Presupuestos y leyes no han beneficiado a las mexicanas
Anaiz Zamora Márquez
Las políticas públicas, programas, legislaciones e incluso los presupuestos destinados a la igualdad de género y contra la violencia hacia las mujeres se pueden traducir en una mera simulación del gobierno mexicano, ya que estos avances no se han concretado y lejos de reducirse, las agresiones contra las mexicanas van en incremento, ya que al día son asesinadas de manera violenta siete mujeres.
Reunidas ayer en la Cámara de Diputados, Gisela Zaremberg, doctora en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), y Lourdes García Acevedo, ex directora del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara baja, coincidieron en que hay un balance negativo sobre el avance de las políticas públicas para la igualdad de género y la no violencia en México.
García Acevedo sostuvo que si bien se tienen avances legislativos e institucionales para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia y sin discriminación, las cifras y estadísticas demuestran que hay “severos nudos” para implementarlos.
Por ejemplo, Pablo Navarrete Gutiérrez, coordinador jurídico del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) –participante en el evento–, aseveró que las estadísticas de la ONU que indicaban que a diario morían de manera violenta en México seis mujeres eran válidas hasta 2010, pues los datos oficiales más recientes indican que la cifra ascendió a 7.1 homicidios diarios.
Detalló que entre 2010 y 2012 fueron asesinadas 7 mil 87 mujeres, un promedio de 2 mil 625 mujeres al año en ese periodo.
De acuerdo con Lourdes García, también consultora en temas de género, un reflejo de los “nudos” en todos los programas y políticas públicas a nivel federal y estatal para implementar los avances del movimiento feminista se puede encontrar en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
Destacó que se debe cuestionar si los montos asignados al Anexo 12 del PEF “Erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres” realmente están destinados a lograr la igualdad de género, pues en él “se pone todo lo que no cabe en otro lado y se piensa que tiene que ver con mujeres”.
Es de mencionar que en este anexo, para el ejercicio fiscal 2014, se encuentra programas como el de “Regulación y supervisión de la seguridad nuclear, radiológica y física” con un monto de 240 mil pesos, o el de “Desarrollo en innovación de productos turísticos sustentables”, con 3 millones 905 mil 669 pesos, sólo por mencionar algunos.
La especialista destacó que en muchos casos los recursos federales que reciben las entidades para operar programas a favor de las mujeres “llegan de manera tardía”, y dejan para el cumplimiento del programa un periodo insuficiente de dos a seis meses, lo que repercute en que muchos casos “el presupuesto deja de ser oportuno para las acciones para las que fueron creadas”.
Puso como ejemplo el “Programa de Becas de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas”, que tiene como objetivo apoyar el desarrollo de estas mujeres, pero “si los recursos van llegando en junio, quien se haya embarazado previamente a esa fecha probablemente ya abandonó la escuela”.
A estos “nudos” se suma que el presupuesto no es “monitoreable”, pues si bien se brinda un informe trimestral al Inmujeres, éste no es completamente público y no está basado en información cualitativa que permita observar el avance en el cumplimiento del objetivo.
“Se limitan a informar cuánto se gastaron en folletos o material impreso, pero no el impacto que estos materiales tuvieron”, advirtió García Acevedo.
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