías las corretean y las maltratan en su zona de trabajo, la calle 14 poniente. Incluso las han amenazado que si las ven caminando por el lugar, aunque no estén trabajando, serán remitidas ante el juez calificador.

Las trabajadoras sexuales comentaron, además, que desde hace dos años los operativos se han incrementado y por ello muchos de los hoteles donde laboraban fueron clausurados, obligándolas a salir a las calles a buscar clientes.

“Queremos un lugar dónde trabajar y que no nos molesten, a veces acabamos de llegar y nos levantan, yo creo que eso no va porque nosotras vamos a trabajar y qué hacemos nosotras (…) De fianza son mil 800, aunque de vez primera con 2 mil 800 y de allí va bajando”, dijeron las mujeres, quienes no han de pasar de los 30 años de edad.

LAS OBLIGAN A DENUNCIAR

Otra chica aseguró “todos los lugares ya los cerraron y no es justo, tenemos que trabajar por nuestros hijos”. Explica que las que están allí manifestándose no tienen padrote, trabajan por voluntad consiguiendo a sus clientes y buscando un hotel para entrar con ellos “como si fueran novios” o cualquier pareja.

La sexoservidora acusó a los policías ministeriales de golpearlas y de obligarlas a denunciar a los encargados de los hoteles a los que asisten como presuntos lenones.

Las mujeres, visiblemente nerviosas, se movían de manera constante por la parte del zócalo que da al Palacio de Gobierno. Se hablaban al oído, se reunían en grupos, se sentaban en algunas de las bancas. Los transeúntes las miraban con curiosidad, no porque vistieran de manera provocativa, todas ellas iban de pantalones de mezclilla o deportivos, con sudaderas o suéteres de cuello de tortuga, sino porque tenían el rostro cubierto.

POLICÍAS LAS AMENAZAN Y EXTORSIONAN

Otras dos mujeres se acercaron a los periodistas para decir en voz alta: “nos están amenazando, que si guerra queremos guerra vamos a tener, esos son los mismos policías que nos sacan de los locales, aun así estemos comiendo, no les interesa y nos sacan y nos esposan como si fuéramos delincuentes”.

Las muchachas contaron que los oficiales les toman fotografías con sus celulares y luego les piden dinero, de 200 a 300 pesos. También las golpean sin importar que estén embarazadas y, aunque han intentado interponer una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), aseguran que no les hacen caso porque son sexoservidoras.

Después de más de 45 minutos de diálogo con la Secretaría de Gobierno (Segob) municipal, la comisión de sexoservidoras les anunció a sus compañeras algunos acuerdos. Una señora de unos 40 años, quien evitó decir su nombre, las reunió para informarles que tendrían que nombrar una representante por cada hotel, misma que haría una lista de todas las mujeres que trabajan allí para entregarla este jueves.

El martes de la semana entrante se volverán a reunirse con los funcionarios, Iván Aguilar Flores, Jorge Gil Atenco y Gilberto Coca Lara, para ver la posibilidad de fijar una zona de tolerancia.

Además las sexoservidoras que laboren en la vía pública del Centro Histórico deberán tener “cierta discreción”, para que la Segob hable con el sector 5 de la policía municipal y no haya abusos en contra de ellas. Pero en caso de que hubiera maltratos, les recomendó que anotaran el número de patrulla y tomaran una foto del oficial.

Brahim Zamora, del Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), ha referido que es importante que las autoridades hagan una diferencia entre la explotación sexual y el trabajo sexual, ya que el primero de los casos sería un delito al obligar a personas -en su mayoría mujeres y menores de edad- a prostituirse; mientras que el segundo, se refiere a ejercer la prostitución de manera libre y sin intermediario.

Si bien el Odesyr no tiene un programa de trabajo específico para las sexoservidoras, sí se reúnen con ellas para estar al pendiente de sus necesidades.

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