De la fosa clandestina a la fosa común
Martha Sánchez Soler/La masacre de San Fernando permanece como un caso secreto y de impunidad. A pesar de decenas de arrestos, ningún autor intelectual o facilitador del crimen ha sido condenado. A cuatro años de la masacre persiste la ignominia y la impunidad, los 72 se multiplican indefinidamente y quedan, en silencio; hasta que un día un soldado los saca de una fosa clandestina para pasarlos a una fosa común.